El Manifiesto de Sigüenza suma nuevos aliados

19/02/2019 - 17:05 J. Pastrana

El Manifiesto de Sigüenza contra la despoblación suma nuevas adhesiones. La Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG), la Red Española de Desarrollo Rural (REDR), la Red Castellano-Manchega de Desarrollo Rural (Recamder) y los sindicatos UGT y CCOO han dado su respaldo a los diez puntos consensuados en el I Foro de Desarrollo Rural organizado a finales de 2018 por los grupos de Acción Local de la provincia en Sigüenza y Nueva Alcarria.

 

Precisamente, el presidente de Fadeta, Jesús Ortega, hizo hincapié en la importancia de unas medidas que deberían servir para poner freno a un imparable proceso que he hecho perder a los municipios un 20 por ciento de su población en 20 años, concentrando a sus habitantes en el Corredor del Henares. “El 95 por ciento de la superficie de la provincia tiene el 22 por ciento de la población”, señaló. De ahí que, frente a esta desesperada situación, se redactase el decálogo de Sigüenza para “convertir los problemas en oportunidades”. 

 

Sin embargo, para conseguir que este documento cobre auténtica relevancia es necesario que vaya sumando adhesiones. Los últimos en sumarse a él han sido UGT, APAG, REDR, Recamder, UGT y CCOO. Y no serán los últimos, ya que se espera que la próxima semana CEOE Cepyme apruebe su adhesión y también está pendiende la de Diputación y Junta de Comunidades.  El objetivo final es que el documento adquiera suficiente fuerza para ser tenido en consideración por el propio Gobierno del Estado.

El acto contó con la presencia de los presidentes de distintos grupos rurales. Por Adel Sierra Norte, José Manuel Latre, incidió en la importancia de que “cada vez más entidades, públicas y privadas, se sumen a este manifiesto” para evitar que los pueblos se queden vacíos, ya que eso también supone “perder una parte de nuestra identidad”. “Ya sabemos qué hay que hacer. Ahora debemos conseguir que detrás de unos puntos importantes haya  realidades”. Desde Adac, Vicente Hita apuntó que es necesario que tanto Estado como administraciones europeas adopten medidas para combatir la despoblación. Jesús Alba, presidente de ADR Molina de Aragón-Alto Tajo, recordó que algunas medidas concretas ya han demostrado tener utilidad en lugares como las islas Canarias. “Antes nadie quería ir a trabajar allí, pero ahora con esos incentivos es un sitio que se ha desarrollado”. Además, insistió en que el desarrollo de las zonas rurales también supondría un importante impulso para el conjunto del país. Por último, desde Adasur, Esperanza Magán, destacó el importante papel que juegan los grupos de Acción Local. “Somos el mejor vínculo con la gente de los pueblos porque los grupos de Acción Local están hechos por la gente de los pueblos”.

 

El presidente de REDR, Secundino Caso, también alabó el papel de estos grupos porque “acercamos la toma de decisiones a la gente que vive en los pueblos”, algo muy importante cuando se habla de un problema en el que no se puede simplificar. “No hay dos comarcas iguales y no hay una solución que valga para todos”. De igual forma, apostó por “discriminar positivamente a la gente del medio rural, porque vivir allí ya es muy difícil y si no, esto es imposible”. En este sentido, valoró positivamente que la Unión Europea vaya a involucrarse aún más en la lucha contra la despoblación.  “Hoy por lo menos estamos de moda”, y confía en que eso se traduzca en acciones concretas.

 

El presidente de Recamder, José Juan Fernández,  alabó la capacidad demostrada por los grupos de Acción Local para “recoger las inquietudes de los pueblos y transmitirlas a un documento concreto”, recalcando que las medidas del manifiesto “son las únicas que pueden conseguir que nuestros pueblos sigan habitados”. 

 

El acto también contó con la presencia de José María Rey por Comisiones Obreras y de Pedro del Olmo por UGT, además de Antonio Torres, de APAG. Este último, recordó que los agricultores y ganaderos son “quienes mantienen ese hilo de vida que le queda a nuestros pueblos”. Por eso espera que se produzca una discriminación positiva hacia ellos, hacia los que residen en el medio rural.