El Marchamalo no se olvida de sonreir
El Marchamalo se llevó la victoria ante el Illescas después de un partido muy serio y competido por parte de ambos conjuntos. El partido prometía y el inicio no fue para menos. A los 40 segundos, los de Andrés García disponían de la ocasión más clara para adelantarse en el marcador. Fue en un saque de banda de Dani que prolongó Cabanillas hacia Jairo. Un Jairo que a esas alturas estaba solo en la frontal del área pequeña y que hizo lo más difícil: enviar el balón fuera.
El Illescas se deshizo de esta tensión inicial con un balón filtrado hacia Barbosa en el minuto 7. Se aprovechaba de la defensa de tres adelantada que planteaba el Marchamalo. Y es que, el extremo se presentó solo ante Julián. De hecho, le rebasó y, cuando tenía todo a su favor, se tiró a la piscina. El metiroso había sido cazado.
Pero las promesas iniciales se rompieron. El partido había pasado de ser entretenido a disputarse en el centro del campo con la intensidad como bandera y con las defensas imponiéndose a los ataques. Mediada la primera parte, los gallardos encontraron un hueco en la muralla toledana en una contra y con tres pases al primer toque que dieron con Cabanillas en el área. El problema es que el delantero estaba muy forzado y, aunque fue capaz de superar a Sergio, estaba muy escorado para embocar.
La segunda parte comenzó igual que la primera, con una ocasión clara de gol, aunque en este caso a favor del Illescas. Fue en las botas de Sergio, pero su punterazo se marchó desviado. Los illescanos aprovechaban de esta forma la torrija con la que había comenzado el Marchamalo el segundo acto. De hecho, hasta el 55, no entró en la dinámica. Lo hizo con dos disparos seguidos de Manolo. Uno que detuvo Sergio y otro que se marchó muy cerca de la escuadra. A la siguiente, el media punta ya no perdonaría. Fue un centro de Navas que remató con el cuerpo.
Con el 1-0, el Illescas se fue a por el empate y cerca estuvo en un par de oportunidades, aunque siempre a balón parado. Ya fuera con faltas laterales o algún córner, como en el que Jony intentó un gol olímpico. Sin embargo, era el Marchamalo el que encontraría el premio del gol. Y es que, los gallardos ya habían avisado a sus rivales en dos contras anteriores. La primera salvada in extremis por César y la segunda marrada por Cabanillas cuando estaba solo ante Sergio. Pero a la tercera, los de García sentenciaron. Esa vez Lucas no asistió a ninguno de sus compañeros. Esa vez, el extremo, que había entrado en el 55, se la iba a jugar el solo y lo hizo con una vaselina soberbia. Quedaban diez minutos para la conclusión, pero el Illescas no fue capaz de superar la defensa gallarda.