El Vaticano reitera que los homosexuales no pueden ser sacerdotes
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El Vaticano presentó hoy un nuevo documento en el que reitera que los hombres que presenten "graves problemas de inmadurez" como serían una "identidad sexual incierta" o "tendencias homosexuales fuertemente radicadas" no pueden ser ordenados sacerdotes.
En el punto décimo, el documento también cita otros problemas considerados "graves" como "fuertes dependencias afectivas, notable carencia de libertad en las relaciones, excesiva rigidez de carácter, falta de lealtad" y excesiva "dificultad para vivir la castidad en el celibato" hasta el punto de que su obligación pueda llegar a "comprometer el equilibrio afectivo y relacional".
El documento 'Orientaciones para el uso de las competencias de la psicología en la admisión y en la formación de los candidatos al sacerdocio' ha sido elaborado por la Congregación para la Educación Católica, que hace sólo tres años ya abordó la cuestión sobre la homosexualidad y el sacerdocio en otro documento.
El prefecto de dicha congregación, el cardenal Zenon Grocholewski, fue el encargado de presentar el documento en una rueda de prensa, en la que también participaron el secretario de este mismo organismo, monseñor Jean-Louis Brugues y el psicólogo y consultor, Carlo Bresciani.
Preguntado sobre porqué un homosexual que no ejercita la homosexualidad tampoco podría ser sacerdote, Grocholewski contestó que el motivo es que la Iglesia considera la tendencia homosexual como "una desviación" o una "herida para relacionarse con los demás".
De hecho, en el punto 8, se detalla que en la valoración de si el candidato será capaz de vivir el celibato, "no basta asegurarse de la capacidad de abstenerse del ejercicio de la genitalidad, sino que es necesario también valorar la orientación sexual".
TESTS PSICOLÓGICOS EN LOS SEMINARIOS
El documento vaticano también aconseja la utilización de la psicología para discernir la idoneidad de los candidatos al sacerdocio en los casos que así lo requieran. "Para una correcta valoración de la personalidad del candidato, el psicólogo podrá recurrir tanto a entrevistas, como a tests" aunque éstos deberán realizarse siempre "con el previo, explícito, informado y libre consentimiento del candidato".
En cuanto a la elección de los psicólogos, además de tener la suficiente competencia profesional en la materia, "deben inspirarse en una antropología que comparta abiertamente la concepción cristiana sobre la persona humana, la sexualidad, la vocación al sacerdocio y al celibato" para que puedan así "garantizar mejor la integración con la formación moral y espiritual" que se imparte en los seminarios y evitar "perjudiciales confusiones o contraposiciones".
En cualquier caso, la utilización de metodologías psicológicas "no debe ser una práctica obligatoria ni ordinaria", puntualizó Grocholewski, sino que se usará en aquellos "casos excepcionales que presentan particulares dificultades".
Aun así, el documento reconoce que entre los jóvenes que hoy en día piden entrar en el Seminario, están presentes, "en modo más o menos acentuado", los "inconvenientes" que acarrea el "consumismo", la "inestabilidad en las relaciones familiares y sociales", el "relativismo moral" o "visiones equivocadas de la sexualidad".
El documento 'Orientaciones para el uso de las competencias de la psicología en la admisión y en la formación de los candidatos al sacerdocio' ha sido elaborado por la Congregación para la Educación Católica, que hace sólo tres años ya abordó la cuestión sobre la homosexualidad y el sacerdocio en otro documento.
El prefecto de dicha congregación, el cardenal Zenon Grocholewski, fue el encargado de presentar el documento en una rueda de prensa, en la que también participaron el secretario de este mismo organismo, monseñor Jean-Louis Brugues y el psicólogo y consultor, Carlo Bresciani.
Preguntado sobre porqué un homosexual que no ejercita la homosexualidad tampoco podría ser sacerdote, Grocholewski contestó que el motivo es que la Iglesia considera la tendencia homosexual como "una desviación" o una "herida para relacionarse con los demás".
De hecho, en el punto 8, se detalla que en la valoración de si el candidato será capaz de vivir el celibato, "no basta asegurarse de la capacidad de abstenerse del ejercicio de la genitalidad, sino que es necesario también valorar la orientación sexual".
TESTS PSICOLÓGICOS EN LOS SEMINARIOS
El documento vaticano también aconseja la utilización de la psicología para discernir la idoneidad de los candidatos al sacerdocio en los casos que así lo requieran. "Para una correcta valoración de la personalidad del candidato, el psicólogo podrá recurrir tanto a entrevistas, como a tests" aunque éstos deberán realizarse siempre "con el previo, explícito, informado y libre consentimiento del candidato".
En cuanto a la elección de los psicólogos, además de tener la suficiente competencia profesional en la materia, "deben inspirarse en una antropología que comparta abiertamente la concepción cristiana sobre la persona humana, la sexualidad, la vocación al sacerdocio y al celibato" para que puedan así "garantizar mejor la integración con la formación moral y espiritual" que se imparte en los seminarios y evitar "perjudiciales confusiones o contraposiciones".
En cualquier caso, la utilización de metodologías psicológicas "no debe ser una práctica obligatoria ni ordinaria", puntualizó Grocholewski, sino que se usará en aquellos "casos excepcionales que presentan particulares dificultades".
Aun así, el documento reconoce que entre los jóvenes que hoy en día piden entrar en el Seminario, están presentes, "en modo más o menos acentuado", los "inconvenientes" que acarrea el "consumismo", la "inestabilidad en las relaciones familiares y sociales", el "relativismo moral" o "visiones equivocadas de la sexualidad".