
El Vía Crucis del arciprestazgo Pastrana-Mondéjar reúne a dos mil personas
22/03/2015 - 17:08
Veintidós de las localidades que participaron pertenecen al arciprestazgo de Pastrana-Mondéjar (Albalate de Zorita, Albares, Almoguera, Almonacid de Zorita, Armuña de Tajuña, Aranzueque, Driebes, Escariche, Escopete, Fuentenovilla, Hontoba, Hueva, Illana, Loranca de Tajuña, Mazuecos, Mondéjar, Pastrana, Pozo de Almoguera, Sayatón, Valdeconcha, Yebra y Zorita de los Canes); mientras que las otras dos, Orusco y Ambite, están adscritas a la diócesis de Alcalá, y consecuentemente a la provincia de Madrid. Los pueblos portaron en la procesión veinticinco estandartes y once imágenes que procesionan habitualmente en las respectivas Semana Santa locales.
Igualmente tocaron cinco bandas de cornetas y tambores y dos bandas de música, todas ellas acompañamiento habitual de las peregrinaciones locales de Pascua. Acompañando la procesión hubo también autoridades civiles, que encabezó el alcalde de Pastrana, Ignacio Ranera, y el subdelegado de gobierno en Guadalajara, Juan Pablo Sánchez. Para el alcalde de Pastrana, Ignacio Ranera, ver a la villa ducal vestida de gala para recibir con devoción y brillantez esta procesión multitudinaria ha sido un verdadero orgullo, que ha contado con una organización perfecta, basada como siempre en la entrega de los pastraneros a todo aquello que tiene que ver con las tradiciones y la puesta en valor de lo nuestro, afirmó el regidor.
Pasados unos minutos de las nueve de la noche, con sólo siete grados de temperatura, tomaba la palabra Emilio Esteban, párroco de Pastrana, encargado de la liturgia y de marcar los tiempos del Vía Crucis. La Banda de Música de Pastrana abría sonoramente la procesión. Instantes antes de que se iniciara la marcha, sus cuarenta y cinco músicos interpretaron La Macarena de Francisco Joaquín Pérez Rodrigo. Posteriormente, la Banda interpretó otras dos marchas más, Concha, de Víctor Manuel Ferrer Castillo y, al cierre del Vía Crucis, interpretaron la Saeta. El Vía Crucis se extendió a lo largo de ochocientos metros lineales, mientras que los pasos, todos diferentes y bellísimos, componían magníficas imágenes en las calles del casco viejo pastranero.