El pan y la pasta prosiguen sus subidas de precios
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
El pan y la pasta prosiguieron sus subidas de precios en febrero al no bajar el del cereal y crecer la producción mundial menos de lo esperado -apenas un 1% anual-. Según los últimos datos facilitados este martes por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el aceite de girasol -principal alternativa al de oliva, sobre todo en sus rachas alcistas- es ahora un 37,1% más caro que hace un año, la harina de trigo un 25,9% más, la leche esterilizada un 24,4% más y los espaguetis un 18,9%, lo que supone un grave quebranto para el bolsillo de muchas familias al tratarse de productos básicos para ellas.
No obstante, febrero supuso un pequeño alivio en buena parte de los alimentos frescos, con descensos sensibles en los tomates para ensalada (-7,25), la pescadilla (-6,9%), los plátanos de Canarias (-5,8%), el gallo (-5,8%), los pimientos verdes (-5,5%), el cordero (-3%) y la carne de pollo (-2,6%). Pero no todo fueron alegrías en este ámbito, pues la bacaladilla -una alternativa hasta ahora barata dentro de los pescados blancos y con interesantes propiedades nutritivas- se encareció un 7%, los limones un 5,2%, el jurel un 4,5%, las anchoas o boquerones un 1,8% y las patatas un 1,4%.
En la comparativa anual, sin embargo, la situación continúa difícil para costear la alimentación de los hogares. Ocho productos frescos registraron subidas de dos dígitos y sólo un tercio (11) de los 30 que recoge el Ministerio quedaron por debajo de la inflación media de los últimos doce meses (3,1%) o bien redujeron sus tarifas (sólo ocho lo hicieron). Los más onerosos para los presupuestos familiares durante ese período fueron los limones (que dispararon su importe un 30,2%), la carne de pollo fresca (16,2% más), los boquerones (14,8% más), la bacaladilla (14,7% más), la sardina (13,4% más), los gallos (11,8% más), los plátanos canarios (11,6% más) y los huevos (10,1% más).
Por el contrario, las judías verdes son ahora un 12,7% más baratas que hace un año, mientras que los tomates para ensalada han bajado un 9,3%, los pimientos verdes un 8,1%, la lechuga un 5,3% y las patatas un 3,7%. Asimismo, resulta significativo que el kilo de carne de ternera de 1ª A valga más de 15 euros en buena parte de los establecimientos comerciales (casi un 8% más que en febrero de 2007), que el kilo de cordero supere los 10 euros (pese a haber subido apenas un 1%) o que el kilo de conejo resulte ya un poco más caro que el de cerdo de 1ª (entre 10 y 20 céntimos más), si bien los dos se aproximan a los seis euros. En Campofrío, el principal grupo de alimentación español, prevén que la carne se encarezca cerca de un 14% este año.
El cereal, por las nubes
El panorama resulta todavía peor en la alimentación envasada, ya que el precio de los principales cereales sigue por las nubes. En España, el importe del trigo duro se ha duplicado con creces desde principios de julio pasado (ahora vale 418 euros por tonelada), mientras que el coste del blando ha crecido casi un 43%, el de la cebada un 39% y el del maíz un 20%. A su vez, en el mercado de futuros de Chicago, uno de los principales en esta materia, las tarifas del trigo blando se han disparado más de un 14% sólo en las dos últimas sesiones.
Todo ello se ha dejado notar en la factura del pan y sus derivados. Así, la bollería es ahora un 8,3% más cara que doce meses atrás (la mitad de esa subida se produjo en febrero), el pan de molde un 9,3% más y la harina (de trigo) un 25,9% más. Algo similar pasa con los espaguetis (la pasta más demandada), cuyo importe ha aumentado un 18,9%, el aceite de girasol refinado (37,1% más) y la cerveza (6,5% más), por un lado, y la leche esterilizada (un 24,4% más), los yogures (un 8,9% más) y el queso emmenthal (un 6,5% más), por otro.
En la comparativa anual, sin embargo, la situación continúa difícil para costear la alimentación de los hogares. Ocho productos frescos registraron subidas de dos dígitos y sólo un tercio (11) de los 30 que recoge el Ministerio quedaron por debajo de la inflación media de los últimos doce meses (3,1%) o bien redujeron sus tarifas (sólo ocho lo hicieron). Los más onerosos para los presupuestos familiares durante ese período fueron los limones (que dispararon su importe un 30,2%), la carne de pollo fresca (16,2% más), los boquerones (14,8% más), la bacaladilla (14,7% más), la sardina (13,4% más), los gallos (11,8% más), los plátanos canarios (11,6% más) y los huevos (10,1% más).
Por el contrario, las judías verdes son ahora un 12,7% más baratas que hace un año, mientras que los tomates para ensalada han bajado un 9,3%, los pimientos verdes un 8,1%, la lechuga un 5,3% y las patatas un 3,7%. Asimismo, resulta significativo que el kilo de carne de ternera de 1ª A valga más de 15 euros en buena parte de los establecimientos comerciales (casi un 8% más que en febrero de 2007), que el kilo de cordero supere los 10 euros (pese a haber subido apenas un 1%) o que el kilo de conejo resulte ya un poco más caro que el de cerdo de 1ª (entre 10 y 20 céntimos más), si bien los dos se aproximan a los seis euros. En Campofrío, el principal grupo de alimentación español, prevén que la carne se encarezca cerca de un 14% este año.
El cereal, por las nubes
El panorama resulta todavía peor en la alimentación envasada, ya que el precio de los principales cereales sigue por las nubes. En España, el importe del trigo duro se ha duplicado con creces desde principios de julio pasado (ahora vale 418 euros por tonelada), mientras que el coste del blando ha crecido casi un 43%, el de la cebada un 39% y el del maíz un 20%. A su vez, en el mercado de futuros de Chicago, uno de los principales en esta materia, las tarifas del trigo blando se han disparado más de un 14% sólo en las dos últimas sesiones.
Todo ello se ha dejado notar en la factura del pan y sus derivados. Así, la bollería es ahora un 8,3% más cara que doce meses atrás (la mitad de esa subida se produjo en febrero), el pan de molde un 9,3% más y la harina (de trigo) un 25,9% más. Algo similar pasa con los espaguetis (la pasta más demandada), cuyo importe ha aumentado un 18,9%, el aceite de girasol refinado (37,1% más) y la cerveza (6,5% más), por un lado, y la leche esterilizada (un 24,4% más), los yogures (un 8,9% más) y el queso emmenthal (un 6,5% más), por otro.