Enresa inicia en Zorita el desmantelamiento integral de la primera nuclear de España

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: M.TOVAR ATANCE
Desde ayer, Enresa tiene seis años por delante para cumplir con el plan de desmantelamiento de la central nuclear de Almonacid de Zorita, que será el primero de España en realizarse de forma integral y dejará los terrenos útiles para la instalación de otras empresas. Durante este tiempo, trabajarán más de 200 personas, se generarán 104.000 toneladas de residuos –el 4% radiactivos–y se invertirán 135 millones de euros, según informaron ayer en Almonacid el director de operaciones y del desmantelamiento, Alejandro y Manuel Rodríguez, respectivamente.
La central nuclear de Almonacid de Zorita inició ayer de forma oficial la cuenta atrás para su desaparición total en 2016. El objetivo es que en ese año el terreno donde se asienta esté igual al que existía en 1960 cuando se empezó a construir. Durante este tiempo será Enresa la responsable de los trabajos que se realicen en la planta, tras firmar con Gas Natural-Unión Fenosa la transferencia de titularidad por un plazo de seis años, transcurridos los cuales volverá a manos de la primera.
La ‘José Cabrera’ será la primera nuclear española en la que se lleve a cabo un proceso de desmantelamiento integral y restaurador, de Nivel 3, “que devolverá las características iniciales al terreno”, según explicó ayer el director de operaciones de Enresa, Alejandro Rodríguez, durante la presentación del plan de clausura en la residencia de la central acompañado por el director del desmantelamiento, Manuel Rodríguez. Aunque es la primera vez que se hace en España, Enresa cuenta para ello con la referencia de los trabajos que se han llevado a cabo en otras centrales de EE UU y la experiencia de haber trabajado en el desmantelamiento de Vandellós I o las instalaciones de Ciemat, entre otras.
El proceso de desmantelamiento que se inició ayer con todos los permisos –el Ayuntamiento de Almonacid de Zorita concedió ayer mismo también la licencia municipal de obras– se dividirá en cinco etapas y en él se generarán 104.000 toneladas de materiales. El director del desmantelamiento detalló ayer que de este volumen, “sólo” 4.000 toneladas (el 4 por ciento) serán residuos radiactivos, de los que los de media y baja actividad se llevarán a El Cabril y los de alta se almacenarán en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) construido en las inmediaciones de la planta. El ATI está preparado para albergar estos residuos durante los próximos 50 años, aunque se estima que en 2016 cuando terminen los trabajos puedan trasladarse al Almacén Temporal Centralizado (ATC).
Estos trabajos generarán una media de 200 puestos de trabajo, que en su pico más alto puede alcanzar los 250, de los que la mayoría llegarán a través de subcontratas, y Enresa sólo aportará una quincena de empleados. En la actualidad ya se han realizado 18 contrataciones de servicios con los que llegarán 140 empleados, y en las que se ha garantizado el empleo local, ya que en la contratación se ha tenido en cuenta la de empresas y personas que conocen la instalación, por lo que según Rodríguez, la mayoría del personal procede del entorno. Este confirmó ayer que más del 90 por ciento de los trabajadores actuales conservarán su puesto de trabajo.
Según las estimaciones realizadas en 2003, estos trabajos costarán 135 millones de euros, de los que el 56,9 por ciento serán para ejecutar trabajos de seguimiento y el 25% para controlar y garantizar la seguridad de las tareas que se realizarán.
La ejecución de este proyecto no será meramente técnica, sino que supondrá el inicio de una relación con el entorno, en el que se tendrá en cuenta la sensibilidad social, los intereses de la empresa propietaria y la generación de expectativas. Y para ello, en este proyecto, se incluyen como principios fundamentales la seguridad por encima de todo, la transparencia en las actuaciones, las políticas de empleo y las de formación.