El Distrito de Salud Pública ayuda a prevenir enfermedades en 180 pueblos y 1.000 pymes
01/10/2010 - 09:45

Por: M.TOVAR ATANCE
Diez profesionales seis veterinarios, tres farmacéuticos y un administrativo trabajarán en la nueva sede del Distrito de Salud Pública de Horche para prevenir enfermedades y problemas que puedan aparecer en el agua, en el aire, el medio ambiente o los alimentos de 180 municipios y un millar de industrias de la provincia. El consejero de Salud, Fernando Lamata, inauguró ayer estas instalaciones en las que se han invertido más de 330.000 euros, y que forman parte del plan de mejoras puesto en marcha en 2002, en el que se han gastado más de cuatro millones.
El consejero de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata, inauguró ayer en Horche las nuevas dependencias del Distrito de Salud Pública, que ha dejado su antigua ubicación briocense para disponer de mayor espacio en esta localidad. Desde aquí 10 profesionales tratarán de prevenir enfermedades y problemas de salud que puedan producirse en los 180 municipios (incluidos pedanías, núcleos de población y urbanizaciones) y las cerca de 1.000 industrias (la mayoría de ellas pequeñas empresas) que están repartidas en los 140 kilómetros de territorio en los que trabajan.
En este centro trabajan seis veterinarios, tres farmacéuticos y un auxiliar administrativo que desarrollan gran parte de su trabajo en la calle. Se toman muestras de alimentos de todo tipo, de animales, de vegetales, de comida preparada en los bares y eso se lleva a laboratorios provinciales o regionales, explicaba ayer el director del centro, Fernando de Arco. Sin embargo, éste asegura que la mejor arma que utilizan es la educación sanitaria, algo difícil, asegura, pero que poco a poco se va consiguiendo. El siguiente paso para el que no cumple los protocolos marcados a nivel europeo para garantizar una correcta higiene en sus establecimientos es la inspección y después la asesoría jurídica.
La educación sanitaria es básica siempre, el autocontrol, que seas tú mismo el que te controles, pero con supervisión oficial, si no son incapaces, precisa el director. De Arco asegura que hay que tener cierta flexibilidad con los dueños de los establecimientos, sobre todo en la hostelería, en los pueblos pequeños, a la hora de aplicar las directrices que exige la ley para que cumplan con unos mínimos y, al mismo tiempo, que trabajen en ello, porque es muy bueno que se observen a sí mismos, que vean lo que están haciendo bien o mal.
Durante 2009, desde el servicio del Control Oficial de Productos Alimenticios (COPA) se tomaron en Guadalajara 344 muestras de las que 25 resultaron positivas. En ese mismo periodo, se realizaron 815 visitas a las zonas de abastecimiento de la provincia y 366 inspecciones a las 88 piscinas censadas. Además, se realizaron 63 inspecciones en las siete zonas de baño.
Lamata destacó ayer la importante función de estos centros para prevenir enfermedades y problemas. Para eso los profesionales intentan analizar las causas de los problemas de salud, los agentes, y van localizando riesgos de que puede haber alguna alteración en la alimentación o en el medio ambiente, lo detectan, lo señalan y lo corrigen. El consejero insistió en que se trata de una labor invisible, que no se nota y se hace patente cuando hay casos similares a los de la gripe A, y entonces sabemos que están interviniendo los epidemiólogos, normalmente se previenen los problemas, no llegan a producirse, y esa labor es muy importante. En este trabajo resulta imprescindible, además, la colaboración de los ayuntamientos de la zona.
En este sentido, el primer edil de Horche, Juan Manuel Moral, aseguró estar encantado de acoger este servicio, porque redunda en que nos conozcan más y tener un punto de referencia. Además, Horche cuenta con la experiencia de ser municipio cabecera de los servicios de Bienestar Social.
El de Horche es uno de los cuatro centros de salud pública que existen en la provincia además del de Molina de Aragón, Sigüenza y Guadalajara capital que dado el gran número de localidades y empresas de las que se ocupa tiene además una oficina en Pastrana, porque precisamente en esta zona es donde se concentra el mayor número de empresas.
Los 332.271 euros invertidos en este distrito son una parte de los cuatro millones que ha gastado el Gobierno regional desde 2002 en mejorar las instalaciones y el equipamiento de los 36 distritos de Salud Pública existentes en Castilla-La Mancha.
En este centro trabajan seis veterinarios, tres farmacéuticos y un auxiliar administrativo que desarrollan gran parte de su trabajo en la calle. Se toman muestras de alimentos de todo tipo, de animales, de vegetales, de comida preparada en los bares y eso se lleva a laboratorios provinciales o regionales, explicaba ayer el director del centro, Fernando de Arco. Sin embargo, éste asegura que la mejor arma que utilizan es la educación sanitaria, algo difícil, asegura, pero que poco a poco se va consiguiendo. El siguiente paso para el que no cumple los protocolos marcados a nivel europeo para garantizar una correcta higiene en sus establecimientos es la inspección y después la asesoría jurídica.
La educación sanitaria es básica siempre, el autocontrol, que seas tú mismo el que te controles, pero con supervisión oficial, si no son incapaces, precisa el director. De Arco asegura que hay que tener cierta flexibilidad con los dueños de los establecimientos, sobre todo en la hostelería, en los pueblos pequeños, a la hora de aplicar las directrices que exige la ley para que cumplan con unos mínimos y, al mismo tiempo, que trabajen en ello, porque es muy bueno que se observen a sí mismos, que vean lo que están haciendo bien o mal.
Durante 2009, desde el servicio del Control Oficial de Productos Alimenticios (COPA) se tomaron en Guadalajara 344 muestras de las que 25 resultaron positivas. En ese mismo periodo, se realizaron 815 visitas a las zonas de abastecimiento de la provincia y 366 inspecciones a las 88 piscinas censadas. Además, se realizaron 63 inspecciones en las siete zonas de baño.
Lamata destacó ayer la importante función de estos centros para prevenir enfermedades y problemas. Para eso los profesionales intentan analizar las causas de los problemas de salud, los agentes, y van localizando riesgos de que puede haber alguna alteración en la alimentación o en el medio ambiente, lo detectan, lo señalan y lo corrigen. El consejero insistió en que se trata de una labor invisible, que no se nota y se hace patente cuando hay casos similares a los de la gripe A, y entonces sabemos que están interviniendo los epidemiólogos, normalmente se previenen los problemas, no llegan a producirse, y esa labor es muy importante. En este trabajo resulta imprescindible, además, la colaboración de los ayuntamientos de la zona.
En este sentido, el primer edil de Horche, Juan Manuel Moral, aseguró estar encantado de acoger este servicio, porque redunda en que nos conozcan más y tener un punto de referencia. Además, Horche cuenta con la experiencia de ser municipio cabecera de los servicios de Bienestar Social.
El de Horche es uno de los cuatro centros de salud pública que existen en la provincia además del de Molina de Aragón, Sigüenza y Guadalajara capital que dado el gran número de localidades y empresas de las que se ocupa tiene además una oficina en Pastrana, porque precisamente en esta zona es donde se concentra el mayor número de empresas.
Los 332.271 euros invertidos en este distrito son una parte de los cuatro millones que ha gastado el Gobierno regional desde 2002 en mejorar las instalaciones y el equipamiento de los 36 distritos de Salud Pública existentes en Castilla-La Mancha.