El Hostal Restaurante ‘El Castillo’ de Jadraque celebra sus bodas de oro

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
El matrimonio de Elvira Navarro y Justo Gregorio fundaron esta fonda
El esfuerzo tiene siempre su recompensa. Ahora, la familia del Hostal – Restaurante “El Castillo” celebra sus Bodas de Oro con la hostelería. Un cincuenta aniversario del que quieren hacer partícipes a sus clientes y amigos. En definitiva, a todos los que de una u otra manera han compartido las glorias y dificultades de un oficio que sabe de sacrificio y dedicación.
Los arcos de ladrillo y piedra que decoran la fachada de este establecimiento parecen no inmutarse. Dentro de la casa, el ritmo es frenético y predomina el buen hacer y la atención al cliente. Ese toque personal que convierte un salón en un cálido y acogedor restaurante que invita a volver es lo que diferencia un negocio cualquiera de aquel que cumple 50 años con sus puertas abiertas, funcionando a pleno rendimiento y con motivos para sentirse orgulloso.
En un rincón del comedor, un tanto escondidos, distintos galardones entre los que se encuentran Platos de Oro, una Placa de Bronce, la Medalla y el Collar Gastronómico Internacional, el Trofeo Expresión Gastronómica, la C de Comercial recogida en el Meliá Castilla de Madrid o el Premio al Restaurante Rural de Castilla-La Mancha en 2008. Así desde los años 80 hasta hoy, una colección de numerosos reconocimientos nacionales y otros llegados de rincones como Río De Janeiro, México, Tenerife, Puerto Rico o París en los que “El Castillo” se ha convertido en el embajador de la gastronomía jadraqueña más allá de nuestras fronteras se hacen un hueco en sus sólidas paredes.
Una inmensa fotografía que decora el bar recuerda como era el antiguo edificio solariego en el que en 1960, Elvira Navarro y Justo Gregorio decidieron abrir su propia fonda, aprovechando la experiencia que habían acumulado al ser ella hija de posaderos. Las seis habitaciones del edificio de las afueras en las que se ofrecía a los huéspedes cama limpia, agua y palangana para asearse y el salón con escasamente 30 cubiertos y buena comida casera son hoy 27 plazas de confortable alojamiento con todas las comodidades propias de los nuevos tiempos. El comedor tiene ahora capacidad para más de 200 comensales y el salón de celebraciones es capaz de acoger 400 almas deseosas de comprobar el buen yantar del que hace gala el nombre de la familia. En estos cincuenta años, los terrenos de cultivo de poniente se han convertido en una agradable terraza de verano; los antiguos corrales, en pista de baile y terraza de tertulia y copas, con aparcamiento incluido. Hace medio siglo, los hosteleros de “El Castillo” no tenían ayuda. El matrimonio de Elvira y Justo se encargaba de atender la fonda, con turnos de sol a sol con los que sacar adelante a sus cuatro hijos. En la actualidad, Elvira Navarro sigue ofreciendo sabios consejos a las 19 personas que trabajan habitualmente en El Castillo, incluidos los cónyuges de sus hijos que llevan toda la vida, y a los otros muchos que echan una mano en circunstancias especiales; supervisa de cerca el día a día y la buena marcha del restaurante, las tareas del hostal y el jaleo de la cafetería que fundó en el centro del pueblo hace casi ya otros 20 años.. Elvira Navarro confía celosa los secretos de los fogones a los que ha dedicado su vida a los suyos. Con el paso del tiempo, el pequeño horno que encendió un 10 de septiembre de hace cinco décadas se ha multiplicado por tres sin peder ni un ápice del sabor tradicional con que la lumbre y la leña impregnan los asados en cazuela de barro. Los humildes guisos de ayer son hoy casi 60 platos que combinan la cocina tradicional castellana con los asados, las carnes rojas y la caza; pescados para quien los prefiera y hasta 30 postres artesanos.
El menú se riega con una cuidada carta de vinos entre los que las denominaciones de origen de todo el país conviven con los espumosos y vinos de la tierra. El trato amable, la buena mesa y, en definitiva, la calidad y el mimo en todo lo que hace y promueve esta casa es parte del secreto de su éxito. Es seguro que los premios y galardones seguirán llegando, pero la familia Gregorio Navarro quiere dedicar a su madre y a su pueblo el 50º Aniversario de una empresa que tiene en su plantilla y clientes su mejor activo. La cita para compartir la celebración de las Bodas de Oro del restaurante El Castillo con la hostelería es el 10 de septiembre a partir de las ocho y media de la tarde. Como siempre, quien se acerque a esta casa, será bien recibido.