El primer etarra juzgado tras el comunicado de ETA se niega a contestar a las preguntas
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Se enfrenta a 83 años por el asesinato del policía Luis Ortiz
El primer etarra juzgado tras el comunicado de ETA en el que la banda anuncia el cese de las acciones ofensivas y ex jefe militar de la banda, Gorka Palacios, ha guardado silencio en el juicio que se celebra contra él.
Palacios se enfrenta a 83 años de cárcel por su presunta participación en el atentado de julio de 2001 por miembros del Comando Madrid, que acabó con la muerte del Policía Nacional Luis Ortiz de la Rosa. No voy a contestar absolutamente nada, respondió Palacios a la presidenta del tribunal, la juez Angela Murillo, cuando le comunicó su derecho a no responder a las preguntas que se formulasen. Tampoco hizo ninguna alegación durante el turno de última palabra y se limitó a recordar que ya dijo que no iba a hacer declaraciones. La defensa del terrorista ha afirmado que no es suficiente para condenarle la declaración de otros condenados.
El fiscal Juan Moral ha elevado a definitivas su petición de 83 años de cárcel para el etarra por un delito de asesinato terrorista, otro de estragos terroristas y cuatro más de lesiones terroristas. Además, ha pedido a la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal que imponga al supuesto etarra el pago de una indemnización de 300.506 euros a los herederos del agente fallecido y otra de 180.304 a uno de los heridos en el atentado que quedó incapacitado para trabajar.
En las dos ocasiones en que ha tomado la palabra, el etarra ha contestado en castellano y en una actitud más respetuosa que la que viene siendo habitual en los dirigentes de la banda cuando se presentan ante la Audiencia Nacional.
El fiscal Juan Moral ha elevado a definitivas su petición de 83 años de cárcel para el etarra por un delito de asesinato terrorista, otro de estragos terroristas y cuatro más de lesiones terroristas. Además, ha pedido a la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal que imponga al supuesto etarra el pago de una indemnización de 300.506 euros a los herederos del agente fallecido y otra de 180.304 a uno de los heridos en el atentado que quedó incapacitado para trabajar.
En las dos ocasiones en que ha tomado la palabra, el etarra ha contestado en castellano y en una actitud más respetuosa que la que viene siendo habitual en los dirigentes de la banda cuando se presentan ante la Audiencia Nacional.