El Padre Ángel introduce a Guadalajara en la Navidad con un mensaje optimista
17/12/2012 - 14:14
La solidaridad como vehículo de unión entre los ciudadanos para lograr un mundo mejor. Este fue el mensaje que el Padre Ángel quiso transmitir durante un feliz pregón de Navidad que acogió la iglesia del Carmen. El presidente y fundador de Mensajeros de la Paz se mostró muy emocionado con el recibimiento que le hicieron en Guadalajara y al haberse encontrado con gente a la que ayudó su organización.
Sobran agoreros. Esta fue una de las frases que pronunció el Padre Ángel García Rodríguez, presidente y fundador de Mensajeros de la Paz durante el pregón navideño que tuvo lugar ayer en la iglesia del Carmen de la capital. A su juicio, no todo está tan mal como nos los quieren vender. El Padre Ángel, como el presidente de la fundación Club Siglo Futuro, Juan Garrido y el alcalde de la capital, Antonio Román, reconoció que nos ha tocado vivir una situación muy difícil pero él se mostró seguro de que otro mundo mejor es posible.
Emplazó a los políticos y dirigentes del país a dialogar para tomar las mejores decisiones y a ser optimistas, pero sin engañar a la gente. El Padre Ángel aseguró que vivimos mejor que nuestros antepasados más recientes y que ha habido otros muchos momentos de debilidad económica de los que se ha salido, con la colaboración de todos. El presidente y fundador de Mensajeros de la Paz cree que hay empresarios y gente emprendedora que puede ayudar a sacar adelante al país. Hay personas que, como en Navidad, nos darán una buena nueva; otra oportunidad y, recordó, que la crisis es sólo monetaria, que hay que tener esperanza y ser optimistas porque no todo es Sodoma y Gomorra en este país, de verdad.
Habló de que hay valores como la solidaridad, que están ahí, a pesar de los pesares. Habló de cómo hay gente que se pasa la vida haciendo el bien por los demás, pensando en la salud del que tiene al lado, en darle de comer al hambriento, en ser el hombro en el que llore un amigo. Maldito el que pone trabas para que un niño no se cure o muera de hambre. Por eso digo, bendito el que hace el bien. El Padre Ángel les contó a los alcarreños cómo en Níger, a tan sólo cuatro horas de avión de Madrid, se mueren de hambre miles de niños al día y que hay gente que no tiene medicinas, ni agua para beber. El paliar todas esas carencias ha sido la leiv motiv de Mensajeros de la Paz, una organización que nació hace 50 años como algo local, para ayudar a los niños necesitados y que se ha ido extendiendo a nivel nacional e internacional, y a todas las personas que en un momento de su vida necesitan la ayuda del prójimo.
Recordó cómo en España hay gente que también lo está pasando mal, que no hay que irse a países subdesarrollados. Niños que sólo hacen una comida al día... Y contó una anécdota, la de un niño de cuatro años, que cuando estaban haciendo las tareas del colegio en una de las oficinas que Mensajeros de la Paz tiene y se pusieron a merendar, se guardaba en una servilleta un trozo de pan y otro de salchicha. Le pregunté qué estaba haciendo y me contestó que era para su abuelo que llevaba días sin comer. Esto es solidaridad. Aseguró que nunca antes había habido tanta solidaridad. Tendríamos que decir bendita crisis por ellos, pero, no. Benditos son los enfermos, los pobres, los hambrientos, relató. Bendita es ese agua que sale del grifo que abrimos o el alimento que sacamos de la nevera. El pregonero se mostró indignado con aquellos que dicen, en la plaza de Colón, que la familia está en crisis. La familia es el valor más importante que tenemos, espetó. Y al lado de estos valores está la investigación, el arte, la cultura, todas esas cosas buenas que tenemos y en las que nos tenemos que apoyar para salir adelante, subrayó.
El Padre Ángel se mostró nervioso y aseguró estar emocionado por el recibimiento que le habían dado en Guadalajara. Relató cómo había gente que se había inclinado ante él para agradecerle la labor que se realiza en los hogares de Mensajeros de la Paz con los más necesitados. Me impresiona ver una iglesia con tanta gente y hacerlo mal. Pienso, quién me mandó a mí decir que sí a la petición de la Fundación Siglo Futuro, comentaba al acceder al altar. Pero el Padre Ángel estaba feliz porque iba a anunciar la Buena Nueva, la llegada del Mesías a la tierra, la Navidad.
A través del relato de sus propias experiencias, invitó a los ciudadanos que se agolpaban en el templo a sonreír porque Dios se va a hacer carne viva y va a anunciar el mensaje de que Nos amemos, de que nos amemos mucho. Esto que los curas decimos en la bodas, bautizos, confirmaciones, ... Lo que nos dicen nuestras madres cuando alguien se casa. Este fue el mensaje del llamado embajador de los pobres, un cura atípico, luchador y optimista, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, en quien confiaron los padres franciscanos y las religiosas concepcionistas de Guadalajara el mensaje de esta Navidad. El colofón a la velada la puso la Orquesta Sinfónica de Guadalajara.