El PSOE dice que un decreto de Bris descubre el engaño de Antonio Román al negar las paradas del Plan ASTRA
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
Antonio Román debe explicar por qué ha puesto tantos impedimentos para autorizar las tres paradas que proponía el Gobierno regional en el marco del Plan Astra, el sistema supramunicipal de transporte urbano del que se van a beneficiar 15 localidades de nuestra provincia y más de 166.000 habitantes. Así lo ha exigido el PSOE tras tener conocimiento del decreto que en julio de 2001 firmó el entonces alcalde de Guadalajara, José Mª Bris, que autorizaba una serie de paradas en itinerarios de entrada a la ciudad, antes de la Estación de Autobuses, así como de salida, después de partir desde dicha instalación.
En concreto, para los vehículos procedentes de la autovía A-2 y las carreteras CN-320 y CM-2006, Bris permitía que se detuviesen en las inmediaciones del Hospital General de Guadalajara. Para los autobuses que llegasen a la capital desde las carreteras CM-101 y CM-1002, podían efectuar parada inmediatamente antes de la intersección con la calle Francisco Aritio. Además, los coches que accediesen a la ciudad desde la CM-9100 podían detenerse en las proximidades de la estación ferroviaria de RENFE.
Por lo que respecta a los itinerarios de salida, el ex alcalde popular de Guadalajara autorizaba que los autobuses que se dirigiesen hacia la autovía A-2 y las carreteras N-320 y CM-2006, pudieran efectuar parada en las inmediaciones del centro hospitalario. En aquel decreto, que se remonta a hace casi nueve años, José Mª Bris permitía que aquellos vehículos que llegasen a la ciudad antes de las 9:00 horas podían depositar a sus viajeros en la calle Toledo y en la confluencia de la Avenida de Castilla con el Paseo de las Cruces.
Tras las obstáculos planteadas en las últimas semanas, o bien José Mª Bris y Antonio Román nos estaban mintiendo, o bien han ocultado de forma premeditada el contenido de este documento, lo cual sería aún más grave. Este engaño ha venido a confirmar que en realidad se trataba de una estrategia premeditada, de ahí que Román esté obligado a explicar a los municipios beneficiarios del Plan Astra los verdaderos motivos de su negativa a las paradas, reclama Antonio Marco, diputado regional del PSOE de Guadalajara.
Tras la reunión mantenida con los responsables de la Consejería de Ordenación del Territorio y Transportes, el alcalde de Guadalajara se mostró dispuesto a ceder a las tres paradas tipificadas en el Plan Astra y localizadas en la Estación de Autobuses, el Hospital General Universitario y la estación de RENFE a cambio de una serie de inversiones y mejoras en la calle Francisco Aritio y en la propia estación. Antonio Román se ha quitado la careta y ha demostrado con este comportamiento cicatero que el verdadero motivo de esta polémica no era otro que obtener alguna contraprestación a cambio de aceptar las paradas. En una palabra, el alcalde ha tratado de convertir este plan en moneda de cambio para sacarle el mayor provecho posible en forma de inversiones, lamenta Marco.
El diputado socialista dice que Antonio Román ha demostrado una ignorancia supina a la hora de abordar esta situación, no sólo porque desconocía la existencia del Decreto de Alcaldía que firmó en su día José Mª Bris, sino porque tampoco tuvo reparos en admitir que no tenía noticias de la rueda de prensa que en su día ofrecieron los alcaldes de Pastrana y Sacedón, junto a la alcaldesa de Brihuega, para solicitar más paradas de sus respectivas rutas en Guadalajara. No era necesaria tanta sobreactuación para poner en entredicho las buenas relaciones institucionales. El alcalde ha ido demasiado lejos en su enfrentamiento con la Junta de Comunidades, que ha convertido este asunto en un elemento de confrontación y deslealtad, concluye.
Por lo que respecta a los itinerarios de salida, el ex alcalde popular de Guadalajara autorizaba que los autobuses que se dirigiesen hacia la autovía A-2 y las carreteras N-320 y CM-2006, pudieran efectuar parada en las inmediaciones del centro hospitalario. En aquel decreto, que se remonta a hace casi nueve años, José Mª Bris permitía que aquellos vehículos que llegasen a la ciudad antes de las 9:00 horas podían depositar a sus viajeros en la calle Toledo y en la confluencia de la Avenida de Castilla con el Paseo de las Cruces.
Tras las obstáculos planteadas en las últimas semanas, o bien José Mª Bris y Antonio Román nos estaban mintiendo, o bien han ocultado de forma premeditada el contenido de este documento, lo cual sería aún más grave. Este engaño ha venido a confirmar que en realidad se trataba de una estrategia premeditada, de ahí que Román esté obligado a explicar a los municipios beneficiarios del Plan Astra los verdaderos motivos de su negativa a las paradas, reclama Antonio Marco, diputado regional del PSOE de Guadalajara.
Tras la reunión mantenida con los responsables de la Consejería de Ordenación del Territorio y Transportes, el alcalde de Guadalajara se mostró dispuesto a ceder a las tres paradas tipificadas en el Plan Astra y localizadas en la Estación de Autobuses, el Hospital General Universitario y la estación de RENFE a cambio de una serie de inversiones y mejoras en la calle Francisco Aritio y en la propia estación. Antonio Román se ha quitado la careta y ha demostrado con este comportamiento cicatero que el verdadero motivo de esta polémica no era otro que obtener alguna contraprestación a cambio de aceptar las paradas. En una palabra, el alcalde ha tratado de convertir este plan en moneda de cambio para sacarle el mayor provecho posible en forma de inversiones, lamenta Marco.
El diputado socialista dice que Antonio Román ha demostrado una ignorancia supina a la hora de abordar esta situación, no sólo porque desconocía la existencia del Decreto de Alcaldía que firmó en su día José Mª Bris, sino porque tampoco tuvo reparos en admitir que no tenía noticias de la rueda de prensa que en su día ofrecieron los alcaldes de Pastrana y Sacedón, junto a la alcaldesa de Brihuega, para solicitar más paradas de sus respectivas rutas en Guadalajara. No era necesaria tanta sobreactuación para poner en entredicho las buenas relaciones institucionales. El alcalde ha ido demasiado lejos en su enfrentamiento con la Junta de Comunidades, que ha convertido este asunto en un elemento de confrontación y deslealtad, concluye.