El PSOE pide a Román que rinda cuentas sobre el cumplimiento de los acuerdos del pleno

Según ha explicado el portavoz socialista, Daniel Jiménez, a diferencia de lo que ocurría en el mandato anterior, cuando prácticamente todas las mociones de la oposición eran rechazadas por la mayoría absoluta del PP, ahora que hay un gobierno en minoría están saliendo adelante gran parte de ellas. Sin embargo, estos acuerdos del pleno quedan después olvidados en un cajón. En los meses transcurridos desde la formación de la nueva Corporación municipal, se han aprobado más de una treintena de propuestas, pero apenas media docena se han llevado a término, según ha indicado Jiménez, pese a que el mandato del pleno es de obligado cumplimiento cuando se refiere a competencias estrictamente municipales.

“Queremos que el pleno tenga la importancia que merece y rechazamos que el alcalde pueda meter en un cajón los acuerdos que se aprueben y se olvide de ellos. No se trata solo de cumplir formalmente con la democracia, sino de la obligación de un alcalde en minoría de cumplir lo que la mayoría quiere, que en este caso está expresado en el pleno del Ayuntamiento”, ha recalcado. Llamada de atención a los concejales de Ciudadanos.

Por eso, el portavoz socialista ha lanzado una llamada de atención a los concejales de Ciudadanos, que tienen la llave del Gobierno municipal. “Extraña que un partido que vino diciendo que era algo distinto al PP haya caído tan pronto en la complacencia, dejando que pasen los meses mientras los acuerdos siguen sin cumplirse. El alcalde está ahora mismo en la misma zona de confort que tenía en el anterior mandato con la mayoría absoluta”, ha asegurado.

Entre los acuerdos que han sido ignorados, Jiménez ha destacado algunos que se refieren a asuntos tan destacados como la modificación del servicios de autobuses, la recaudación del canon por publicidad exhibida en espacios públicos –de los que ahora se están aprovechando gratuitamente empresas privadas– o la obligación de que el alcalde presente una declaración de bienes conforme a su nueva situación, algo que sigue negándose a hacer. Lo mismo ha ocurrido con el cambio de los nombres franquistas de las calles o la mejora del servicio de bomberos. “Las mociones se presentan después de escuchar a los vecinos y con el ánimo de mejorar la ciudad.

Por eso, no queremos que se queden en papel mojado ni en brindis al sol, sino que sean efectivas para los ciudadanos”, ha recalcado Jiménez. De hecho, la idea de establecer un control sobre el cumplimiento de los acuerdos del pleno deriva precisamente de la utilidad que ha tenido uno de los pocos que se han llevado a la práctica.

“En el mandato anterior, estuvimos pidiendo durante años que el Ayuntamiento convocara becas para material escolar, pero siempre recibimos la negativa del alcalde. Sin embargo, en este nuevo mandato ha sido una de las pocas mociones que se han aprobado y cumplido, lo que ha permitido beneficiar a cerca de 800 familias. Esto da idea de la cantidad de familias a las que el alcalde ha castigado durante años, y es lo suficientemente relevante para que haya un control de lo que hace”, ha concluido.