El Grupo Socialista se plantea abandonar su participación en los Consejos de Barrio

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
Tras las últimas reuniones de los Consejos de Barrio en las que se presentó el avance del próximo Plan de Ordenación, el Grupo municipal Socialista está barajando la posibilidad de no asistir más a esos encuentros, ya que considera un “paripé” y una “tomadura de pelo” la actitud del equipo de Gobierno, a quien acusa de ejercer el “autoritarismo” y de no permitir la intervención de los representantes de los ciudadanos. No es la primera vez que el PSOE alza la voz en asuntos de participación ciudadana.
El Grupo municipal Socialista se está cuestionando su continuidad y su asistencia a los Consejos de Barrio así como al Consejo de Accesibilidad y al resto de órganos creados al amparo del Reglamento de Participación Ciudadana aprobado durante la anterior legislatura.
Los concejales del PSOE no quieren contribuir a lo que califican de “paripé y tomadura de pelo” por parte del equipo de Gobierno de Antonio Román hacia los grupos de Oposición, las organizaciones sociales y, en general, hacia toda la ciudadanía.
Carmela Peña, concejala socialista, señala que el PP no cree en la participación ciudadana y así lo ha demostrado en todas las reuniones que han celebrado los Consejos de Barrio y especialmente en la última ronda, cuyo objetivo era informar y debatir sobre la modificación del Plan de Ordenación Municipal (POM).
En esas reuniones, según Peña, el concejal del PP se limitaba hacer una breve exposición del POM “sin permitir ningún tipo de pregunta o de debate, lo que demuestra el carácter autoritario y antidemocrático de este equipo de Gobierno y el desinterés que tiene por la participación ciudadana”. De hecho, en el orden del día de estos órganos no aparecía, según el PSOE, el apartado de ruegos y preguntas como suele ser habitual en cualquier convocatoria del Ayuntamiento de Guadalajara.
La concejala socialista califica como “desprecio” la actitud del equipo de Gobierno hacia los integrantes de los Consejos de Barrio, “a quienes se nos convocaba a una reunión que duraban alrededor de 40 minutos, en la que no podíamos expresar nuestra opinión y teníamos que limitarnos a escuchar la exposición de un concejal del PP”. Es lo que denomina como “un paripé y una tomadura de pelo hacia los grupos de la Oposición y hacia todos los ciudadanos”.
Tanto es así que algunos integrantes de los Consejos de Barrio formularon su malestar por este hecho en la propia reunión del Consejo, e incluso en el caso de Adoratrices, la concejala del PSOE, así como el representante de la Asociación de Vecinos, abandonaron la reunión en señal de queja por el trato que les estaba dando el equipo de Gobierno y por la falta de información y la “tomadura de pelo” a la que estaban asistiendo.
Carmela Peña acusa a Juan Antonio de las Heras, concejal de Urbanismo, de “falta de seriedad” por mentir a los ciudadanos acerca de su participación en los Consejos de Barrio. “Este señor –señala– sólo ha estado presente en cuatro Consejos de Barrio y no ha ido siquiera al de Accesibilidad. En su lugar ha estado presente el concejal de Participación Ciudadana, Luis García, quien demostró un desconocimiento casi absoluto sobre el nuevo Plan de Ordenación Municipal y sobre la materia de urbanismo, por lo que no pudo informar prácticamente nada sobre este tema”.
Ante esta situación, el Grupo Socialista se está planteando su continuidad en estos Consejos “para no contribuir a esta pantomima del Partido Popular”.

Unos consejos conflictivos
No es la primera vez que los Consejos de Barrio y el resto de órganos contemplados en el Reglamento de Participación Ciudadana causan problemas al actual equipo de Gobierno. En los primeros compases de la legislatura, los socialistas acusaron a la entonces concejala de Participación Ciudadana, Ana Cristina Guarinos, de ni siquiera convocar estos Consejos durante el tiempo en el que estuvo en el Ayuntamiento. Por otro lado, el pasado mes de mayo el Grupo Socialista ya ofreció una rueda de prensa en la que calificaba la política de participación ciudadana del Gobierno local de Antonio Román como “nula”, aunque ello sirvió para que poco después se convocaran reuniones de todos los Consejos de Barrio.