El profesor Isern desvela los secretos ocultos del cuadro mágico de los templarios

20/09/2011 - 11:28 Beatriz Pariente

El I Premio Nacional de Investigación Templaria que ostenta el libro El cuadro mágico de la Orden del Temple reconoce el trabajo de indagación realizado por su autor, Joseph María Isern i Monné, que además de documentarse en profundidad, viajó a varios de los escenarios más famosos donde hubo presencia de miembros de la Orden en busca de nuevas pistas con las que descifrar los criptogramas de una de las órdenes militares más famosas de nuestra historia.
    Los caballeros templarios cuidaban mucho de que su saber permaneciera oculto a la vista de quienes no debían acceder a él. Por este motivo, reunieron buena parte del conocimiento de su época en el Cuadro mágico de los Templarios, un documento cifrado que contiene 25 letras distribuidas en un cuadro formado por cinco palabras latinas, Sator, Arepo, Tenet, Opera y Rotas, que se leen del mismo modo de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, de arriba abajo y de abajo arriba. Esta peculiaridad no es un simple juego de palabras. Según las investigaciones de Isern, profesor de Física, Matemáticas y Música y apasionado de la historia, estas letras contienen toda la ciencia, conocimiento y experiencia de la vida humana. No en vano, sólo con la combinación de las cinco palabras pueden leerse otras mil que describen “la filosofía de su tiempo, los aperos del campo, la geometría del tiempo y el sistema planetario”, expone su autor, quien define al criptograma como “un libro abierto que contenía instrucciones”. Dichas instrucciones se descubren paso a paso en la medida en que va avanzándose en la lectura del libro. Operator, que puede leerse en el criptograma, significa trabajador/operario; mientras que sator es plantador o sembrador, padre o creador. Teneo es tener, coger, sujetar, subsistir, etc; rotas es rueda, es carro, etc.
    El criptograma se extendió por todo el mundo y puede verse en Verona, en Santiago de Compostela, en Inglaterra, en Mónaco… lugares todos donde transmite “un sentido idelógico, esotérico y filosófico de la época de los templarios” al que, no obstante, sólo tenían acceso los más eruditos.         “Sólo la élite de los templarios sabía leerlo, era como un santo y seña, como el que hay en todas las órdenes militares”.
    El libro de Isern desvela las claves de todas las palabras que se encuentran en el criptograma medieval y que descubren la vida de los templarios y de la sociedad de la época. Su reedición ampliada se presentó hace unos días en Horche y también en Atienza, donde los interesados en los misterios templarios pudieron deleitarse con las explicaciones de Isern o, para los profanos, adentrarse por primera vez en este apasionante mundo.
Si se han quedado con el gusanillo de saber más acerca del criptograma o se creen capaces de descubrir el significado en latín de las combinaciones de palabras pueden hacerse con el libro del profesor en la librería Cobos de Guadalajara o en Lua, bajo la edición de Aache. Sus 269 páginas ayudarán al lector a desgranar la esencia esotérica y enigmática del cuadro que, según Isern, contiene al final el significado del mismísimo Grial, el vaso sagrado donde Cristo bebió en la última cena. Para hacer más fácil la identificación y significado de los términos, incluye diversos cuadros y gráficos en los que se muestra poco a poco las combinaciones de las 25 letras que contiene. Según la concejala de Cultura de Horche, Eva María González, Isern ya es conocido en el pueblo guadalajareño porque “editó un libro del cura Ignacio Clavo en relación al cuarto centenario del Quijote”.