El Prado exhibe ‘La Purificación de María en el templo’, obra clave del Renacimiento

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

‘La Purificación’, obra del artista flamenco Pedro de Campaña, está finalmente restaurado después de un arduo trabajo que ha durado más de cuatro años. El Museo del Prado ya exhibe esta creación de un pintor olvidado que pronto recibirá su reconocimiento.
Tras un largo y complejo proceso de restauración –cuatro años de laborioso trabajo-, el Museo del Prado exhibe hasta el mes de marzo La Purificación de María en el templo, una de las obras más emblemáticas del Renacimiento. Esta tabla de roble de 330x240 cm. y 300 kilos de peso fue pintada por el maestro flamenco Pedro de Campaña (1503-1587) para la catedral de Sevilla. “A no mucho tardar se restituirá a Campaña al lugar que merece, y éste no es otro que situarle en la cima de los artistas del Renacimiento”, dijo la conservadora de pintura de la catedral de Sevilla, Teresa Laguna. “El año que viene se puede producir la explosión de este artista”, añadió.
La Purificación forma parte del Retablo del mariscal Diego Caballero, articulado en una serie de escenas en las que, además de Campaña, intervinieron varios discípulos. “En la tabla central no hay más mano que la de Campaña”, aseguró Laguna. Influenciado por Durero y Miguel Ángel, el pintor flamenco representa en La Purificación a la Sagrada Familia. La Virgen aparece acompañada por la personificación de las siete Virtudes. Una de ellas, la Caridad, atiende los requerimientos de un hombre tullido.
“La pieza llegó al taller en un estado lamentable”, indicó Maite Dávila, restauradora de pintura del Museo Prado. Dávila trabajó codo con codo con José de la Fuente, responsable del proceso de ensamblaje del soporte, formado por catorce paneles de roble del Báltico de cuatro centímetros de grosor.
“Los paneles se armaron en sentido horizontal, algo que no parece muy conveniente para una obra de formato vertical”, explicó De la Fuente, quien justificó la “desafortunada” decisión “al no encontrar paneles de una longitud suficiente”. Esta circunstancia constituyó, desde los orígenes, un problema importante de inestabilidad. “Aunque se trató de subsanar mediante correderas transversales, la amenaza de grietas ha sido constante”, asegura.