El penalti de la victoria
El acierto de Aitor Rubio desde los once metros decidió un encuentro espeso y equilibrado entre Marchamalo y Pedroñeras.
El Marchamalo tuvo que armarse de paciencia para doblegar al Pedroñeras en un encuentro marcado por el equilibrio y la falta de ocasiones claras. En un duelo de ritmo irregular y pocas concesiones, fueron los pequeños detalles y la insistencia local los que terminaron decantando la balanza, culminados con el tanto de Aitor Rubio desde el punto de penalti.
El encuentro arrancó con una posesión repartida y sin un claro dominante. Marchamalo, más organizado en la circulación, logró acercarse con algo más de criterio al área rival, aunque varios pases imprecisos impidieron a los locales culminar sus ataques. Durante los primeros quince minutos ninguno de los dos conjuntos consiguió imponerse y el choque avanzó sin ocasiones claras.
La primera acción destacada llegó en el minuto 18, cuando Nico firmó el primer disparo con verdadero peligro para los de Emilio López. El intento puso algo de tensión al partido, pero no alteró el guion: igualdad máxima, ritmo bajo y escasa profundidad por ambos lados. Los gallardos, prudentes en ataque, echaban en falta algo más de decisión en los metros finales, mientras el Pedroñeras tampoco lograba inquietar.
A diez minutos del descanso, los visitantes protagonizaron su aproximación más seria, pero Balles, atento, realizó un despeje providencial para disipar el peligro. La zaga local, muy sólida, sostuvo al equipo en una primera mitad sin excesos ofensivos. La afición despertó con un intento de Nepo, que rozó el gol desde la derecha y fue lo más destacado antes del intermedio, al que se llegó con ligera superioridad marchamalera.
La segunda parte no pudo empezar peor para los locales: un choque entre Balles y el visitante Cisco frenó el juego y dejó al capitán gallardo con una hemorragia nasal que forzó su salida temporal del terreno de juego. Pese al susto, el equipo reaccionó bien y Arribas protagonizó la mejor ocasión del duelo hasta ese momento, obligando al portero conquense a intervenir al límite.
El regreso de Balles dio estabilidad al once y, con todos los efectivos disponibles, el Marchamalo buscó un punto más de intensidad. En el minuto 63 ambos entrenadores movieron banquillo con un doble cambio, intentando dar aire fresco a un encuentro que seguía necesitando ritmo.
Aunque los locales acumulaban más llegadas y más intención ofensiva, persistía la indecisión en el último pase, un factor que había lastrado al equipo durante todo el choque. Y cuando el partido parecía encaminarse hacia un final cerrado, llegó la acción determinante.
En el minuto 73, un empujón en el área del Pedroñeras terminó en pena máxima a favor de los gallardos. Aitor Rubio, con serenidad, tomó la responsabilidad y no falló desde los once metros, poniendo el 1-0 que acabaría siendo definitivo.
El tanto dio aire y confianza al Marchamalo, que a partir de entonces manejó el partido con más autoridad, presionando arriba y evitando que el Pedroñeras encontrara opciones para empatar. Sin ocasiones reseñables en los últimos compases, el conjunto verdillo supo administrar su ventaja hasta escuchar el pitido final.
Triunfo trabajado para un CD Marchamalo que construyó su victoria desde la seguridad defensiva y la insistencia ofensiva. Tres puntos que refuerzan las aspiraciones gallardas en una Tercera RFEF cada vez más exigente.
LA FICHA
CD MARCHAMALO: Yelco, Sergio (Alex López 80’), Bayiha, Balles, Kupen, Arribas, Nico, Bulga (Martin 64’), A. Rubio, Manu Navarro, Nepo (Yélamos 64’).
PEDROÑERAS: Ahmed, Juanda, Lucas Gil, Jorge (Fran Estrella 81’), Danny A. (Nacho Huertas 63), Rossi (K. Rosillo 63’), Chan, Serhan, Jensen (Julián 81’), Cisco, Manu Martin.
ÁRBITRO: Alejandro Alonso, asistido en líneas por Jean Stiven Leon y Juan Carlos Magán. Enseñó la cartulina amarilla a Jensen por los visitantes y a A. Rubio por los locales.
INCIDENCIAS: Encuentro disputado en La Solana frente a 300 espectadores.

.jpeg)
.jpeg)

.jpeg)
.jpeg)

