El empleo creado en 2008 supone un índice de temporalidad superior al 85% en 14 comunidades

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
En los cinco primeros meses de 2008 se han suscrito 7.138.887 contratos pero sólo 904.778 son indefinidos, según datos del Servicio Público Estatal de Empleo (SPEE), antiguo INEM, es decir, ni siquiera por cada 13 colocaciones creadas se contabiliza una indefinida.
Los datos reflejan que la última reforma del mercado de trabajo vigente desde julio de 2006, camina muy despacio hacia su objetivo de conseguir colocaciones más estables.
A 31 de diciembre de 2005, la tasa de temporalidad del empleo anual generado era del 91%. Un año después, tras seis meses de aplicación de los cambios laborales, ese porcentaje descendió en más de un punto y pasó al 88,25%. En 2007, el índice apenas se modificó al quedarse en el 88,08%, y ahora, transcurridos los cinco primeros meses de 2008, se ha colocado en el 87,33%. Estos datos demuestran que la contratación indefinida entre los nuevos puestos de trabajo que surgen no arranca adecuadamente en España, pese a que se trata de un fin perseguido por el Gobierno, las patronales CEOE y Cepyme, y los sindicatos CC OO y UGT.

Extremos
El informe del SPEE constata, una vez más, que Madrid es la comunidad que, proporcionalmente a los contratos nuevos, más trabajo fijo origina en 2008. En valores relativos, su empleo estable supone el 20,78% y el temporal, el 79,22%. A continuación figura Cataluña, con un índice de contratación indefinida del 18,51%. Su provincia de Gerona destaca con el mejor mercado de trabajo al conseguir, al menos, 22 colocaciones fijas por cada 100 creadas.
En el otro extremo, Andalucía y Extremadura repiten posición. De sus nuevas colocaciones, 200.616 y 179.485, sólo el 5,53% y el 5,94% tiene carácter fijo. Precisamente, Andalucía cuenta con la provincia más inestable laboralmente, puesto que la tasa de eventualidad en Huelva se eleva al 97,32%. El País Vasco aparece como la antepenúltima comunidad con mayor nivel de temporalidad, situado en el 90,36%.
Responsables de Andalucía y Extremadura esgrimieron, en su día, que el problema de ambas autonomías radica en que tienen un mercado laboral peculiar, con predominio de trabajos estacionales. El caso de El País Vasco es diferente. Su tejido productivo es más similar al de Madrid o Cataluña pero su estabilidad laboral no despega.