El Quabit Guadalajara suelta lastre con la primera victoria del año
El triunfo de la tranquilidad y de la necesidad. Esto es lo que supuso para el Quabit Guadalajara la victoria de este sábado en el David Santamaría frente al Secin Group Alcobendas tras superar al colista con comodidad (34-23).
Los de César Montes necesitaban no solo una victoria para romper la mala racha con la que habían comenzado la segunda vuelta –cuatro derrotas consecutivas- sino un partido regular y redondo como el que hicieron ante el colista para recuperar confianza y liberarse de una presión que les estaba provocando jugar, en otros encuentros, agarrotados, y que les estaba conduciendo a la parte baja de la clasificación.
Pues bien, los morados se quitaron un peso de encima logrando la primera victoria del año –sí, del año, por aquello del Mundial y del mal febrero que firmó el Quabit- y pueden respirar tranquilos para afrontar un mes de marzo durísimo con siete partidos por delante y en el que tienen ante sí el reto de la posibilidad de repetir presencia en la fase final de la Copa del Rey.
Sin confianzas
Con la lección bien aprendida de la derrota en la última cita doméstica frente al Puente Genil y también de la derrota –sorprendente- sufrida en Alcobendas en la ida (32-30), los morados no se fiaban ni de su sombra. A pesar de que los madrileños tan solo hayan ganado tres partidos de los 20 disputados y estén dando sus últimos coletazos en la Asobal, lo cierto es que los de Montes no quisieron sorpresas. Ya tuvieron bastante en la ida con un Patosky, el portero del Alcobendas, que impresiona más por su mala condición física que por su efectividad. En la ida, Patosky tuvo su momento de gloria, pero en el Santamaría no olió ni un balón (apenas un 5,9 % de acierto).
Aún así, los madrileños aguantaron el tipo ante el Quabit en el inicio. Quisieron jugar al mismo nivel e intensidad defensiva con la que iniciaron el duelo los morados. Entre las defensas y los postes, el marcador reflejaba un igualado 2-2 al paso por el primer parcial de cinco minutos.
Aguantaron los de Alcobendas en la dura batalla que se estaba planteando en las áreas con un apretado 6-5 a los 11 minutos. Jota Hombrados estaba manteniendo un alto nivel de acierto y los morados estaban teniendo alguna que otra dificultad en el ataque estático, que resolvían con buena circulación de balón, buscando a Javi García en el pivote o los lanzamientos lejanos de Pablo Paredes o Víctor Vigo.
Desde la defensa
Aguantar el nivel defensivo que mostró el Quabit Guadalajara era misión casi imposible para un Alcobendas que comenzó a flaquear según avanzaba el partido. Los morados no cesaron y se mantuvieron intensos, dejando sin ideas a los madrileños, que se quedaron atascados a partir del cuarto de hora. De esta manera, la buena defensa morada permitió recuperaciones de balón y posibilidad de jugar rápidas transiciones.
De esta manera, el Quabit Guadalajara puso tierra de por medio en el partido en el ecuador de la primera mitad. De la aparente igualdad que reflejaba el 7-6 en el minuto 15 se pasó a un 15-7 en el minuto 26, es decir, un parcial de 8-1 en 11 minutos que allanaba bastante el camino de la victoria para los morados, con un Serradilla cuyos potentes lanzamientos lejanos resultaban imparables para Patosky.
En ese tramo, César Montes comenzó a rotar el banquillo, dando opción a jugadores como Pedro Fuentes, Jaime Gallardo o Chema Celada, que mantuvieron la intensidad defensiva y la buena circulación de balón en ataque para llegar al descanso con la máxima ventaja hasta ese momento (17-9) y un Jota Hombrados notable que terminaba la primera mitad con un 43,8 % de acierto.
Minutos para todos
Tras la reanudación, el Quabit volvió a salir intenso, fuerte y sin mostrar ni un ápice de relajación. Y así, en apenas un par de minutos alcanzó los 10 goles de ventaja (19-9) ante un Alcobendas que prolongaba su fiasco en ataque de la primera mitad con 3 goles en 18 minutos.
La segunda parte apenas tuvo historia. El Alcobendas hincó la rodilla desde los vestuarios y el Quabit no cesó en el alto ritmo. El técnico cordobés del Quabit Guadalajara siguió dando minutos a jugadores de refresco ante el calendario que se le avecina a la plantilla y Alberto Sanz, Pawel Niewrzawa o Adrián Eceolaza fueron protagonistas en una segunda parte en la que el Quabit llegó a dominar en varias ocasiones por hasta 12 goles (25-13, en el minuto 41) y sucesivos, y en la que todos los jugadores aportaron su grano de arena tanto en defensa como en ataque. De hecho, cabe destacar que, en un resultado de 34 goles a favor, el máximo goleador fue Antonio Serradilla con ‘solo’ cinco goles, que encabezó una amplia lista de compañeros en la que todos, marcaron un gol al menos.
Al final 34-23, y un partido plácido, por fin, para un Quabit Guadalajara, al que el miércoles le espera la primera batalla de la cuarta ronda de la Copa del Rey ante un viejo conocido como el Huesca, con el billete a la fase final en juego. Marzo comienza con otra cara.
QUABIT GUADALAJARA, 34; SECIN GROUP ALCOBENDAS, 23
QUABIT GUADALAJARA: Jota Hombrados (40,9 %), Javi Parra (1), Chema Márquez (3), Víctor Vigo (3), Nacho Moya (3 -2 de 7 m.-), Javi García (3), Pablo Paredes (3) –equipo inicial-, Adrián Eceolaza (28,57 %), Chema Celada (1), Sergio Mellado (1), Antonio Serradilla (5), Alberto Sanz (2), Pedro Fuentes (2), Pawel Niewrzawa (4), Jaime Gallardo (3).
SECIN GROUP ALCOBENDAS: Patosky (5,9 %), S. López, Catalina (1), De la Rubia (4), Gimeno (4), Nieto (2), Darri –equipo inicial-, Torres (5,3 %), Pelidja (4), J.A. López (1), Velasco (4), Ortega (1), Gutiérrez (1), Crespo (1).
ÁRBITROS: Escoda Pérez y Sánchez Bordetas. Excluyeron por dos minutos a Javi García y Chema Celada, por el Quabit Guadalajara, y a Pelidja (2), S. López y Velasco, por el Secin Group Alcobendas. Tarjeta roja a Velasco, del Alcobendas, en el minuto 51.
PARCIALES: 2-2, 6-3, 7-6, 10-7, 14-7, 17-9 –descanso-, 21-11, 24-13, 26-15, 28-18, 31-21 y 34-23 –final-.
INCIDENCIAS: Encuentro de la 20ª jornada de la Liga Asobal del Balonmano, disputado en el polideportivo David Santamaría de Guadalajara ante unos 500 espectadores. Al menos una decena de aficionados de Alcobendas, que no pararon de insultar a los árbitros.