“El sectarismo político ha generado unos desequilibrios territoriales tremendos”

19/07/2011 - 17:23 FCV

Ana Guarinos (Zaragoza, 1969) tomará posesión de su cargo como presidenta de Diputación provincial hoy, a las 12 de la mañana. Casada y licenciada en Derecho por la Universidad de Zaragoza, ya fue diputada provincial entre agosto de 1999 y mayo del año 2000. Además ha sido diputada por Guadalajara tanto en el Parlamento nacional, como el regional. Ahora afrontará su primera experiencia institucional, al frente de Diputación provincial. Su gran reto será garantizar la solvencia de una institución de cuyo equipo de Gobierno anterior hereda una deuda viva de 63 millones de euros. Sin embargo, asegura que el servicio a los pueblos estará garantizado, en condiciones de objetividad, al margen del "sectarismo político".

 Resulta curioso que, a lo largo de toda la historia de Diputación provincial, no haya habido mujeres al frente y ahora usted sea la segunda que la preside sustituyendo a otra mujer. Además, lo hará a la par que la primera fémina que preside la Junta, María Dolores de Cospedal. En el ámbito de la gestión, ¿en qué le gustaría ser la primera?
 Me gustaría simplemente que, cuando pase el tiempo, se nos juzgue por haber hecho una buena gestión y por habernos equivocado lo menos posible. Por lo menos vamos a tratar de hacer las cosas con honestidad, honradez y que redunden en beneficio de los 288 municipios de la provincia y de todos y cada uno de sus ciudadanos. No nos falta ni ganas, ni capacidad. 
 Cospedal es una persona muy exigente…
 He estado trabajando con ella. Me consta y doy fe de ello.
 ¿En qué ha notado su exigencia?
 Es una persona exigente porque le gustan las cosas bien hechas, como a cualquiera. Creo que las personas tenemos que ser exigentes con nosotros mismos y, por supuesto, con los demás, cuando se está gestionando dinero público. Y más en este momento. Estamos atravesando una crisis económica galopante –hay mucha gente que está por debajo del umbral de la pobreza- y la gente exige que los recursos públicos los gestionemos y lo hagamos bien. Por supuesto, Cospedal tiene un nivel de exigencia muy elevado, pero es lo que los ciudadanos en estos momentos están demandando de la clase política.
 Han sonado varios nombres a la hora de presidir Diputación. De las Heras, Sánchez-Seco…
 Eso es normal, pero positivo, porque significa que el Partido Popular no tiene una única opción, sino varias posibilidades, varias personas que podrían haber hecho muy bien el trabajo en Diputación, incluso mejor de lo que se puede hacer. Hay personas preparadas y cualquiera de las que figuraban en la quiniela, me da igual Juan Antonio, que Juan Pablo, que Porfirio, hubieran sido unos magníficos presidentes de Diputación.
 Algunos la situaban en Toledo.
 Las sorpresas en política creo que no nos cogen a nadie, porque yo nunca he sido de las personas que nunca se ha imaginado donde podría estar en política. Yo siempre he sido una persona de partido y donde se ha querido, tanto desde la dirección provincial, como desde la regional, he estado. Es una cadena y lógicamente estaremos donde en cada momento  se nos requiera que estemos y durar el tiempo que sea.
 Pero, en cualquier caso, es fundamental unidad en la  acción política. Porfirio Herrero ha destacado recientemente en este medio la importancia de conocer los mecanismos de funcionamiento en los ámbitos político y de gestión que hay en Toledo. ¿Comparte su opinión?
 Lo comparto totalmente. En el caso de Porfirio, ahora se mueve en el ámbito de la Delegación de la Junta. Él ya lleva unos años que ha sido parlamentario regional; conoce la administración, es funcionario y ha tenido responsabilidades políticas. No es lo mismo en este caso la Delegación de la Junta que la Diputación. En Diputación es fundamental también conocer la estructura de todos y cada uno de los municipios. No tenemos una provincia con grandes núcleos de población, excepto aquellos que forman parte del Corredor del Henares. Está conformada por 288 municipios, de los cuales la inmensa mayoría son pequeños. Eso requiere un trabajo diferente de personas con competencias diferentes. La Diputación requiere fundamentalmente mucho trabajo, por parte de brigadas, actuaciones muy concretas que necesitan los pueblos. En ese sentido, lo que hay que hacer es poner en común las competencias de todos y cada uno de nosotros, de manera que los recursos públicos de los ciudadanos, que tanto les cuesta pagar por sus impuestos, se gestionen eficientemente. 
¿Qué significará para usted el momento en que reciba en bastón de mando de manos de Pérez León?
 Va a ser muy importante recibirlo, aunque no sé de manos de quién va a ser. No tiene por qué entregarlo la anterior presidenta de la Diputación, ya lo digo aquí. Pero, cuestiones aparte, para mí va a suponer un gran orgullo y un gran honor, entre otras cosas, porque el bastón de mando no me lo entrega de facto Pérez León, sino los ciudadanos y los municipios de la provincia de Guadalajara y ése es el mayor orgullo que alguien puede tener. Es una responsabilidad, por supuesto. La verdad es que me siento como en mi casa. Siempre he dicho que soy muy de pueblo. Me encantan los pueblos. Voy a disfrutar en esta etapa como nadie y, desde luego, voy a tratar como nadie de dar lo mejor de mí misma. Como siempre digo, aquí va a haber un 90 por ciento de trabajo y espero que sea un 10 por ciento de suerte, que también nos va a hacer falta, especialmente teniendo en cuenta que Diputación tiene una deuda viva de 63 millones de euros, según datos de la propia Diputación provincial de Guadalajara.
 ¿El traspaso de poderes ha sido tan “leal” como aseguró Pérez León?
 No ha sido nada leal. A través de unas declaraciones, la actual responsable del PSOE en Guadalajara lanzó un mensaje de colaboración. Lo normal es que en estas situaciones se produzca una llamada de teléfono. Al no producirse, el día 30 de junio levanté el teléfono; le llamé a través de la centralita de Diputación y pedí que me pasaran con Presidencia. En aquel momento, después de tardar un poco en localizarla, me devolvieron la llamada. Le pedí una colaboración leal, porque el traspaso de poderes se debe hacer con normalidad y lealtad, porque hay que saber ganar, pero también saber perder. Pedimos una serie de informaciones que creo que lo normal es que se ofrezcan. No lo hicimos como diputados, porque todavía no éramos diputados electos, por eso se inician conversaciones desde el partido político. Ella dice que no tiene inconveniente alguno en la colaboración, pero desde entonces hasta ahora sigo sin recibir ninguna llamada de teléfono. Creo que ha habido mucha hipocresía. Creo que cuando alguien se ofrece a colaborar no tiene sólo que decirlo ante un medio de comunicación, sino que tiene que demostrar que esa colaboración es real. Pero, yendo más allá, esa falta de lealtad no la está demostrando sólo ante el Partido Popular, sino ante la institución que en este momento sigue representando, que es Diputación provincial. Tengo que decir que a día de hoy no ha habido información alguna que nos hayan dado que no hayamos tenido que pedirla vía registro. Al final da la sensación de que aquí se está ocultando mucho. Pedimos que se nos diera una relación de la situación económica en la que se encontraba y una relación de las facturas pendientes. Pues bien, puedo decir que nos han dado el estado de ejecución de presupuesto a fecha de junio; que se han gastado del remanente de tesorería 10 millones de euros, así, sin más, en un solo acto, estando ya en funciones María Antonia Pérez León, habiéndose convocado las elecciones. Sin embargo, a día de hoy, la información sobre las facturas pendientes aún no se nos ha facilitado.
 Porque la situación es de calado. Ocurre algo similar en la Junta.
 Sí, y además doy fe de ello. La situación económica es compleja, porque se ha gastado y se ha gastado muchas veces más de lo que se debía.
 En los últimos seis meses, según el Ministerio de Economía, la deuda viva ha pasado de 41 a 63 millones de euros. ¿Tienen una idea aproximada de lo que ha podido suceder?
 Es que no solamente tenemos una deuda de 63 millones, sino es que alguien tiene que explicar también, primero, en qué se lo han  gastado. Tengo que decir, por ejemplo, que el Plan de Carreteras de la zona de Molina no está gastado, no hay una cantidad presupuestada para eso. Según el informe de la propia intervención de la casa, de todo lo que se ha gastado, todavía falta dinero para infraestructuras hidráulicas que tanto se necesitan en esta provincia o para el convenio de los caminos rurales. Me pregunto en qué se ha gastado el dinero. Me pregunto en qué se han gastado el dinero para tener 63 millones de capital vivo de deuda o para haberse gastado 11 millones del remanente de tesorería. Eso es muy grave y hay que explicarlo. Que alguien se gaste 11 millones del remanente de tesorería que están para emplearlos si falta dinero en unas partidas presupuestarias y que de aquí a final de año deje atada de pies y manos a la Diputación, significa que, si mañana hay una situación de necesidad, un derrumbamiento de una carretera o lo que sea, no se podría actuar. Hay que tener en cuenta que, desde 1999 en que el PSOE cogiera el Gobierno de Diputación, el incremento del endeudamiento en Diputación ha sido de cerca del 300 por cien. Eso en una época en la que la Diputación y la Junta de Comunidades han sido del mismo signo político y que la Diputación ha recibido todo lo que ha necesitado de la Junta, es muy grave. Que tengamos ahora mismo un endeudamiento del 140 por ciento en Diputación con todo lo que se ha recibido, merece cuanto menos una explicación. Pero además una administración tiene que ser transparente. Cuando alguien, a fecha de hoy, todavía no ha dado cuenta de cuáles son las facturas pendientes de pago que tiene la Diputación, a mí lo que me da por pensar.
 En la línea establecida por Cospedal, tanto a nivel de partido, como institucional, ¿se plantea la suspensión de algunas infraestructuras con el objeto de devolver el equilibrio a las arcas de Diputación?
 Creo que en este momento es fundamental el trabajo encaminado a llevar a cabo todo tipo de actuaciones que consigan mejorar el nivel de empleo y apoyo a cualquier iniciativa que vaya en este camino. Además hay que garantizar los servicios públicos esenciales. La gente necesita que se mantengan esos servicios sociales y, desde luego, en lo que dependa de Diputación no tenga ninguna duda que eso se va a mantener. Hay muchas empresas que han tenido que cerrar sus puertas simplemente porque no se les paga por parte de las administraciones públicas. En el caso de la Junta de Comunidades, muchísimas. Lo que no es lógico es que las administraciones públicas tengan deudas pendientes con la inmensa mayoría de ellas. Y siempre digo que lo primero que hay que hacer ahora es pagar lo que se debe. Y una vez que paguemos lo que debemos, entonces empezamos otra vez de cero. Pero lo que no se puede hacer es incrementar el agujero que tenemos. No es lógico, por ejemplo, que a una empresa de servicios que trabaja para el Sescam se la debieran más de cuatro millones de euros y que tuviera que entrar en suspensión de pagos precisamente porque no había dinero. 
 ¿Diputación va a hacer también, como ha anunciado la Junta, un calendario para el pago a proveedores y empresas?
 Por supuesto. Primero tendremos que saber cuál es la situación de los pagos. Posteriormente no tengo ningún inconveniente en hacer un calendario y ser transparente respecto a los pagos.
 Para sacar Diputación de este desaguisado que ustedes dibujan hay gente capaz…
 Hay mucha gente capaz. Yo admiro muchísimo a los funcionarios que hay en Diputación. Hay gente que lleva toda la vida en la Institución, que ha demostrado ser un magnífico profesional independientemente de cuál sea la opción política que haya pasado por el equipo de Gobierno. Estoy absolutamente convencida de que la inmensa mayoría de los funcionarios son leales a la Institución y no son de ningún equipo de Gobierno, ni de ningún partido político. Sinceramente, eso me da muchísima tranquilidad de cara a la futura gestión de la Diputación.
 ¿Ve a Sánchez-Seco como vicepresidente económico de Diputación?
 Como aún no tengo cerradas las delegaciones aún no voy a adelantar nada. Todas y cada una de las personas que formarán parte del equipo de Gobierno están absolutamente informados sobre todos los asuntos que han ido pasando por Diputación y perfectamente capacitados para ejercer las delegaciones que se estimen oportunas.
 Han señalado que seguirán muy de cerca los trabajos de las concesionarias del Plan de Carreteras. ¿Tiene alguna idea sobre el mecanismo de control que se llevará a cabo?
 Fundamentalmente hay que garantizar todo lo que es la ejecución de las carreteras. A mí no me gusta hablar de planes. Yo creo que muchos planes pueden llegar a ser incluso excusas para no hacer alguna cosa. Yo estos años lo he comprobado en mi tarea como diputada regional y portavoz del Grupo Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha. Las carreteras hay que ejecutarlas, pero que aquí nadie invente nada nuevo. Las carreteras se hacían con plan de carreteras o sin plan de carreteras, porque el plan de carreteras o la ejecución de las carreteras no lo ha inventado ni el partido socialista, ni María Antonia Pérez León. Y le puedo decir que en épocas pasadas las carreteras han estado en mucho mejor estado del que se encuentran actualmente con los recursos, insisto, que ha recibido Diputación de la Junta.
 ¿Las infraestructuras son fundamentales para corregir los desequilibrios territoriales. ¿Qué otras cuestiones estima que son fundamentales para corregir esos desajustes?
 Han sido 28 años de estar generando desequilibrios territoriales. Ha habido mucho sectarismo político; municipios a los que se les ha dado mucho dinero y ha sido una vergüenza que una plaza de un pueblo se haya levantado tres veces. Sin embargo ha habido municipios del PP que no han recibido ni un solo duro a lo largo de 28 años. Eso ha generado unos desequilibrios territoriales tremendos. De hecho si ha habido una parte de la provincia que se ha desarrollado a una velocidad diferente de la inmensa mayoría de los municipios de la provincia ha sido  porque, gracias a Dios, tenemos la capital de España a 56 kilómetros de Guadalajara. Hay que hacer una radiografía completa; mejorar todo aquello que no lo está; completando todo lo que falta en los municipios y hay que partir de una situación de equilibrio. No puede haber municipios que tengan frontones cubiertos que hayan costado miles de euros y otros que no tengan simplemente una pista en la que puedan jugar los niños. Hay que lograr una cierta igualdad, entre los pueblos y los ciudadanos, de manera que uno que viva en Alcoroches no tenga más privilegios que otro que resida en Castilnuevo, que ha sido un pueblo en el que ha gobernado toda la vida el PP. Es injusto y éticamente reprobable. El reparto debe hacerse con criterios objetivos y no en función del color político.