El Museo del Prado luce en sus salas las pinturas de Juan Bautista Maíno
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
Exposición
El presidente de Castilla-La Mancha asistió junto con la ministra de Cultura a la inauguración de la muestra pictórica
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, trasladó su orgullo ante la apertura de una exposición que ayer se inauguró en el madrileño Museo del Prado, y que se ha dedicado íntegramente a la figura del pintor pastranero Juan Bautista Maíno bajo el título Maíno, un maestro por descubrir. Para Barreda, se trata de uno de los acontecimientos artísticos más importantes del año: la recuperación de un gran pintor que, sin embargo, nunca fue demasiado conocido.
El presidente, que estuvo acompañado de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, valoró el hecho de que una exposición reconozca la importancia de este artista de ascendencia italiana que desarrolló casi la totalidad de su obra en Toledo.
Esta muestra le hace justicia porque Maíno siempre ha sido un gran pintor, apuntó Barreda, que aprovechó para felicitar a la comisaria, Leticia Ruiz, por el buen planteamiento que ha hecho poniendo junto a la obra del artista, que por si sola es extraordinaria, pinturas de contemporáneos suyos, pero no mejores que él, señaló.
Para Barreda, la exposición pone en valor la obra de este paisano del que destacó alguna de sus obras cumbre, como el Retablo de San Pedro Mártir, al tiempo que recomendó la visita a esta muestra magnífica que reúne por primera vez la práctica totalidad de las obras del artista.
Por su parte, la comisaria de la exposición afirmó que ha tratado de colocar en el papel que se merece a un pintor como Juan Bautista Maíno, que sin duda es el pintor más importante de la Corte de Felipe IV después de Velázquez, con el que compartió mucho tiempo y complicidad.
En este sentido, la responsable del discurso expositivo de esta muestra explicó que lo que hemos pretendido es poner toda su obra siguiendo un discurso especialmente de temas que él trató, mostrando toda esa variedad de registros que tuvo en el mundo de la pintura tanto en técnica, como en formato, como en géneros.
Asimismo, afirmó que la exposición dedicada a Maíno también pretende cotejar su trabajo con el de grandes maestros no sólo españoles sino también internacionales, debido a su condición de pintor formado en Italia, en la vanguardia más importante de los años de finales del siglo XVI y principios del XVII. Es en esa comparación cómo se ve que Maíno se codea perfectamente y de tú a tú con otras grandes figuras de la pintura de esa época, entre las que destaca Caravaggio, señaló Ruiz.
Tampoco quisieron faltar a tan importante cita la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía, Marisol Herrero; el alcalde de Pastrana, Juan Pablo Sánchez Seco, así como la presidenta de la Diputación provincial de Guadalajara, María Antonia Pérez León. Fue ésta última quien aseguró que con la inauguración de esta muestra se descubre un artista nuevo del siglo XVII que vivió en Pastrana; y, añadió: el haber nacido en ese lugar le ha permitido aportar un poco de la belleza que esa ciudad ducal tiene.
Tal y como explicó Pérez León, gracias a esta exposición en el Museo del Prado Maíno se hace universal, por lo que ha felicitado al director del Museo del Prado y a la comisaria de la muestra, porque han hecho una exposición donde se puede ver de manera espectacular el valor que tiene este artista.
Valiosa exposición
El montaje realizado por el Museo del Prado para esta esperada exposición, dividido en dos partes, reúne en primicia casi toda la escasa producción conocida de Maíno. La primera parte está formada por una treintena de piezas que recopila toda la obra del pintor en sentido cronológico. La segunda, por su parte, contextualiza la producción de Maíno en los tres ámbitos esenciales en los que se movió: Italia, Toledo y Madrid. Este planteamiento permite mostrar la estrecha imbricación del pintor con la vanguardia italiana y su excepcionalidad dentro de la esfera española. En esta segundo parte se encuentran obras de otros artistas como Velázquez, El Greco, Caravaggio, Reni, Zurbarán o Ribera.
Honores a un desconocido
Juan Bautista Maíno es uno de los artistas más originales y al mismo tiempo más desconocidos de la pintura española de la primera mitad del siglo XVII debido a la tardía y difícil identificación de sus datos biográficos y de sus obras, ya que muchas de ellas han sido atribuidas erróneamente a otros artistas. Sin embargo, Maíno fue una de las voces más autorizadas en materia artística en la corte de Felipe IV, del que había sido maestro de dibujo en su juventud.
Parece que Maíno realizó su primera formación en Madrid, para después trasladarse a Italia, hacia 1600, país en el que continuaría su formación alrededor de diez años. De vuelta a España, en el segundo decenio del siglo XVII, Maíno desarrolló una pintura impregnada por las corrientes artísticas italianas de la época, con claras influencias de Caravaggio, Carracci, Guido Reni o Gentileschi, entre otros.
La exposición permanecerá en el Museo Nacional del Prado hasta el 31 de enero. El acceso a esta exposición está incluido en el precio de la entrada para la colección permanente y será gratuito en las mismas franjas horarias establecidas para el acceso libre a la misma: de martes a sábados de 18.00 a 20.00 horas; domingos y festivos de 17.00 a 20.00 horas; y durante toda la jornada de apertura los días 19 de noviembre (aniversario del Museo) y el 6 de diciembre (día de la Constitución).
Esta muestra le hace justicia porque Maíno siempre ha sido un gran pintor, apuntó Barreda, que aprovechó para felicitar a la comisaria, Leticia Ruiz, por el buen planteamiento que ha hecho poniendo junto a la obra del artista, que por si sola es extraordinaria, pinturas de contemporáneos suyos, pero no mejores que él, señaló.
Para Barreda, la exposición pone en valor la obra de este paisano del que destacó alguna de sus obras cumbre, como el Retablo de San Pedro Mártir, al tiempo que recomendó la visita a esta muestra magnífica que reúne por primera vez la práctica totalidad de las obras del artista.
Por su parte, la comisaria de la exposición afirmó que ha tratado de colocar en el papel que se merece a un pintor como Juan Bautista Maíno, que sin duda es el pintor más importante de la Corte de Felipe IV después de Velázquez, con el que compartió mucho tiempo y complicidad.
En este sentido, la responsable del discurso expositivo de esta muestra explicó que lo que hemos pretendido es poner toda su obra siguiendo un discurso especialmente de temas que él trató, mostrando toda esa variedad de registros que tuvo en el mundo de la pintura tanto en técnica, como en formato, como en géneros.
Asimismo, afirmó que la exposición dedicada a Maíno también pretende cotejar su trabajo con el de grandes maestros no sólo españoles sino también internacionales, debido a su condición de pintor formado en Italia, en la vanguardia más importante de los años de finales del siglo XVI y principios del XVII. Es en esa comparación cómo se ve que Maíno se codea perfectamente y de tú a tú con otras grandes figuras de la pintura de esa época, entre las que destaca Caravaggio, señaló Ruiz.
Tampoco quisieron faltar a tan importante cita la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía, Marisol Herrero; el alcalde de Pastrana, Juan Pablo Sánchez Seco, así como la presidenta de la Diputación provincial de Guadalajara, María Antonia Pérez León. Fue ésta última quien aseguró que con la inauguración de esta muestra se descubre un artista nuevo del siglo XVII que vivió en Pastrana; y, añadió: el haber nacido en ese lugar le ha permitido aportar un poco de la belleza que esa ciudad ducal tiene.
Tal y como explicó Pérez León, gracias a esta exposición en el Museo del Prado Maíno se hace universal, por lo que ha felicitado al director del Museo del Prado y a la comisaria de la muestra, porque han hecho una exposición donde se puede ver de manera espectacular el valor que tiene este artista.
Valiosa exposición
El montaje realizado por el Museo del Prado para esta esperada exposición, dividido en dos partes, reúne en primicia casi toda la escasa producción conocida de Maíno. La primera parte está formada por una treintena de piezas que recopila toda la obra del pintor en sentido cronológico. La segunda, por su parte, contextualiza la producción de Maíno en los tres ámbitos esenciales en los que se movió: Italia, Toledo y Madrid. Este planteamiento permite mostrar la estrecha imbricación del pintor con la vanguardia italiana y su excepcionalidad dentro de la esfera española. En esta segundo parte se encuentran obras de otros artistas como Velázquez, El Greco, Caravaggio, Reni, Zurbarán o Ribera.
Honores a un desconocido
Juan Bautista Maíno es uno de los artistas más originales y al mismo tiempo más desconocidos de la pintura española de la primera mitad del siglo XVII debido a la tardía y difícil identificación de sus datos biográficos y de sus obras, ya que muchas de ellas han sido atribuidas erróneamente a otros artistas. Sin embargo, Maíno fue una de las voces más autorizadas en materia artística en la corte de Felipe IV, del que había sido maestro de dibujo en su juventud.
Parece que Maíno realizó su primera formación en Madrid, para después trasladarse a Italia, hacia 1600, país en el que continuaría su formación alrededor de diez años. De vuelta a España, en el segundo decenio del siglo XVII, Maíno desarrolló una pintura impregnada por las corrientes artísticas italianas de la época, con claras influencias de Caravaggio, Carracci, Guido Reni o Gentileschi, entre otros.
La exposición permanecerá en el Museo Nacional del Prado hasta el 31 de enero. El acceso a esta exposición está incluido en el precio de la entrada para la colección permanente y será gratuito en las mismas franjas horarias establecidas para el acceso libre a la misma: de martes a sábados de 18.00 a 20.00 horas; domingos y festivos de 17.00 a 20.00 horas; y durante toda la jornada de apertura los días 19 de noviembre (aniversario del Museo) y el 6 de diciembre (día de la Constitución).