El ‘sueño’ del diseñador David Moss, desde su ‘atelier’ de Viñuelas a la pasarela Cibeles
Precisamente el mundo onírico fue la temática de la colección presentada en la Semana de la Moda.
David Moss cumplió hace unas semanas uno de sus sueños: desfilar en lo que conocíamos como la pasarela Cibeles de Madrid, ahora Mercedes Benz Fashion Week, por eso de hacerlo más internacional y lucir además al patrocinador. Lo hizo en el apartado de jóvenes diseñadores, un lugar que hace unos años pisó también el reconocido marchamalero Juan Carlos Pajares. Ahora, este otro guadalajareño, concretamente vecino de Viñuelas, pueblo paterno, comienza a abrirse paso en un mundo complicado pero en el que siempre hay hueco para ideas frescas. A sus 31 años, toda su formación ha estado vinculada con la creación, aunque ese camino se ha ido perfilando poco a poco hasta llegar al diseño de moda. Así, David Pérez Martínez, el nombre que se esconde tras su marca, estudió Bachillerato en la Escuela de Arte de Guadalajara, para pasar posteriormente a Madrid a formarse en fotografía de moda. “De ahí di un paso adelante hacia el estilismo y, finalmente, al diseño”, explica. Así, solicitó su ingreso en la Escuela Superior de Diseño de Madrid, “la única institución pública donde formarse en este campo” y, tras superar la prueba de acceso, comenzó el grado de Diseño, que finalizó hace tres años. “Como en cualquier carrera, te vas formando después en el día a día de tu trabajo”, señala. Y cierto que es, dado que rápidamente David Moss comenzó a realizar colecciones con una particularidad: ha puesto el foco en el mundo del espectáculo. “Mis diseños son para televisión, influencers, eventos artísticos, drag queens… no es una moda ponible, sino un vestuario de espectáculos”. Entre sus diseños con más repercusión están los que ha hecho para la actriz y youtuber Esty Quesada, conocida como Soy una pringada, pero también está abierto a diseñar a medida para quien se lo solicite.
Así, desde su taller en Viñuelas trabaja como autónomo dirigido hacia su nicho de mercado, eso sí, con mucho esfuerzo. “Porque puede que no haya mucho negocio, pero si empiezas a meterte, al final encuentras tu hueco”.
¿Y cuáles son las destrezas que ha de tener un buen diseñador? Muchos de ellos, de hecho, no saben coser o, al menos, no como lo hace un costurero. No es el caso de David Moss, que es el responsable de todo el proceso creativo, desde la idea reflejada en un boceto hasta lo que se pone la modelo. “Todo lo que hago lo coso yo. Muchas personas no lo cosen, pero saben hacerlo y así es como diferencias de algo que está bien rematado o no”. Así, poco a poco, se fue formando y mejorando en costura y patronaje, algo que ahora agradece.
Y desde Viñuelas, al cielo, porque los primeros desfiles de este joven diseñador fueron precisamente en su pueblo. Y pocos años después, desfila ya en la Madrid Fashion Week. Entre medias ha habido mucho trabajo y otros proyectos y reconocimientos, como el que logró en AB Fashion, en Albacete. “Para desfilar en la Mercedes Benz Fashion Week tuve que enviar un dosier con una colección y les encajó”. En total fueron nueve los jóvenes diseñadores que pudieron mostrar sus creaciones en una plataforma única desde la que muchos dan un salto de gigante. “Te dan todo el espacio, la producción, los modelos, el maquillaje... nosotros sólo tuvimos que preocuparnos por llevar la colección”, explica David Moss.
Su colección, en concreto, estaba inspirada en el mundo de los sueños, con un estilo “personal y no muy comercial”. “Es una evolución desde que te quedas dormido, luego llegan los sueños, las pesadillas y, finalmente, una parte más rara y psicodélica”. Fueron, en total, 16 looks, una muestra de lo mucho que tiene dentro este diseñador.
Sobre su nombre, su marca, David Pérez cuenta que no tiene mucha historia detrás. “Me gustaba mucho Kate Moss, la modelo, así que empecé a usar David Moss en las redes sociales y ya se quedó ahí”.
Así, pisando fuerte, su trabajo va hacia adelante desde el taller de Viñuelas, el atelier, como se suele decir en el sector. “Evidentemente, aquí el espacio es más asequible que en Madrid, sobre todo para un taller con máquinas. Pero además de lo económico, también prima la tranquilidad del pueblo. Me encantan los dos mundos, Viñuelas y Madrid, pero con la pandemia regresé al pueblo y comprobé sus ventajas. Eso sí, no me libro de ir a Madrid cada vez que tengo que comprar material”.