"En cada ocasión que podéis, hacéis un homenaje a los ganaderos de la Sierra Norte, que son la seña de identidad de esta comarca"
El presidente de la Diputación pregona la llegada de la Navidad en Cantalojas, con los cencerrones.
Poco antes del mediodía, los cencerros, campanillas y cencerrones resonaban ya por Cantalojas, entre los sonidos de la ronda tradicional. Los grupos participantes en el certamen de villancicos de este año se unían a los pastores del pueblo en una cita histórica. Entre los asistentes y curiosos, estaba el presidente de la Diputación, José Luis Vega, que hoy pregonaba la cita, que después acogería la parroquia. "Hoy fieles a la cita, los Cencerrones de Cantalojas vuelven a sonar cada navidad después de décadas gracias al cariño con el que en este pueblo cuidáis las tradiciones. Sentís un profundo orgullo por vuestros orígenes y en cada ocasión que podéis, hacéis un homenaje a los ganaderos de la Sierra Norte que son la seña de identidad de esta comarca", empezaba diciendo. "Os quiero felicitar y a la vez a animar a conservar la memoria de las tradiciones que son las que nos hacen únicos. Hoy les recodáis con un maravilloso certamen de villancicos guardando la esencia de esa memoria, que no es otra que el reunirse como pueblo para celebrar con un espíritu de alegría, en este tiempo de navidad que invita a estar con los amigos y con la familia". El presidente aseguró que la Navidad era una de sus épocas favoritas. "Durante estos días se celebran infinidad de certámenes en nuestro territorio y es quizás uno de los actos que más me gusta de las navidades. Son citas donde participan muchos pueblos, grupos de amigos y amigas, asociaciones que preparan sus villancicos durante semanas y que reúnen para estas fechas manteniendo vivas las tradiciones". Tras desear felices fiestas y augurando un nuevo encuentro el próximo año, "con el sonido de los cencerrones", cedió el turno a las rondas participantes: José Antonio Alonso y su grupo, La Calandria (Cifuentes), la Zambombada de Atanzón y la Ronda de Hita. Los anfitriones entonaron sus romances tradicionales entre los sonidos de los cencerros, recreando una estampa icónica para Cantalojas con sus pastores. Ataviados con sus albarcas y zamarras, portan la collera de cencerros y el mayoral pidió permiso para entrar al templo y cantar sus coplillas, como antaño hicieran sus antepasado todos los días tras dejar el ganado guardado, desde la Inmaculada hasta el 24 de diciembre, Nochebuena, que acudían a la Misa de Gallo para adorar al Niño.
Después del certamen, degustaron un copioso almuerzo mientras sonaban los villancicos de la tierra.
Organizado por la Asociación El Hayedo, está declarado como Fiesta de Interés Turístico Provincial, y cuenta con la colaboración de Diputación, el Ayuntamiento local y la parroquia.