Elvira López, la tendera del rastro de Aranzueque, celebró su centenario

Elvira es  la octava hija del matrimonio formada por Antonio López López y Rosa Rodríguez Sánchez. Su padre fue alcalde, veterinario y agricultor, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, dejó una huella profunda en Aranzueque y comarca, que heredaron sus hijos.
 En el caso de Elvira, sus popularidad empezó desde muy joven. Era y es una mujer simpática, agradable y muy buena con los que la rodean. Cuentan sus sobrinos que de joven tenía una tienda en la que vendía un poco de todo y eso la hizo popular. El rastro de Aranzueque, lo llamaban. Permanecía abierto 24 horas y los 365 días del año, siempre a disposición de la persona que lo necesitara. Elvira  estuvo dedicada en cuerpo y alma a la tienda, siendo posteriormente su sobrina Victoria quien la sucedió en su jubilación. Ésta se encargó de regentar la tienda hasta que murió, en 1991.
 En la actualidad, Elvira tiene la gran suerte de vivir con  sus sobrinas Rosa y Marisol, que la dispensan todo tipo de atenciones. A pesar de no tener hijos, ha tenido 28 sobrinos.
 Elvira viene de una familia longeva, ya que un hermano cumplirá este año 104 años.
  A sus ya 100 años de edad, Elvira se encuentra con plenas facultades mentales y físicas. Cuenta con un aspecto muy saludable. Ella misma y sus sobrinos fueron los encargados de organizar una suculenta merienda para celebrar su tan importante cumpleaños. El Ayuntamiento y la Corporación municipal de Aranzueque le obsequiaron con un ramo de flores y una bonita placa conmemorativa del centenario.
  En la celebración no faltó la tarta, cuyas velas marcando el número 100 sopló con fuerza. Elvira tuvo en consideración a todos los que la acompañaron en este día tan feliz para ella y también recordó a los que no lo pudieron hacer por diferentes causas. ¡Felicidades, Elvira!