El obispo Julián Ruiz hace balance del primer año en Sigüenza-Guadalajara
Julián Ruiz Martorell cumple un año como obispo de Sigüenza-Guadalajara. Llegó a esta diócesis procedente de la de Huesca y en este primer año ha tenido oportunidad, a través de su ministerio, de conocer ampliamente la provincia, que afirma le ha fascinado, y también de continuar el proceso sinodal abierto en 2018. Fruto de este Sínodo, concluye que las heridas de la diócesis son el envejecimiento de la población, la despoblación y la dispersión.
También destaca como retos en los que hay que trabajar la escasez de vocaciones, el acompañamiento a jóvenes y mayores y la responsabilidad de los seglares, que pueden hacer muchas cosas que tradicionalmente han hecho los sacerdotes, indica.
Su deseo para 2025 es, principalmente, la paz: "Paz en los corazones y paz en las naciones".
De todo ello habla en esta entrevista concedida a Nueva Alcarria, realizada el día 23, justo cuando se cumplía su primer año en Guadalajara.