El entorno del Torreón de Alvarfáñez mejora su accesibilidad y estrena aceras y pavimento
01/10/2010 - 09:45
Por: VIRGINIA BODEGA
El proyecto forma parte de las actuaciones municipales sobre renovación viaria en la zona centro
Si hace escasos días se presentaba el resultado de las obras llevadas a cabo sobre la calle Rufino Blanco, ayer fue el turno de un área mucho más céntrica, monumental y emblemática de la capital, nada menos que el entorno del Torreón de Alvarfáñez, uno de los edificios históricos de la capital más visitados por los turistas, donde el Ayuntamiento ha llevado a cabo un proyecto de reforma enmarcado en las actuaciones que está realizando para renovar la infraestructura viaria de la zona centro y mejorar la accesibilidad y el tránsito de peatones y conductores.
Estamos hablando del entorno del Torreón de Alvarfáñez, al lado de los jardines del Infantado, al lado de este muro que protege los jardines y el palacio, el edificio más emblemático de Guadalajara, dijo el alcalde de la ciudad, Antonio Román, que dio a conocer las mejoras sobre el terreno acompañado del concejal de Servicios Públicos, Mariano del Castillo.
Se trataba de una zona y, concretamente, de una calle, Alvarfáñez de Minaya, que había sido motivo de múltiples quejas vecinales desde hace varios años, dado el mal estado y el deterioro visible de sus pavimentos, la estrechez e inaccesibilidad de sus aceras, las múltiples costuras y hundimientos en su firme y el caos que sumaba a todo esto la mala configuración de la zona, donde los vehículos aparcaban como les venía en gana, sobre las aceras e incluso en medio de la calzada. Tal y como explicó Román, durante mucho tiempo los vecinos de la zona reclamaban inversiones en este entorno, no sólo porque vivan en este lugar, sino también porque es uno los más visitados por los turistas y la imagen que mostraba no era la más positiva para la ciudad. Con el objetivo de cubrir estas dos necesidades, el Ayuntamiento ha llevado a cabo un proyecto de reforma que asciende a 102.942 euros y que ha consistido en la reposición del pavimento de las aceras, el ensanchado de las mismas y el arreglo ornamental de las zonas de tierra colindantes a la tapia de los jardines del Palacio del Infantado, además del arreglo de la entrada del Torreón de Alvarfáñez, en la que se han renovado tanto los pavimentos como los bordillos y la instalación eléctrica y se han colocado nuevas señales de tráfico y bolardos para tratar de disuadir y disminuir el aparcamiento sobre las aceras, como detalló el alcalde. Dichas medidas han propiciado también que a partir de ahora la calle Alvarfáñez de Minaya sirva sólo para circular en un sentido, concretamente en dirección a la avenida del Ejército, mientras que hasta ahora la vía era utilizada en ambos sentidos.
Como concluyó el alcalde, son estas pequeñas obras las que hacen ciudad, mejorando el día a día del ciudadano y la imagen de la capital. En los próximos días se procederá a terminar el proyecto, pues se encuentra aún a falta de que se lleve a cabo sobre la calzada el asfaltado de la misma, que se desarrollará en las próximas semanas, como informó Román.
Los más beneficiados, los vecinos
No cabe duda de que los mayores beneficiarios de estos arreglos serán los vecinos del barrio, aquéllos que venían denunciando la situación de esta zona durante años. Para el presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico, José María Nogales, que visitó ayer la zona para ver el resultado de las obras, la terminación ha quedado bastante curiosa y se muestra contento porque de una vez por todas se hayan subsanado los problemas de accesibilidad y las deficiencias del área. Sin embargo, para Nogales hay algunos detalles susceptibles de mejorar que hará saber al Ayuntamiento a través de un escrito. Está muy bien, la zona ha ganado mucho, pero las obras nunca se hacen a gusto de todos, comenta el presidente vecinal.
No muy lejos de estas obras recién terminadas, los vecinos del casco histórico de la capital soportan otras: las de la Cuesta de San Miguel y las plazas de Beladíez y Moreno. Aunque Nogales también se muestra satisfecho y contento porque al fin se realizan, admite que el Ayuntamiento podía haber previsto el problema del aparcamiento, motivo principal de sufrimiento diario para estos ciudadanos, como asegura el presidente. Nogales considera que una buena solución hubiera sido que el Ayuntamiento hubiese solicitado a la Junta de Comunidades el uso de la parcela del antiguo colegio Cardenal Mendoza, derribado hace unos meses, para habilitar un aparcamiento provisional.
Polémico folleto
Con mucha paciencia por parte de los vecinos del barrio, la primera fase de las obras del casco, ya sean de financiación municipal, realizadas con cargo al FEIL o subvencionadas por la Junta de Comunidades a través del Forcol, son una realidad. Sin embargo, el Grupo municipal Socialista considera que el equipo de Gobierno está tratando de apropiarse de ellas, para lo que ha enviado un folleto informativo a los hogares en el que, según el PSOE, da una versión partidista y electoralista del desarrollo de los proyectos, en el que no especifica correctamente de dónde llegan los fondos de financiación de los mismos. Román restó sin embargo importancia a tales críticas y dijo que el PSOE sólo trata de hacer ruido con cada acción del equipo de Gobierno.
Se trataba de una zona y, concretamente, de una calle, Alvarfáñez de Minaya, que había sido motivo de múltiples quejas vecinales desde hace varios años, dado el mal estado y el deterioro visible de sus pavimentos, la estrechez e inaccesibilidad de sus aceras, las múltiples costuras y hundimientos en su firme y el caos que sumaba a todo esto la mala configuración de la zona, donde los vehículos aparcaban como les venía en gana, sobre las aceras e incluso en medio de la calzada. Tal y como explicó Román, durante mucho tiempo los vecinos de la zona reclamaban inversiones en este entorno, no sólo porque vivan en este lugar, sino también porque es uno los más visitados por los turistas y la imagen que mostraba no era la más positiva para la ciudad. Con el objetivo de cubrir estas dos necesidades, el Ayuntamiento ha llevado a cabo un proyecto de reforma que asciende a 102.942 euros y que ha consistido en la reposición del pavimento de las aceras, el ensanchado de las mismas y el arreglo ornamental de las zonas de tierra colindantes a la tapia de los jardines del Palacio del Infantado, además del arreglo de la entrada del Torreón de Alvarfáñez, en la que se han renovado tanto los pavimentos como los bordillos y la instalación eléctrica y se han colocado nuevas señales de tráfico y bolardos para tratar de disuadir y disminuir el aparcamiento sobre las aceras, como detalló el alcalde. Dichas medidas han propiciado también que a partir de ahora la calle Alvarfáñez de Minaya sirva sólo para circular en un sentido, concretamente en dirección a la avenida del Ejército, mientras que hasta ahora la vía era utilizada en ambos sentidos.
Como concluyó el alcalde, son estas pequeñas obras las que hacen ciudad, mejorando el día a día del ciudadano y la imagen de la capital. En los próximos días se procederá a terminar el proyecto, pues se encuentra aún a falta de que se lleve a cabo sobre la calzada el asfaltado de la misma, que se desarrollará en las próximas semanas, como informó Román.
Los más beneficiados, los vecinos
No cabe duda de que los mayores beneficiarios de estos arreglos serán los vecinos del barrio, aquéllos que venían denunciando la situación de esta zona durante años. Para el presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico, José María Nogales, que visitó ayer la zona para ver el resultado de las obras, la terminación ha quedado bastante curiosa y se muestra contento porque de una vez por todas se hayan subsanado los problemas de accesibilidad y las deficiencias del área. Sin embargo, para Nogales hay algunos detalles susceptibles de mejorar que hará saber al Ayuntamiento a través de un escrito. Está muy bien, la zona ha ganado mucho, pero las obras nunca se hacen a gusto de todos, comenta el presidente vecinal.
No muy lejos de estas obras recién terminadas, los vecinos del casco histórico de la capital soportan otras: las de la Cuesta de San Miguel y las plazas de Beladíez y Moreno. Aunque Nogales también se muestra satisfecho y contento porque al fin se realizan, admite que el Ayuntamiento podía haber previsto el problema del aparcamiento, motivo principal de sufrimiento diario para estos ciudadanos, como asegura el presidente. Nogales considera que una buena solución hubiera sido que el Ayuntamiento hubiese solicitado a la Junta de Comunidades el uso de la parcela del antiguo colegio Cardenal Mendoza, derribado hace unos meses, para habilitar un aparcamiento provisional.
Polémico folleto
Con mucha paciencia por parte de los vecinos del barrio, la primera fase de las obras del casco, ya sean de financiación municipal, realizadas con cargo al FEIL o subvencionadas por la Junta de Comunidades a través del Forcol, son una realidad. Sin embargo, el Grupo municipal Socialista considera que el equipo de Gobierno está tratando de apropiarse de ellas, para lo que ha enviado un folleto informativo a los hogares en el que, según el PSOE, da una versión partidista y electoralista del desarrollo de los proyectos, en el que no especifica correctamente de dónde llegan los fondos de financiación de los mismos. Román restó sin embargo importancia a tales críticas y dijo que el PSOE sólo trata de hacer ruido con cada acción del equipo de Gobierno.