En busca de la identidad vitícola de Castilla-La Mancha

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
La bodega Finca Los Nevados está trabajando para recuperar una uva minoritaria de Castilla-La Mancha: la Moravia Agria. “Con este proyecto no sólo queremos llegar a elaborar un gran vino que represente a nuestra tierra.
Nuestra inquietud reside en la preservación de la identidad vitícola de Castilla-La Mancha”, afirma Bautista Pintor, propietario de la bodega, que añade “en el eterno ejercicio de buscar, es donde se halla la recompensa”.
Las variedades minoritarias lo son, en gran medida, porque históricamente han tenido un comportamiento agronómico difícil: producciones escasas, sensibilidad a enfermedades o uvas tintas con poco color. Hace tres años Jesús Jiménez, director técnico de Finca Los Nevados, seleccionó, con apoyo del Ivicam (Instituto de la Vid y del Vino de Castilla-La Mancha), entre las diferentes variedades en riesgo de entrar en peligro de extinción a medio plazo, la Moravia Agria como objeto de recuperación. Los motivos que le condujeron a esta elección fueron el comportamiento vegetativo de la uva, de ciclo largo y que se adapta perfectamente a la zona donde vive, y su complejidad. “Llevamos mucho tiempo estudiando la actitud de otras variedades, tanto autóctonas como foráneas, pero ha sido nuestra Moravia Agria, de la que casi nadie ha oído hablar y de la que apenas hay datos, la que presentaba, tanto para la bodega como para mí, un gran reto e interés enológico”.
El año pasado la bodega puso a disposición de un grupo de profesionales del sector mil botellas del primer monovarietal de su Moravia para que valorasen y expresasen sus opiniones, con el fin de conocer si los catadores encuentran o no tipicidad en este vino. “En la siguiente fase estudiaremos cómo expresar mejor su potencial y ver cómo evoluciona de forma monovarietal y cómo se comporta ensamblándolo con otras variedades”, apunta Jiménez.
No sabemos cómo será el futuro y si algún día se conseguirá elaborar un vino de calidad con una variedad de uva que represente a Castilla-La Mancha y que sea del agrado del consumidor. De momento, el camino por recorrer es largo y a buen seguro que se ha dado un paso en la recuperación de lo que por derecho y por deber es castellano-manchego.