El valor de lo que tiramos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Te cuento
Si se muere la abuela, lo normal es que se reúnan todos los hijos y nietos en su casa del pueblo. Empiezan a hacer limpieza en los cajones, en el trastero, los armarios de la cocina... El tiempo parece que se ha detenido, ya que en algunos rincones aparecen braseros, badilas, fuelles, planchas de hierro...
Si nos cegamos en borrar toda huella de una vida anterior podemos caer en el error y deshacernos de estos elementos tan valorados por las historias que guardan. Afortunadamente, hay personas conscientes de la riqueza etnográfica, esa que nos explica cómo vivían nuestros antepasados. En Azuqueca reside una de esas personas que ven más allá de las cosas. Máximo Serrano Romo, un jubilado, ex trabajador de Vicasa, que se afana diariamente en encontrar objetos antiguos, de los de las abuelas, llenos de vida porque fueron utilizados durante décadas. Nada más lejos de lo que sucede en la actualidad, donde los objetos ya nacen con fecha de caducidad: lavadoras que duran no más de diez años, televisiones que son sustituidas a los cinco y teléfonos móviles que mudan cada año. Sin duda dos conceptos muy diferentes de la vida y de la importancia de las cosas materiales.