El Parque Natural del Barranco del Río Dulce, todo un espectáculo de la naturaleza

14/12/2022 - 10:12 Redacción

Entre bosques de encina y quejigo, de sabinas y enebros, de sauces y chopos y con la presencia de buitres leonados, águilas reales, halcones peregrinos y chovas pequirrojas, encontramos uno de los mayores espectáculos de la naturaleza que ofrece la provincia de Guadalajara. Es el Parque Natural del Barranco del río Dulce.

Su importancia ambiental característica se deriva de un proceso geológico relevante: la excavación por el río de un profundo cañón en potentes estratos de calizas. Durante el periodo del Secundario, Jurásico y Cretácico la zona estuvo frecuentemente cubierta por mares que depositaron las calizas que ahora se observan. En el Terciario se produjo la fractura y plegamiento de estos sedimentos y más recientemente, en el Cuaternario, el río Dulce ha ido disolviendo las calizas y excavando el cañón actual que se manifiesta a través de las típicas formas de este sistema geomorfológico: ciudades encantadas, lapiaces, cuevas, simas, torcas, dolinas o edificios tobáceos que se pueden observar con toda claridad en el meandro abandonado de La Cabrera. El resultado es un relieve muy llamativo que se compone de parameras amplias y altas, interrumpidas por el corte del cañón del río Dulce, y también de sus afluentes, que dan lugar a cascadas estacionales.
    
¿Qué veremos?
Los paisajes formados por sus bosques y los tres pueblos de su recorrido nos dejarán un magnífico recuerdo. Los bosques que cubren este Parque Natural se componen fundamentalmente de encina y de quejigo, con mayor o menor espesura y altura en función del secular aprovechamiento de pastos y leñas. Donde el suelo escasea surgen las sabinas y los enebros. La mayor parte del área potencial del bosque en galería fluvial del  río Dulce se encuentra actualmente ocupada por huertos o plantaciones productoras de chopo. Localmente aparecen rodales de este bosque bien conservado con chopos o

El ambiente nemoroso del cañón facilita la presencia de especies propias de ambientes más norteños, como los arces y guillomos. Entre los roquedos de las paredes del barranco podemos avistar buitres leonados, águilas reales, halcones peregrinos y chovas pequirrojas. En las riberas garzas y ánades reales, el martín pescador y la lavandera cascadeña.

El disfrute de los recursos naturales del Parque se puede completar con los proporcionados por el patrimonio cultural, destacando el conjunto histórico de la cercana Sigüenza. El Románico está representado por las preciosas iglesias de Jodra, Saúca y Pelegrina, contando ésta última con un maravilloso castillo.

Nueva infraestructura
El Parque Natural del Barranco del Río Dulce ha mejorado recientemente sus infraestructuras con un nuevo aparcamiento y rutas senderistas. El Gobierno de Castilla-La Mancha ha invertido más de 50.000 euros para mejorar el acceso y la protección de este espacio natural, impulsando el turismo activo de naturaleza en este espacio que tan sólo el año pasado recibió a casi 8.000 visitantes, ha afirmado el consejero. Junto al aparcamiento, también se ha construido una senda peatonal para acceder al pueblo a pie de 600 metros de longitud.

El mirador del gran Félix Rodríguez de la Fuente
Durante años, el naturalista y divultagador ambientealista español Félix Rodríguez de la Fuente convirtió la Hoz de Pelegrina en un plató natural donde llegó a grabar más de ochenta capítulos con algunas de las secuencias más divulgadas como la captura de una cría de cabra montés por un águila real o las escenas más conocidas del lobo ibérico, en su empeño por desmitificar su imagen negativa. Tras su fatídica muerte, los vecinos de Pelegrina levantaron el monumento pétreo junto al mirador actual, agradeciendo su labor para el reconocimiento y protección del barranco del río Dulce. Está situado en la carretera de Torremocha del Campo a Sigüenza. Este balcón sobre la Hoz permite una magnífica panorámica del Barranco del Río dulce en general y sobre el lugar donde se rodaron muchos de sus documentales. Se puede observar en el fondo del barranco la caseta de Félix, situada a escasos metros del cauce del río.

 

El Valle del Río Ungría, nuevo Espacio Protegido
La Consejería de Desarrollo Sostenible aprobaba en el mes de mayo un decreto por el que se declaraba Paisaje Protegido el territorio de la provincia de Guadalajara bajo la denominación ‘Valle del Río Ungría’, con una superficie de 7.068,01 hectáreas, ubicado en los términos municipales de Atanzón, Brihuega, Caspueñas, Centenera, Gajanejos, Guadalajara, Ledanca, Lupiana, Muduex, Trijueque y Valdeavellano.

El objetivo es garantizar la conservación de la flora, fauna, gea, paisaje, aguas y atmósfera de este espacio natural, así como la estructura, dinámica y funcionalidad de sus respectivos ecosistemas y geosistemas, con especial atención a los elementos geomorfológicos y a las especies de flora y fauna catalogadas presentes en el área.

De igual modo, se pretende restaurar las áreas y recursos naturales que se encuentren degradados, garantizar el uso sostenible de los recursos naturales renovables, de manera compatible con la conservación de los demás valores naturales.

Asimismo, se promoverá la investigación aplicada a la conservación de la naturaleza, se protejen los valores paisajísticos del entorno mediante la conservación de aquellas áreas singulares y se conservan los valores culturales singulares característicos y tradicionales de la zona.

Su combinación de geomorfología, vegetación natural y cultivos configura un paisaje típicamente alcarreño con escasa o nula presencia en el territorio de infraestructuras como antenas, líneas eléctricas, carreteras, viviendas y construcciones dispersas y núcleos urbanos.

Respecto a la fauna, el análisis de la zona con datos propios de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, así como de información proveniente de otros informes, arroja un total de 79 especies de fauna protegida.