El vía crucis juvenil recordó el dolor del mundo
01/10/2010 - 09:45
Por: MAR GATO. MADRID
Acto Martes Santo
La cruz finalizó su recorrido cubierta con decenas de fotografías que así lo atestiguaban
Como viene sucediendo a lo largo de más de veinte años, en la noche de ayer tuvo lugar el ya tradicional vía crucis de la juventud, acto litúrgico que congregó en torno a la Pasión de Jesús a más de 500 personas, 150 de las cuales fueron jóvenes religiosos que quisieron recordar el sufrimiento de Jesús en su camino al calvario portando a hombros durante algunos metros la simbólica cruz.
El lugar de encuentro de todos los fieles fue en esta ocasión la iglesia de Santa María Micaela, en el barrio de Adoratrices, lugar donde la cruz ha permanecido durante todo un año desde que los jóvenes la depositaran en la pasada celebración y donde ha estado acompañada por 17 velas a sus pies, las mismas como parroquias existen en la capital, las mismas que fueron encendidas y entregadas anoche a cada una de las parroquias como un gesto de invitación para acompañar a la cruz y sus portadores en el recorrido.
Una vez realizado este acto simbólico dentro de las paredes del templo, los jóvenes de la parroquia de Adoratrices fueron los encargados de alzar la cruz para iniciar el recorrido por las tradicionales 14 estaciones, en las que se recordó con la lectura de textos a cargo de las parroquias o movimientos juveniles, además de con símbolos, oraciones y cánticos por parte de todos los asistentes la Pasión de Cristo. Además, y como novedad este año, en cada uno de los pasos hasta su muerte se procedió a cubrir la cruz con diversas fotografías que aludían explícitamente a los distintos pasos de la Pasión de Cristo, imágenes que, sin embargo, albergaban un segundo trasfondo: la pasión del mundo, el dolor de una humanidad que soporta hoy en día otra cruz, y que nos es más que la prolongación de la cruz de Cristo.
El recorrido del vía crucis juvenil transcurrió en esta ocasión por la avenida de Santa María Micaela, la avenida de Castilla, la calle Virgen del Amparo hasta llegar a la parroquia de San Ginés, en la plaza de Santo Domingo, lugar donde volverá a permanecer durante todo un año hasta que vuelva a salir a hombros de otras tantas decenas de jóvenes hacia otra parroquia de la capital, desarrollando así el que se ha convertido en un tradicional vía crucis interparroquial.
El párroco de la iglesia de Santa María Micaela, Pedro Moreno, se mostraba ayer orgulloso por el alto grado de participación de los jóvenes guadalajareños en un acto litúrgico que verdaderamente ha cuajado entre la ciudadanía, un hecho que se refleja en que las personas que acuden al vía crucis no sólo se limitan a contemplar un acto realmente estético y emotivo, sino que participa activamente con los rezos o con el simple gesto de encender una vela.
Una vez realizado este acto simbólico dentro de las paredes del templo, los jóvenes de la parroquia de Adoratrices fueron los encargados de alzar la cruz para iniciar el recorrido por las tradicionales 14 estaciones, en las que se recordó con la lectura de textos a cargo de las parroquias o movimientos juveniles, además de con símbolos, oraciones y cánticos por parte de todos los asistentes la Pasión de Cristo. Además, y como novedad este año, en cada uno de los pasos hasta su muerte se procedió a cubrir la cruz con diversas fotografías que aludían explícitamente a los distintos pasos de la Pasión de Cristo, imágenes que, sin embargo, albergaban un segundo trasfondo: la pasión del mundo, el dolor de una humanidad que soporta hoy en día otra cruz, y que nos es más que la prolongación de la cruz de Cristo.
El recorrido del vía crucis juvenil transcurrió en esta ocasión por la avenida de Santa María Micaela, la avenida de Castilla, la calle Virgen del Amparo hasta llegar a la parroquia de San Ginés, en la plaza de Santo Domingo, lugar donde volverá a permanecer durante todo un año hasta que vuelva a salir a hombros de otras tantas decenas de jóvenes hacia otra parroquia de la capital, desarrollando así el que se ha convertido en un tradicional vía crucis interparroquial.
El párroco de la iglesia de Santa María Micaela, Pedro Moreno, se mostraba ayer orgulloso por el alto grado de participación de los jóvenes guadalajareños en un acto litúrgico que verdaderamente ha cuajado entre la ciudadanía, un hecho que se refleja en que las personas que acuden al vía crucis no sólo se limitan a contemplar un acto realmente estético y emotivo, sino que participa activamente con los rezos o con el simple gesto de encender una vela.