Elecciones en mayo

12/05/2019 - 14:11 Pedro Villaverde Martínez

Este mayo nos viene lleno de emociones políticas por la convocatoria de esas elecciones municipales y autonómicas que cambiarán el Gobierno de nuestros pueblos, ciudades y región.

Cuando éramos pequeños, nos viene ahora a la memoria, solíamos cantar cuando era por mayo, aquello de “agua de mayo críame este pelo y ya que me lo crías, críamelo bueno”. Nos viene también a la memoria aquello otro, cuando estudiábamos Literatura, del Romance del cautivo: que “por mayo era por mayo cuando la calor calienta, canta la calandria y responde el ruiseñor”…preciosa composición poética cantando a la naturaleza y al privado de libertad…pero no es literatura lo que ahora queremos reflejar en esta breve columna. 
Este mayo nos viene lleno de emociones políticas por la convocatoria de esas elecciones municipales y autonómicas que cambiarán el Gobierno de nuestros pueblos, ciudades y región. De este mes de mayo del que tanto se ha dicho por escritores, poetas y literatos nos acordamos en esta situación política en la que andamos metidos y cuya salida como en toda buena democracia se resolverá en las urnas.  Todos tenemos que asumir la responsabilidad de conseguir el mejor gobierno de nuestros pueblos y quienes tienen como profesión la Política tendrán mayor responsabilidad para responder después a nuestras esperanzas.
Votar siempre es motivo de alegría, aunque cansen varias convocatorias seguidas. Ahora decidimos quienes nos regirán en nuestras administraciones más próximas y aquí se enfrentan los sentimientos de quienes teniendo corazón de derechas o izquierdas tienen simpatía o ven conveniente que el poder quede en manos de la opción contraria por su confianza en ese candidato, pues no olvidemos que es fácil ser amigo del alcalde de turno, de su equipo, incluso del presidente de la región o estar a gusto con su gestión, con la estabilidad y bienestar que propician. Es un dilema de cada cual. Después esperemos que una vez más nuestros políticos sepan estar a la altura que necesitamos, pues el pueblo seguro que sabrá estar y sin duda es más que urgente...necesario. Y nos quedamos hoy con la cita aquella de que “El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”. La esperanza es algo que debe acompañar siempre. Esperemos que la suerte nos sea propicia, y que por buscarla que no quede.