Emprender en la casa de los abuelos para ofrecer una estancia de lujo en el Alto Tajo
Casa Rural Las Espiñuelas acaba de abrir sus puertas en Poveda de la Sierra.
En pleno corazón del Alto Tajo, el visitante puede disfrutar, desde este mes de agosto, de una estancia única en la Casa Rural Las Espiñuelas, de Poveda de la Sierra (www.crlasespinuelas.com). Su arquitectura, decoración y localización guardan el espíritu de la familia Moreno Ayora. Han sido sus nietos, Jesús y Laura Maestro Moreno, junto al marido de ésta, quienes han hecho de la casa de sus abuelos un nuevo hogar para compartir con los viajeros. “Es un proyecto que nace con ilusión y con una parte importante de emotividad, dando vida a una casa que tantas vidas albergó. Así nacen Casa Juan y Casa María”, señalan.
Cuando vieron que la casa empezaba a deteriorarse se pusieron manos a la obra y surgieron mil ideas. “Una bodega, una cochera, ... y al final, con la inestimable ayuda de ADR Molina- Alto Tajo decidimos levantar una nueva casa pero con la esencia de su pasado”, explican.
La piedra original, algunas maderas, elementos rehabilitados y materiales nuevos y modernos se han unido en una construcción que conserva hasta su pajar. El bautizo del benjamín de la familia, Mateo, sirvió para inaugurar las nuevas casas rurales y volver a reunir a la familia en la casa que vio nacer a muchos de sus antecesores.
El alojamiento rural consiste en dos casas independientes, de dos y tres dormitorios, completamente equipadas para albergar estancias cortas o largas e incluso teletrabajar. Se alquilan íntegramente de forma conjunta o cada una por separado. “Hemos conseguido 4 estrellas verdes en Casa María y 3 en Casa Juan y ya estamos trabajando para mejorarlo”, se congratulan.
Además, cuentan con un patio amueblado con barbacoa y paellero de gas. También con una zona en el ático para el relax y esparcimiento con nevera y minibar además de minipiscina de hidromasaje con aromaterapia y cromoterapia.
“Valoramos mucho la sostenibilidad y por ello hemos instalado suelo radiante-refrescante que funciona con aerotermia, placas solares, chimenea de bioetanol, cargador de coche eléctrico o ventanas con triple cristal”. Cuidando cada detalle.
No es el único alojamiento rural en el pueblo, y el resto de empresarios les han aconsejado cómo afrontar este reto. “El entorno donde nos encontramos tiene potencial para atraer turistas y llenar todos los alojamientos y alguno más, si alguien se anima”, reconocen.
No ha sido un camino fácil. “En estos años, debido a varias crisis, el precio del ladrillo no ha parado de subir y la estimación inicial del coste del proyecto que nos planteamos, subió en un porcentaje considerable. De no ser por la también considerable ayuda recibida, hubiéramos tenido que tomar la decisión de no invertir o retrasarlo varios años”, explican los emprendedores, muy agradecidos también a la colaboración del grupo de desarrollo rural de la zona.
“Queremos dar valor a cosas cotidianas que tenemos día a día en nuestro entorno del Alto Tajo y que desde fuera se ven y se sienten como un auténtico lujo, queremos que las casa acompañen a este entorno y puedan ofrecer al cliente todos los caprichos que necesite”, subrayan.
Aunque emprender en la que llaman España Vaciada es difícil, estos empresarios lo tienen claro. “La mejor opción de revertir la situación es volviendo a los orígenes, invirtiendo en nuestro pueblo. Hay carencia de multitud de servicios en la zona y animo desde aquí a quien se lo esté pensando a que contacte con ADR Molina-Alto Tajo y haga realidad su ilusión de volver a vivir al pueblo y emprender en lo que más le guste”, terminan.