El secuestro parental de Amaya finaliza con el regreso de la pequeña a Guadalajara

12/07/2019 - 18:04 D.Pizarro

El padre, que tiene la custodia y la patria potestad, ha conseguido traerla de Polonia tras año y medio.

La pequeña Amaya Pascual ya está en España. Después de más de un año y medio, la niña, que cumplirá tres el próximo octubre, se encuentra junto a su padre en Guadalajara. Para ello, Raúl Pascual del Río ha tenido que superar una odisea de viajes a Polonia, donde la madre, Elwira Monika Kochan, se había llevado a la pequeña en febrero del año pasado. Desde el inicio, la marcha de la niña se trató en nuestro país como un secuestro parental.

De esta forma, con el regreso de Amaya se cumple la orden de restitución para el padre que se dictó, por enésima vez, para el pasado 22 de mayo. “Nuevamente no la cumplió y hubo que dictar una ejecución forzosa de restitución en Polonia, que estaba prevista para el 27 de junio”, explica Raúl Pascual, quien acudió ese día al lugar indicado para recoger a su hija, nacida en aquel país pero con nacionalidad española. Lo hizo acompañado por un representante judicial y la policía polaca, pero la mujer tampoco se presentó. Así que Raúl Pascual tuvo que echar mano de una negociación personal con su exesposa. “A través de mi abogado conseguí estar con mi hija y, finalmente, traerla a España”. 

El padre cuenta con la custodia y la patria potestad de la pequeña, sin embargo, se mantiene cauto. “El riesgo de que la madre vuelva a intentar llevarse a nuestra hija sigue ahí, pues ella, pese al secuestro, sigue teniendo la libertad de viajar por toda Europa”, lamenta. Sin embargo, asegura que Elwira Monika Kochan tiene más de que lo que él ha tenido durante el año y medio que ha permanecido separado de su hija. “Yo, persolamente, me encargo de enviarle fotos y contarle cómo se encuentra Amaya”. 

Ahora, sólo queda esperar al avance de los dos procesos judiciales que están en marcha, uno de divorcio por la vía civil y otro por la vía penal para juzgar el secuestro de la niña. “Hasta que no se solucione no estaremos tranquilos”. 

De cualquier forma, a Raúl Pascual sólo le preocupa que su hija esté bien. Dado que en octubre cumplirá tres años, tiene que pensar en la escolarización de la niña. “No voy a aclarar si será aquí o en otro sitio, pues, lamentablemente, la protección de datos no existe en este país”, señala el padre en relación a las listas públicas.