El obispo inaugura la residencia de los futuros sacerdotes en la capital

01/02/2011 - 11:39

El obispo de Sigüenza-Guadalajara, monseñor José Sánchez González, inauguró ayer la residencia de seminaristas mayores ubicada en la capital, concretamente, en los terrenos del Colegio Diocesano Cardenal Cisneros.
    El acto de inauguración se hizo coincidir con la celebración homenaje a Santo Tomás de Aquino, patrón de los teólogos, que se conmemoró el pasado viernes. Como es tradicional en esta ceremonia, José Sánchez presidió una eucaristía, acompañado por educadores y profesores del Seminario, después de inaugurar y bendecir la nueva residencia. Posteriormente, comenzó el acto académico con la disertación del profesor de la Facultad de Teología de Burgos, Carlos Izquierdo Yusta, que pronunció la conferencia Hacia una Europa del Conocimiento y la competencia.
    La residencia ha podido crearse gracias al aprovechamiento del espacio que anteriormente ocupaba la vivienda del obispo en la capital que, desde el año pasado, se trasladó a los terrenos adyacentes a la casa diocesana. En su lugar, se han acondicionado los espacios para habilitar cuatro habitaciones individuales –más una para el rector del Seminario Mayor–, tres aulas, sala de estar con office y servicios, recibidor y capilla.  Todos estos espacios sirven tanto para alojar a los estudiantes como para sus horas de trabajo y estudio.
    En el presente curso estudian en el Seminario Mayor tres alumnos. Dos de ellos acaban de empezar el primer curso del ciclo de Filosofía y uno más realiza ya el curso de Pastoral en San Juan de Ávila, donde reside, de manera que la residencia da servicio, en principio, a dos estudiantes y al tercero únicamente un día a la semana, a la espera de que el número de vocaciones pueda ser mayor en próximos cursos.
    El proceso que suele seguir un sacerdote antes de ser ordenado es pasar en primer lugar por el Seminario Menor, donde cursará ESO y Bachiller y, después, tras realizar la prueba de Selectividad, pasaría al Seminario Mayor, donde tendría que cursar dos años de Filosofía y otros cuatro de Teología. De seguir su transcurso normal, el estudiante se licenciaría hacia los 24 o 25 años y, si ha descubierto la llamada del Señor, solicitaría después al obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara su ordenamiento. No obstante, también puede darse el caso de vocaciones tardías por parte de personas que ya tienen otros estudios o licenciaturas. Es el caso, por ejemplo, de uno de los estudiantes actuales del Seminario Mayor, que estudió la Licenciatura de Derecho y que ahora ha iniciado un nuevo camino como seminarista.

El traslado del Seminario
El traslado del Seminario Mayor a Guadalajara se realizó previamente a la inauguración de la residencia, concretamente, hace 17 meses. El motivo, según José Sánchez, obedece a razones “prácticas”. El rector del Seminario Mayor de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Juan Antonio Fernández García, agrega que “había dos seminaristas y el seminario de Sigüenza es excesivamente grande. Por eso se decidió unirlo al Colegio Diocesano y Menor, manteniendo la independencia de los espacios y, a la par, ofreciendo una vida pastoral más rica y un mayor contacto con la enseñanza”.
El antiguo edificio seguntino, que tenía hasta 40 habitaciones para seminaristas, se está sometiendo a un proceso de remodelación de su tejado, afectado de humedades, a fin de protegerlo del paso del tiempo antes de que se le encuentre un nuevo uso a sus instalaciones. Hace años se había hablado de crear en este espacioso edificio una escuela de hostelería pero la iniciativa no cuajó finalmente. En la actualidad, la Diócesis analiza futuros usos que podrían ir desde el aspecto puramente religioso, hasta el cultural, educativo o formativo. Tal y como señaló el obispo, por cuarta vez, la Diócesis se encuentra en proceso de negociación con una empresa para hallar nuevos usos al antiguo Seminario Mayor. En otras ocasiones, las “razones económicas” han acabado por dar al traste con cualquier iniciativa.