El tinto de Hermanos del Rey y el blanco de José Luis Rojo, los mejores de 2008
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
Horche
El concurso que elige cada año a los mejores caldos de la localidad reunió ayer a 23 participantes en la categoría de los tintos y tres más en los blancos. Al final el de los Hermanos del Rey por segunda vez y José Luis Rojo fueron los más votados, respectivamente, aunque otros diez también obtuvieron una puntuación alta. El resto consiguieron premio, pero no se clasificaron.
Este año, el mejor caldo tinto de Horche ha sido el de Hermanos del Rey hace dos años también ganó y entre los blancos el de José Luis Rojo. Éste fue el resultado del XXIX Concurso del Vino que se celebró ayer durante todo el día en la localidad. Estos obtuvieron la mayor puntuación, aunque se clasificaron otros nueve en la primera categoría y uno más en la segunda: Toni, Antonio Calvo, Fernando Ruiz, Expedito, Pablo Martínez, Nicolás Fernández, Los Solitarios, Juan Fernández, Emilio Chiloeches y Doro y Jorge. El resto también recibió premio, y se concedió uno más, como es habitual en los últimos años, a Luciano Arriola por haber plantado una viña nueva.
La responsabilidad de elegir los mejores caldos recayó esta vez sobre cuatro aficionados de la zona Víctor Málaga, José Luis Abejón, Fernando Álvarez y Víctor Llorente y un catador oficial de Madrid Marcelino Manrique que integraron el jurado. Aunque los organizadores invitaron también a que participaran otros vecinos del pueblo. Estos empezaron la jornada alrededor de las 12.00 horas de la mañana con una primera cata en la que valoraron el olor, el sabor y la limpieza, entre otros, y una definitiva. Esta fue pública, ya que los examinadores se colocaron en una mesa ubicada bajo el soportal del ayuntamiento, con las correspondientes botellas de agua y trozos de pan para evitar mezclar los gustos.
En esta edición han participado 23 tintos y tres blancos, una cifra similar a la de años anteriores, aunque en el caso de los últimos ha descendido debido a que la última cosecha de uva blanca no fue buena. Miguel Fernández, uno de los organizadores, afirmaba ayer que al ser de mala calidad, dos o tres de los que concursaban en este apartado lo juntaron y han hecho un tinto.
Las muestras de cada participante fueron llegando durante la mañana de ayer al Ayuntamiento donde se les asignó un número para que no se reconocieran, mientras que el nombre del propietario estaba lacrado en el tapón. Sin embargo, éste fue el último traslado, pues la recogida de las muestras empieza entre diciembre y enero, dependiendo de que la bodega sea más cálida o más fría, una vez que se decantan los vinos, y termina a principios de abril, durante este tiempo los guarda uno de los organizadores.
Los caldos que ayer cataron los horchanos, aunque aparentemente similares, todos tenían una peculiaridad la única semejanza era que todos se habían elaborado con uvas de la tierra. Éste es el requisito imprescindible que deben cumplir para poder participar, pues en años anteriores algunos utilizaba la materia prima de Pioz o Mondéjar. La única condición es que la uva sea del terreno de Horche, afirmaba Fernández, quien aseguraba que la participación es del 80 por ciento.
Tras conocer los nombres de los ganadores y proceder a la entrega de premios donados por diversas entidades colaboradoras en la que estuvieron la delegada de Ordenación del Territorio, Blanca Causapié, y la diputada, Mª Carmen Moreno, entre otros, todos los horchanos tuvieron la oportunidad de probar los mejores caldos como broche de oro de esta jornada. El final lo puso la música de Yoa y su grupo rumbero
La responsabilidad de elegir los mejores caldos recayó esta vez sobre cuatro aficionados de la zona Víctor Málaga, José Luis Abejón, Fernando Álvarez y Víctor Llorente y un catador oficial de Madrid Marcelino Manrique que integraron el jurado. Aunque los organizadores invitaron también a que participaran otros vecinos del pueblo. Estos empezaron la jornada alrededor de las 12.00 horas de la mañana con una primera cata en la que valoraron el olor, el sabor y la limpieza, entre otros, y una definitiva. Esta fue pública, ya que los examinadores se colocaron en una mesa ubicada bajo el soportal del ayuntamiento, con las correspondientes botellas de agua y trozos de pan para evitar mezclar los gustos.
En esta edición han participado 23 tintos y tres blancos, una cifra similar a la de años anteriores, aunque en el caso de los últimos ha descendido debido a que la última cosecha de uva blanca no fue buena. Miguel Fernández, uno de los organizadores, afirmaba ayer que al ser de mala calidad, dos o tres de los que concursaban en este apartado lo juntaron y han hecho un tinto.
Las muestras de cada participante fueron llegando durante la mañana de ayer al Ayuntamiento donde se les asignó un número para que no se reconocieran, mientras que el nombre del propietario estaba lacrado en el tapón. Sin embargo, éste fue el último traslado, pues la recogida de las muestras empieza entre diciembre y enero, dependiendo de que la bodega sea más cálida o más fría, una vez que se decantan los vinos, y termina a principios de abril, durante este tiempo los guarda uno de los organizadores.
Los caldos que ayer cataron los horchanos, aunque aparentemente similares, todos tenían una peculiaridad la única semejanza era que todos se habían elaborado con uvas de la tierra. Éste es el requisito imprescindible que deben cumplir para poder participar, pues en años anteriores algunos utilizaba la materia prima de Pioz o Mondéjar. La única condición es que la uva sea del terreno de Horche, afirmaba Fernández, quien aseguraba que la participación es del 80 por ciento.
Tras conocer los nombres de los ganadores y proceder a la entrega de premios donados por diversas entidades colaboradoras en la que estuvieron la delegada de Ordenación del Territorio, Blanca Causapié, y la diputada, Mª Carmen Moreno, entre otros, todos los horchanos tuvieron la oportunidad de probar los mejores caldos como broche de oro de esta jornada. El final lo puso la música de Yoa y su grupo rumbero