El etarra detenido en Francia, uno de los más buscados

Tras quedar inconsciente, en estado grave, y ser ingresado un hospital, la policía pasó a verificar la identidad de su acompañante, que se identificó como Ohiana Mardarás Orueta, otra presunta miembro de ETA. Esparza engrosaba la lista de los terroristas más buscados desde que en septiembre de 2008, la Guardia Civil decidiera incluir su nombre. Nacido en Pamplona en 1987, esta no es la primera vez que el etarra sufre un encontronazo con las autoridades: logró escapar de las operaciones que el Instituto Armado realizó a finales de agosto e inicios de septiembre de 2008 contra el denominado aparato político en Navarra de la banda, llamado ‘Ekin’, a raíz de la captura de Maider Caminos y Maitane Intxaurraga. De hecho y según fuentes de la investigación, Mateo Esparza era el responsable de Ekin en el barrio pamplonés de Txantrea. Ekin es la estructura política de ETA en País Vasco y Navarra. Sus integrantes mantienen su militancia en secreto y se convierten en la correa de transmisión de las consignas de la dirección de la banda al resto del tejido proetarra, el MLNV. Tanto Esparza como su acompañante, Mardarás, estaban en el grupo de terroristas de reciente incorporación en el organigrama, a los que la banda recluta sin posibilidad de suministrarle la formación criminal que necesitan. Durante sus años universitarios, Mateo Esparza se encontraba entre los militantes más activos en organizaciones vinculadas a la izquierda abertzale en la Universidad Pública de Navarra, donde hasta su fuga estudiaba Ciencias Sociales.