El servicio de comida a domicilio repartió 28.600 menús entre 114 habitantes en 2009
01/10/2010 - 09:45
Por: J. PASTRANA. GUADALAJARA
Diputación provincial
Hasta 114 habitantes de la provincia se beneficiaron en 2009 del servicio de comida a domicilio que se presta gracias a la colaboración de la Diputación, la Junta de Comunidades y Cruz Roja. Los 28.600 menús repartidos llegaron hasta 27 municipios de la comarca de Molina de Aragón. Además, el de recogida, lavado y planchado de ropa alcanzó a otras 21 personas de diez localidades. Por último, Diputación y Cruz Roja también colaboran en un proyecto de integración sociolaboral para inmigrantes.
Diputación provincial y Cruz Roja renovaron ayer el convenio de colaboración que permite prestar los servicios de atención a domicilio, lavado de ropa y atención a inmigrantes. Según explicó la propia presidenta de la Diputación, María Antonia Pérez León, la parte más importante de la inversión realizada por la institución provincial, unos 57.000 euros, va destinada al servicio de comida a domicilio, que cuenta con otros 100.000 euros de la Junta de Comunidades a la hora de ejecutar un proyecto valorado en 264.000. Gracias a él, durante el año pasado se repartieron 28.600 menús entre 114 usuarios repartidos entre 27 municipios de Molina de Aragón. Hasta el mes de mayo del presente año, ya se han repartido 10.900. Inaugurado a mediados de 2008, el servicio ha repartido 44.856 comidas. Para 2010, la presidenta espera que se puedan superar las cifras del año pasado. De los 114 usuarios, unos 60 eran hombres de más de 70 años que vivían solos. El resto, cerca de 50, son mujeres de edades más elevadas que, además, suelen tener a su cargo a otra persona.
Pérez León indicó que, gracias a la entrega de comidas a domicilio, se consigue aumentar la calidad de vida de los vecinos de la comarca molinesa, además de darles la oportunidad de permanecer en sus respectivas localidades. También quiso destacar el trabajo personal que hacen los profesionales y voluntarios de Cruz Roja, que además de repartir comidas se encargan dar conversación a los usuarios, controlar el estado y la fecha de caducidad en el que se encuentran los alimentos que tienen en el frigorífico e incluso de hacer algunos recados. En total, los usuarios pagan 3,5 euros por la comida y 1,5 por la cena. Por unos 125 euros al mes pueden tener comida, cena y servicio de limpieza, lo que supone cerca del 80 por ciento de sus gastos.
Al margen de este servicio, Diputación aporta íntegramente los 16.000 que cuesta el de lavado y planchado de ropa, que en 2009 llegó a 21 personas repartidas en diez municipios a cambio de 8 euros al mes. Tal y como reconoció el presidente de Cruz Roja en la provincia, Javier Senent, una de las partes más complicadas de la puesta en marcha de este servicio fue conseguir la aceptación de los potenciales usuarios. Hubo un momento en el que cundió el desánimo porque creíamos que no saldría adelante, indicó Pérez León. Sin embargo, Cruz Roja hizo un gran trabajo de concienciación diciéndoles que las idea es prestar un servicio y no entrometernos en su día a día.
Según indicó Senent, en estos momentos el servicio de comidas a domicilio tiene 61 usuarios y el de lavado de ropa 19. Las bajas que se han producido se deben a la defunción del beneficiario, su integración en una casa tutelada, el traslado de la localidad o un aumento en el grado de dependencia que ha hecho necesario su internamiento.
El tercer campo en el que colaboran ambas instituciones es el proyecto de integración sociolaboral para inmigrantes. En este caso, se atendieron a 1.528 personas a lo largo de 2009. Un cifra importante si se tiene en cuenta que el número de inmigrantes empadronados en la provincia asciende a más de 37.000. Gracias a este servicio, los usuarios pueden recibir asesoramiento y propuestas laborales.
Pérez León indicó que, gracias a la entrega de comidas a domicilio, se consigue aumentar la calidad de vida de los vecinos de la comarca molinesa, además de darles la oportunidad de permanecer en sus respectivas localidades. También quiso destacar el trabajo personal que hacen los profesionales y voluntarios de Cruz Roja, que además de repartir comidas se encargan dar conversación a los usuarios, controlar el estado y la fecha de caducidad en el que se encuentran los alimentos que tienen en el frigorífico e incluso de hacer algunos recados. En total, los usuarios pagan 3,5 euros por la comida y 1,5 por la cena. Por unos 125 euros al mes pueden tener comida, cena y servicio de limpieza, lo que supone cerca del 80 por ciento de sus gastos.
Al margen de este servicio, Diputación aporta íntegramente los 16.000 que cuesta el de lavado y planchado de ropa, que en 2009 llegó a 21 personas repartidas en diez municipios a cambio de 8 euros al mes. Tal y como reconoció el presidente de Cruz Roja en la provincia, Javier Senent, una de las partes más complicadas de la puesta en marcha de este servicio fue conseguir la aceptación de los potenciales usuarios. Hubo un momento en el que cundió el desánimo porque creíamos que no saldría adelante, indicó Pérez León. Sin embargo, Cruz Roja hizo un gran trabajo de concienciación diciéndoles que las idea es prestar un servicio y no entrometernos en su día a día.
Según indicó Senent, en estos momentos el servicio de comidas a domicilio tiene 61 usuarios y el de lavado de ropa 19. Las bajas que se han producido se deben a la defunción del beneficiario, su integración en una casa tutelada, el traslado de la localidad o un aumento en el grado de dependencia que ha hecho necesario su internamiento.
El tercer campo en el que colaboran ambas instituciones es el proyecto de integración sociolaboral para inmigrantes. En este caso, se atendieron a 1.528 personas a lo largo de 2009. Un cifra importante si se tiene en cuenta que el número de inmigrantes empadronados en la provincia asciende a más de 37.000. Gracias a este servicio, los usuarios pueden recibir asesoramiento y propuestas laborales.