El sí a la vida
01/10/2010 - 09:45
Cartas al director
CARMEN GARCÍA MARTÍN Girona
El debate parlamentario en torno a las enmiendas a la totalidad del proyecto de ley del aborto ha abierto el largo y dramático proceso de legitimación jurídica del aborto libre. El Gobierno está empecinado en llevar adelante está ley con una clamorosa ausencia de responsabilidad política.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Española ha vuelto a recordar lo que es su doctrina continua, constante y coherente sobre el significado del aborto y la tropelía que supone considerarlo como un derecho de la mujer. El aborto representa uno de los más articulados ataques a la dignidad del ser humano y a los derechos fundamentales. Pienso que nadie que atienda a los imperativos de la recta razón puede aprobar ni dar su voto a esta ley. Y es que la claridad y la coherencia con la que la Iglesia, en todas partes se pronuncia a favor del derecho a la vida y en contra del aborto, no depende de coyunturas políticas ni de circunstancias particulares, cosa que a algunos no les interesa entenderlo. La Iglesia católica, en todos los países y en todas las circunstancias, ha señalado la gravedad de legislaciones de este tipo. Los obispos españoles han recordado que los católicos que den su voto a esta ley se ponen a sí mismos públicamente en una situación objetiva de pecado y, mientras dure esta situación, no podrán ser admitidos a la Sagrada Comunión. La palabra de la Iglesia es un sí completo y coherente a la vida y un empeño acreditado en defender a los más débiles con su palabra y el testimonio.