El temporal azota con fuerza la costa norte

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: ANTONIO OJEA. COLPISA
Prácticamente toda la flota pesquera de Galicia permaneció ayer amarrada en puerto tras la alerta roja decretada en el mar, donde se registraron olas de entre siete y ocho metros de altura, mientras en el interior de las provincias de A Coruña y Lugo soplaron vientos de más de 100 kilómetros por hora.
Cuando los efectos del temporal de viento y lluvia comenzaban a remitir, a primeras horas de la tarde, sólo se habían registrado dos heridos leves en una carretera del municipio pontevedrés de Pazos de Borbén, al chocar el automóvil en que viajaban con un árbol caído sobre la calzada.
Solamente algunas embarcaciones del puerto de Ribeira (A Coruña) y dos arrastreros de Celeiro (Lugo) salieron a faenar al abrigo de las rías de Arousa y Ribadeo, respectivamente. En tierra, donde la alerta se situó en el nivel “naranja”, el temporal de lluvia y viento produjo caídas de árboles, volcado de contenedores y algunas pequeñas inundaciones en varias ciudades, así como varios desprendimientos de muros. Ninguna carretera tuvo que ser cortada al tráfico.
Según las previsiones, el temporal irá amainando, desplazando su intensidad en el mar hacia la costa cantábrica y reduciéndola en la atlántica. En alta mar se mantenía la “alerta roja” en una zona por la que cada día transitan entre 120 y 140 buques mercantes y petroleros, aunque no se produjo ningún problema que obligase a actuar a los efectivos de salvamento marítimo.

País Vasco y Asturias
El temporal que azotó al norte de la península provocó también fuertes rachas de viento en el País Vasco, donde las olas alcanzaron por la mañana los cinco metros de altura pero llegaron a crecer a entre siete y ocho metros a lo largo de la tarde de este lunes. Para este martes, se prevé que la altura de las olas vaya descendiendo a partir de la madrugada, para situarse entre los seis y los siete metros durante la tarde.
Las fuertes rachas de viento afectaron también a Asturias, donde a lo largo de la jornada se registraron multitud de llamadas al centro de emergencias. La mayoría de las incidencias no fueron de gravedad y se limitaban a caídas de árboles, tejas o tejados, que se solucionaron satisfactoriamente sin que se contabilizaran daños personales.