El nuevo comedor social abrirá el lunes gracias a una última inyección económica de la Junta
01/10/2010 - 09:45

Por: VIRGINIA BODEGA
Dará entre 50 y 60 comidas al día; también se pondrá en marcha el supermercado
El nuevo comedor social que la Fundación Pía de Acción Social, dependiente de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, ha habilitado en el interior del edificio que construye en el complejo Casa Nazaret dará sus primeras comidas la próxima semana, tal y como aseguró ayer el responsable de esta entidad, el también vicario de la Pastoral Social de la Diócesis Braulio Carlés.
Está previsto que sea el 1 de febrero, el lunes, cuando el nuevo recurso que gestionarán a medias Cáritas y Accem comience a funcionar, dado que el Ayuntamiento de Guadalajara se ha comprometido a tener toda la documentación y las licencias en regla para entonces. En el caso de que no pueda ser el mismo día 1, Carlés explicó que será el 2 o el 3 de febrero, como mucho, cuando el servicio ofrezca una comida caliente a las personas con menos recursos de la ciudad, los más desfavorecidos. Junto al comedor social, también se pondrá en marcha el supermercado solidario, un recurso que igualmente sólo podrán utilizar las personas con menos recursos económicos.
Que el comedor social eche finalmente a andar es posible gracias a una última inyección económica procedente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Una ayuda de 90.000 euros servirá para que Cáritas y Accem empiecen a dar comidas diariamente en esta nueva ubicación, ante el exceso de trabajo que se venía registrando desde hace más de un año en el albergue Betania, donde las instalaciones se habían quedado pequeñas para cubrir la gran demanda surgida a causa de la crisis económica. Con esta subvención y según explicó Carlés, podrán empezar a trabajar un técnico, dos auxiliares de cocina y un auxiliar administrativo, además de personal procedente de cursos de formación. Según las previsiones del vicario, cada día se darán entre 50 y 60 comidas a personas adultas, pues en el caso de niños y familias, vamos a intentar que no vengan aquí; les daremos tuppers para que preparen la comida en sus casas, señaló Carlés.
Un trabajo común
Ante la inminente apertura del comedor social que no del resto del edificio, al que todavía le quedan algunos remates por realizar, además de 300.000 euros para llevarlos a cabo, el consejero de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata, quiso conocer en persona las nuevas instalaciones ante la invitación del obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, que le acompañó. Lamata, que agradeció el trabajo y el esfuerzo discreto pero insustituible que realizan las entidades sociales como las que operan en Casa Nazaret, sobre todo en estos tiempos de crisis, destacó el apoyo que en este sentido les viene brindando el Gobierno regional, que en este 2010 incrementará estas líneas de ayudas y subvenciones en un 14 por ciento, lo que supondrá un desembolso total de 1.250.000 euros, además de mantener sus programas y actividades desarrollados directamente por los distintos departamentos de la Consejería. El objetivo de todo este esfuerzo, al que también se suma el de los propios ciudadanos, que ponen su granito de arena a través de los impuestos, y el de los voluntarios que dedican su tiempo a los más necesitados, es que todas las personas puedan vivir con dignidad, concluyó el consejero.
El obispo, que hizo historia de las circunstancias sociales y económicas que llevaron a impulsar este proyecto de atención integral a los más desfavorecidos que incluye, además de comedor social y supermercado, distintas iniciativas formativas y psicosociales, destacó el trabajo en colaboración que desarrollan Obispado y Junta de Comunidades para con los más necesitados, no sólo los pobres, sino también los mayores y los enfermos.
Que el comedor social eche finalmente a andar es posible gracias a una última inyección económica procedente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Una ayuda de 90.000 euros servirá para que Cáritas y Accem empiecen a dar comidas diariamente en esta nueva ubicación, ante el exceso de trabajo que se venía registrando desde hace más de un año en el albergue Betania, donde las instalaciones se habían quedado pequeñas para cubrir la gran demanda surgida a causa de la crisis económica. Con esta subvención y según explicó Carlés, podrán empezar a trabajar un técnico, dos auxiliares de cocina y un auxiliar administrativo, además de personal procedente de cursos de formación. Según las previsiones del vicario, cada día se darán entre 50 y 60 comidas a personas adultas, pues en el caso de niños y familias, vamos a intentar que no vengan aquí; les daremos tuppers para que preparen la comida en sus casas, señaló Carlés.
Un trabajo común
Ante la inminente apertura del comedor social que no del resto del edificio, al que todavía le quedan algunos remates por realizar, además de 300.000 euros para llevarlos a cabo, el consejero de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata, quiso conocer en persona las nuevas instalaciones ante la invitación del obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, que le acompañó. Lamata, que agradeció el trabajo y el esfuerzo discreto pero insustituible que realizan las entidades sociales como las que operan en Casa Nazaret, sobre todo en estos tiempos de crisis, destacó el apoyo que en este sentido les viene brindando el Gobierno regional, que en este 2010 incrementará estas líneas de ayudas y subvenciones en un 14 por ciento, lo que supondrá un desembolso total de 1.250.000 euros, además de mantener sus programas y actividades desarrollados directamente por los distintos departamentos de la Consejería. El objetivo de todo este esfuerzo, al que también se suma el de los propios ciudadanos, que ponen su granito de arena a través de los impuestos, y el de los voluntarios que dedican su tiempo a los más necesitados, es que todas las personas puedan vivir con dignidad, concluyó el consejero.
El obispo, que hizo historia de las circunstancias sociales y económicas que llevaron a impulsar este proyecto de atención integral a los más desfavorecidos que incluye, además de comedor social y supermercado, distintas iniciativas formativas y psicosociales, destacó el trabajo en colaboración que desarrollan Obispado y Junta de Comunidades para con los más necesitados, no sólo los pobres, sino también los mayores y los enfermos.