El puente de la Asunción y San Roque nos reencuentra con nuestras raíces

Estamos en el momento álgido de las fiestas del verano. Un gran número de localidades, de todos los tamaños, honran a su patrón en el puente de la Asunción o San Roque. Las carreteras secundarias se llenan de vehículos con hijos y oriundos en busca de pasar estos días en la casa del pueblo, con familiares y amigos, con su gente de toda la vida. Son muchos quienes organizan sus vacaciones estivales teniendo en cuenta estas fechas marcadas en rojo. Habrá grandes citas, algunas declaradas con la vitola de Interés Turístico, pero sobre todo música, juegos populares, comidas de hermandad y por supuesto misas y procesiones, en las que los lugareños portan con orgullo y devoción la imagen en su recorrido por las ahora llenas calles y plazas. Son días sobre todo de mucho cariño hacia la tierra, las raíces, aquel sitio en el que se trabajó en el campo o se jugó de niños. La nostalgia, la emotividad, los recuerdos se apoderan de los corazones y mentes mientras lamentamos la ausencia de quien nos ha dejado, vemos lo mayor que está  el nieto del tío fulano, nos contamos las últimas novedades y tenemos tiempo hasta de referirnos a la actualidad , aunque estos días todo parece haberse detenido y volvemos a vivir en ese pasado que dejó una huella feliz o idealizada. 

  Los pueblos reviven aunque sea por unos días para volver a su letargo y eso es posible por la voluntad y el interés de cuantos van a ellos en estos marcados días, pero sobre todo por la existencia de ese grupo de personas, que bajo el paraguas de una comisión de festejos o una asociación de vecinos se encargan de organizar juegos, de hacer turnos para atender la barra y que no falte la cerveza mientras se conversa, de traer una charanga u orquesta para amenizar la velada, de hacer lo que se pueda con el presupuesto del que se disponga. En los pueblos más grandes habrá mayor oferta de actividad, pero el espíritu, el sentimiento de cada participante, es el mismo en todos los sitios, grandes o chicos.  

  Hoy disfrutaremos el segundo encierro por el campo más antiguo de España, por los campos de Brihuega y habrá sueltas de reses por numerosos pueblos. El domingo será la Virgen de la Mayor la que rodeada de un rosario de faroles, en medio de un solemne y sobrecogedor silencio, hará un breve recorrido con inicio y final en la Fortis seguntina. Son dos grandes citas que por si solas concitan interés más allá de las fronteras del municipio pero solo dos ejemplos de los muchos momentos especiales que se viven ya desde este jueves por toda la provincia. Felices fiestas.