EL IV Encuentro de Vírgenes del Tremedal reúne a centenares de personas en Alcocer

Era la cuarta ocasión en la que se producía el encuentro de Vírgenes de Tremedal, pero la primera en la que éste se producía en la localidad de Alcocer. Sin embargo, un invitado amenazaba con estropear el encuentro. La lluvia, presente en varios actos de las actividades tradicionales que se han venido celebrando en la provincia durante el último año, volvió a amenazar con suspender uno de los actos más importantes del encuentro: La procesión de las vírgenes por todo el municipio.
La lluvia, presente en varios actos de las actividades tradicionales que se han venido celebrando en la provincia durante el último año, volvió a amenazar con suspender uno de los actos más importantes del encuentro: la procesión de las vírgenes por todo el municipio.
Además de la propia localidad de Alcocer, cuatro fueron los municipios que participaron en el encuentro: Orihuela de Tremedal (Teruel); Pinilla del Olmo (Soria), Loscos (Teruel) y Tronchón (Teruel). En total, cinco pueblos que compartieron, durante todo un día, su devoción por la Virgen del Tremedal.
El acto estuvo organizado por la Asociación de Mayordomas de Alcocer. Su presidenta, María San Andrés, aseguró que la de ayer era una cita muy importante porque "viene toda la gente de los otros pueblos". De ahí que se hubiesen puesto manos a la obra para conseguir que todo estuviera lo mejor organizado posible. Aunque reconoce que "el tiempo no nos ha acompañado", la presidenta asegura que "lo hemos preparado todo con mucha ilusión y mucho cariño".
En total, San Andrés calcula que se habían desplazado hasta el municipio unas 200 personas llegadas desde el resto de localidad. A esta cifra habría que sumar, además, "a todos los hijos de Alcocer que están aquí. La gente se ha volcado con esto". En total, cerca de 70 mayordomas con sus correspondientes trajes tradicionales participaron en la recepción de las vírgenes visitantes y en la posterior procesión que se realizó justo antes de la misa.
La llegada del mal tiempo amenazó con suspender uno de los actos más importantes de la jornada. "Lo más importante son la procesión y la misa".
En un primer momento, la totalidad de las imágenes se refugiaron dentro de la iglesia local. Allí, con todo el mundo ocupando los bancos y asientos disponibles, fue cuando se decidió que, pese a los nubarrones, las imágenes saldrían a hacer el programado recorrido por el pueblo. Eso sí, con dos condiciones. La primera de ellas, acortar el recorrido. La segunda, que si la lluvia volvía a intensificarse, las imágenes volverían a la iglesia para evitar que pudieran estropearse por el agua.
Quien también se mostró complacido por la celebración de estos actos fue el mismo alcalde del pueblo, Jesús Villaverde, que estuvo acompañado por los diputados provinciales y alcalde de Pareja e Illana, Francisco Javier del Río y Francisco Javier Pérez. "Me parece que ésta es una gran fiesta que sólo puede quedar deslucida por la lluvia", indica el primer edil. "Aquí vienen muchos pueblos, pero me temo que con este tiempo puede que se hayan quedado en casa la mitad de las personas que estaban pensando acercarse a Alcocer". De todas formas, se mostró contento con el número de personas desplazadas hasta el municipio. "Aquí nos encanta que la gente venga".
Comida popular
La Asociación de Mayordomas de Alcocer tenía preparado un programa de actividades de lo más completo para la jornada de ayer. Primero se llevó a cabo la recepción de las imágenes y la posterior procesión, que se retrasó notablemente debido a las dudas que despertó la irrupción del mal tiempo. Después llegó el momento de celebrar la Santa Misa, que contó con la participación del grupo de dulzaineros de la propia localidad. Y cuando todo ello hubo terminado, la hermandad alcanzó su punto álgido con la celebración de una comida popular prepara para dar de comer a unas 400 personas. El menú, principalmente, lo componían empanadas, tortillas, langostinos y carne asada. Como las predicciones metereológicas ya hacía temer a los organizadores la posibilidad de que el mal tiempo intentase estropearles la fiesta, decidieron cubrirse las espaldas preparando la comida en el interior de una nave del municipio.
Después de una tranquila sobremesa, en torno a las 18.30 horas, las mayordomas obsequiaron a sus visitantes con una degustación de dulces típicos de la zona, garnacha y limonada. Por su parte, los dulzaineros continuaron amenizando la velada a todos los asistentes con la interpretación de diversos temas, sobre todo, de jotas y pasodobles. Gracias a ellos, también se habría una puerta a los bailes tradicionales.
Una fiesta con historia
La festividad de las mayordomas de Alcocer se remonta hasta la época del Cid Campeador. Tal y como indican tanto las leyendas como la propia historia del pueblo que se ha ido transmitiendo de generación en generación, los hechos que desembocaron en esta celebración tuvieron su origen a raíz de la muerte de Rodrigo Díaz de Vivar. Tras ser abatido, se decidió transportar su cuerpo hasta la tierra del Campeador, donde debía ser enterrado. Los moros, por su parte, recorrieron el mismo camino que la comitiva, festejando los hechos, a la par que aprovechaban para saquear todas aquellas localidades que encontraban a su paso. Precisamente, uno de estos pueblos era Alcocer, que carecía de protección al estar los hombres combatiendo en otros frentes de la contienda.
Conscientes del peligro que corrían, tanto las mujeres como los niños y los pocos varones que todavía permanecían en el pueblo se encerraron en la iglesia y comenzaron a rezar a la Virgen del Tremedal. Y así fue como decidieron hacer frente al enemigo que se cernía sobre ellos y que ya asomaba por el paraje conocido por las gentes del lugar como Las Tomellosas.
Dispuestas a presentar batalla, las mujeres se pusieron sus mejores galas y, complementándolas con cintas y abalorios, salieron a combatir llevando con ella la imagen de la Virgen del Tremedal. Las huestes moras, al divisar de lejos todo el despliegue, creyeron encontrarse ante un ejército dispuesto a detenerle. De ahí que decidieran darse a la fuga antes que entablar batalla.
En aquel momento nacía una tradición que cientos de años después todavía se sigue celebrando en la localidad, siendo una estupenda oportunidad para que los vecinos puedan demostrar su devoción a la Virgen del Tremedal. Ahora, con la celebración de este encuentro en el municipio se consigue dar todavía más importancia a una fiesta que ayer movilizó a más de 70 mayordomas en todo el municipio.