Emilio Mínguez: “Sigo creyendo que lo que he vivido en estos días ha sido un sueño”

07/05/2019 - 11:43 Alberto Moreno Pérez

Cinco  títulos mundiales en los últimos tres años. Es parte del premio al intenso trabajo de Emilio Mínguez Caballero (Guadalajara, 1986). Los dos últimos galardones llegaban la pasada semana en casa, en el palacio Multiusos. 

Participó en el Mundial de Guadalajara con una lesión, ¿cómo se encuentra de esa rotura de fibras?
Ha pasado ya una semana, pero sigo bastante dolorido. La lesión me va a llevar a un mes de baja deportiva y casi una semana de reposo total. Sin embargo, sé que eso pasará y me vendrá incluso bien porque necesitaba descansar un poco.

Ha sido una dura lesión que llegó por el esfuerzo en la competición, pero me imagino que ha merecido la pena porque ese trabajo le ha dado dos nuevos títulos mundiales.
Claro que sí, pero más que por los títulos por lo que he vivido en el tatami en Guadalajara. Es algo que nunca lo había vivido y creo que nunca se volverá a repetir. Han sido sensaciones tan bonitas que a día de hoy sigo creyendo que fue un sueño y no se me olvidará en la vida.

¿Cómo fueron los días previos al Mundial, tal vez con más nervios que en citas anteriores por aquello de competir en casa?
He tenido que echar una mano incluso en la organización, pero estoy muy orgulloso de poder haber ayudado al Departamento de kenpo, que dirige José María Méndez, una persona que me ha ayudado mucho y al que estoy muy agradecido. No obstante, tenía una presión grandísima porque vienes de ganar dos mundiales y parece que es algo sencillo aunque llevamos muchas horas de trabajo, pero terminé muy satisfecho.

Lo primero que vio al entrar a la instalación fue ese enorme panel anunciando el Mundial con su imagen y la de su compañera Sandra Ajates, ¿qué sintió?
Me dio mucha vergüenza. En la tele me cuesta mucho verme y cuando vi mi cara ahí, sentí vergüenza, pero al tiempo sentí mucho orgullo. Fue una iniciativa del concejal Eladio Freijo, una persona que me ha valorado desde el primer momento, incluso cuando no ganaba nada y ahí te das cuenta de qué gente ha estado contigo. Apostó por el Mundial en Guadalajara y le doy las gracias.

Cuando pisó el tatami por primera vez en este Mundial, ¿qué le pasó por la cabeza?
En esos momentos, tanto yo como mi compañero, Javier Gadea, estamos tan concentrados que nos convertimos en personas diferentes. Cuando va a empezar todo, nos miramos a los ojos y los dos sabemos lo que tenemos que hacer. Con Gadea he competido en el Regional de Madrid y en el de España, lo que hizo que en este Mundial todo estuviera en el punto exacto.

Consiguió con Gadea el título en categoría masculina y después, casi sin descanso, afrontó la cita con Sandra Ajates, en la mixta, ¿cómo llegó a esta segunda competición?
Esta categoría fue muy dura también porque además, con Sandra, cambiamos todas las secuencias de citas anteriores y aunque no empezamos muy bien, fuimos creciendo en el tatami y logramos hacer un trabajo excelente que nos dio el premio.

Y en ese momento ya estaba lesionado. 
Estaba prácticamente cojo pero igual que no me considero una persona más dura que otra para competir, sí es cierto que mi cabeza me permite concentrarme en esos momentos. Sandra no había llevado un buen campeonato, pero para una persona como ella que es número uno mundial, desde mi punto de vista, sabíamos que teníamos que hacer un buen resultado porque para ella era muy importante y necesitábamos estar muy concentrados. Yo tenía claro que iba a salir al tatami sí o sí, aunque me dolía mucho la pierna. Lo hice y conseguimos ganar.

¿La sensación de subir al podio en Guadalajara fue distinta al del resto de Mundiales?
Subir al podio es secundario para mí. Es el reconocimiento del trabajo bien hecho, pero me quedo con el reconocimiento en el tatami. Cuando salí en la final masculina, ante los argelinos, la gente reconocía que era de Guadalajara, que era español y estaba a muerte con nosotros. Todo el pabellón estaba pendiente de nuestro trabajo, rugía con cada gesto, aplaudía, sufría con nosotros... eso no lo había vivido nunca y lo que se siente es indescriptible. A mí se me saltaban las lágrimas cuando terminé y cuando salí del tatami el seleccionador, Óscar Hernández me dijo que se había emocionado conmigo y eso me hizo sentir muchas cosas y acordarme de mucha gente.

En esos recuerdos, estaba también la familia, su madre, especialmente...
Cuando Nueva Alcarria me concedió el premio de mejor deportista, en el mes de marzo, le dediqué el premio a mi madre que no se encontraba bien, seguía con muchas molestias de su enfermedad, pero desde entonces ahora ha mejorado bastante y estaba allí, con toda mi familia, con mi hermana, con mi padre y mi tía... Estaban locos de alegría. Les tengo que agradecer que siempre han estado ahí, en momentos buenos y en los malos. La familia nunca falla.

¿Cómo fue la participación del resto del equipo nacional?
Una maravilla porque tenemos competidores infantiles en la Copa del Mundo que participaron e hicieron un trabajo impecable y los senior, también muy bien, revalidando muchos los títulos de campeón del mundo. El kenpo en España pasa por un gran estado de salud. De hecho, viendo el momento que vivimos en Guadalajara estamos planteando la posibilidad de abrir aquí un tatami para dar clases porque hay mucha gente interesada en ello y tal vez creo que es el momento de dar un paso al frente.

¿Cuáles son sus siguientes pasos en la competición?
La idea es participar en el Europeo que será en Portugal. Si el seleccionador nacional decide que yo debo representar al país allí iré a muerte.

¿Se le pasa por cabeza poner el punto final a su etapa como competidor?
Si me pregunta hace una semana diría que sí, que este era mi último Mundial; pero según pasan los días, tengo más ganas y el siguiente Mundial es en Túnez y ya pienso en él, pero es muy difícil compatibilizar la competición con la vida profesional y personal.

Mucha suerte en esas próximas citas.
Quiero agradecer, si me lo permite, a Nueva Alcarria que siempre ha estado a mi lado; todo empezó gracias a este periódico. He concedido muchas entrevistas en este Mundial, pero Nueva Alcarria estará siempre en mi corazón porque si no es por vuestra atención y por esas primeras entrevistas hace unos años creo que todo esto no hubiese sido posible.