Entendimiento

26/10/2020 - 11:34 Pedro Villaverde Martínez

 Nuestro comentario hoy quiere hacerse eco de lo difícil que resulta la convivencia y lo imprescindible que es en este momento de pandemia que acarrea consecuencias económicas y sociales de extraordinaria gravedad.

He emos escrito ya muchas veces de la convivencia como algo necesario para poder seguir la buena marcha entre unos y otros. El hombre es sociable por naturaleza pero insociable por vicio. Estamos siempre apelando a la convivencia como algo necesario en cualquier relación humana y muy especialmente cuando esa relación se extiende a todos como ocurre con la política. Convivir es tan fácil algunas veces como casi imposible en otras. Si analizamos el porqué de estas cuestiones diríamos que la avaricia, el orgullo… y el querer dominar unos a otros estarán en el origen de todo ello. Por eso alguien ya escribió aquello de “el hombre, lobo para el hombre”. Desde siempre unos quieren dominar a otros y como esto no es aceptable para los dominados se entra en guerra. Esta realidad es patente desde Caín y Abel. 

  Nuestro comentario hoy quiere hacerse eco de lo difícil que resulta la convivencia y lo imprescindible que es en este momento de pandemia que acarrea consecuencias económicas y sociales de extraordinaria gravedad como para no tener una cierta unidad en la respuesta desde las instituciones y la sociedad. Escuchamos al Rey en Oviedo hablar de concordia, unión, entendimiento, respeto, en una apelación que nos pareció oportuna y sincera en quien representa a todos los españoles. Lo oímos también, con más pretensión de quedar bien que voluntad real de poner por su parte para que así sea posible, en los políticos, muchas veces, en sus intervenciones, haciendo luego lo contrario de lo que dicen para buscar el enfrentamiento y satisfacción de sus intereses electorales o de partido que nada nos importan a los ciudadanos. ¡Es tan difícil la convivencia y el acuerdo! Y sin embargo hoy más que necesarios. Hay que urgir al entendimiento entre quienes piensan y quieren cosas distintas. La sociabilidad ha de imponerse. Cierto que cada uno de nosotros somos distintos…pero no menos cierto que todos somos iguales…Dejemos el asunto aquí con el deseo de que la inteligencia que todos tenemos sea con la sociabilidad la que ayude a ese necesario arte de la convivencia y todo ello con la paz y el consenso que se precisa para superar esta crisis mundial en la que España parece llevar las peores papeletas.