El edificio del bar Soria será derribado en breve

19/10/2015 - 12:49 M. MARTÍNEZ

El Grupo municipal socialista ha denunciado lo que califica de otro “ejemplo de desidia” del Ayuntamiento de Guadalajara en materia de patrimonio y sobre el casco histórico. Se trata del próximo derribo del edificio del bar Soria, el que se encuentra en las confluencias de las calles Miguel Fluiters y Teniente Figueroa. Así lo ha indicado esta mañana el concejal socialista Manuel Granado, quien ha lamentado que, aún siendo un edificio sin un interés significativo, va a dejar otro solar en pleno centro de la ciudad cuando, considera, podría haberse evitado.

Afirma que es responsabilidad del propietario, pero también del Ayuntamiento, al que ha acusado de consentir métodos como el que se ve en este inmueble: dejar las ventanas abiertas para que las palomas y las condiciones meteorológicas agilicen su deterioro y la consiguiente declaración de ruina. “El Ayuntamiento tiene instrumentos para vigilar y multar para que esto no ocurra, pero no lo está haciendo”, ha subrayado.

El Ayuntamiento tiene, según ha informado el edil socialista, 60 expedientes abiertos de declaración de ruina. De ellos, Granados ha llamado la atención sobre 20 derribos que ya se han producido sin estar cerrados los expedientes, “lo que indica –ha dicho– que el alcalde ha hecho de su capa un sayo para abrir agujeros en pleno casco histórico sin importarle nada”.

El concejal también ha expresado sus dudas sobre el retraso con el que se va a producir el derribo del edifico del bar Soria en comparación con la fecha de su declaración de ruina, 2013. Deduce que esta paralización puede deberse a intereses electorales, “porque el alcalde temía que un agujero enfrente de la iglesia de Santiago podía dañar sus perspectivas electorales”.

Plan del casco

Al hilo de este próximo derribo en el corazón de la ciudad, Granados se ha referido al plan de revitalización del casco anunciado por el equipo de Gobierno. Afirma que no le ofrece ninguna confianza ni credibilidad porque en los últimos años “se han cargado el casco”. Propone hacer un análisis serio, con tiempo, de cómo está la situación, su potencial y posibilidades y contar con todos los sectores implicados.