Erasmo de Rotterdam: 555 años de su nacimiento
Erasmo fue la voz que en la Europa de aquel siglo reclamaba los principios de la tolerancia y la paz que finalmente se impondrían en la sociedad contemporánea. Y a través de su pluma contribuyó al despliegue de las ideas de ciudadanía, de libertad y de paz.
En 2022 se cumplen 555 años del nacimiento de Erasmo de Rotterdam (1467-2022), una de las figuras más brillantes que llenaron el espectro del Renacimiento Europeo. Intelectual y humanista completo, investigador y pensador en todos los campos de las letras, fue gramático, filósofo, historiador, teólogo moralista y, sobre todo, crítico. Su crítica levantó polémicas, despertó conciencias, enseñó a muchos, y su influencia se dejó sentir en autores tales como Fray Luis de León y Cervantes.
Las aportaciones de este pensador a la cultura europea son inmensas, no solo da su nombre al programa europeo de intercambio académico “Programa Erasmus”, sino que tambien se aprecia su pensamiento respecto a la unidad europea.
Europa en los siglos XV y XVI está entrando en la modernidad, se está abriendo a un nuevo espacio de formación de los Estados y Erasmo pertenece a esa modernidad en la que la ética y la política van unidas. Sin embargo, Maquiavelo representa otra visión, la de la separación entre ambas. Erasmo, humanista, es optimista, no considera necesario recurrir a un comportamiento amoral. Su postura es claramente una apuesta por la moralidad, y Maquiavelo se inclina por la eficacia.
Otro protagonista de la modernidad que se cruza en la existencia de Erasmo es Lutero. Lutero es pesimista, fatalista, proclama que no puede haber libertad en el hombre, todo está predestinado, y Erasmo afirma que la libertad es consustancial al hombre.
En la trayectoria vital de Erasmo destaca su amistad con Tomás Moro, al que visita en varias ocasiones e igualmente su amistad con Luis Vives. Al ser nombrado secretario del obispo de Cambrai le permitió recorrer los Países Bajos y concluir su obra Antibarbarii en la que refleja ya el ideal de noble vida, libre e independiente, consagrada a los clásicos y al debate con intelectuales del momento en Europa. En sus viajes (Holanda, Inglaterra, Italia, París, Lovaina, Bruselas) Europa era para él un amplio espacio, en cada país sus amigos eran los hombres de cultura más eminentes y los políticos más importantes.
A sus 40 años inicia un periplo por Turín, Milán, Bolonia, Florencia, Venecia, Nápoles, Roma. Erasmo, especialmente en Roma, encuentra el ambiente ideal: los mayores tesoros de la cultura humanista se abren ante sus ojos, los hombres más famosos de las letras son sus amigos. Se disputan su presencia los reyes de Inglaterra y Francia, así como el Papa. Sin embargo, marchó a Lovaina, Lieja, Colonia, Maguncia, Estrasburgo y, finalmente, Basilea, en cuya ciudad publica algunas obras así como la Instrucción del príncipe cristiano para el futuro Carlos V. En 1517 todavía creía en la posibilidad de una convivencia pacífica de los príncipes y de los pueblos, apoyada en la tolerancia y en la expansión del conocimiento, era optimista y creía en la paz. En 1526 el Enchiridión se publicó en castellano, en 1527 las ediciones de los Coloquios se multiplican y el Elogio de la locura está en manos de todo el mundo. Las traducciones al castellano de sus obras experimentaron un gran auge, su difusión estaba a la orden del día en ciudades, iglesias, monasterios, posadas, caminos, y en las Cortes y Universidades. En la Universidad Complutense fluía el pensamiento erasmista y en esa coyuntura destaca no solo la admiración que Cisneros le dispensaba sino la influencia que ejerció sobre los enseñantes.
La fama de Erasmo traspasaba fronteras en la Europa de su tiempo y él era consciente de ello, así mismo comprendió el papel que desempeñaba la imprenta en la creación de esa reputación. Algunos libros suyos se convirtieron, como diríamos hoy en auténticos “bestsellers” en Europa. Elogio de la locura se imprimió 43 veces, el Caballero cristiano conoció 55 ediciones, Los Adagios alcanzaron 62 ediciones y los Coloquios 73. Sus obras se tradujeron al castellano, francés, inglés, alemán, checo, italiano, neerlandés y portugués. La difusión geográfica de sus ideas fue una constante el la vida de Erasmo.
En cuanto al tema de la Paz, Erasmo es un precursor, en todas sus obras se opone a la guerra, en 1515 publica un ensayo que tuvo 19 ediciones en latín. Para Erasmo, la guerra es la locura de las locuras. A principios del siglo XVI Erasmo escribe incesantemente para evitar la guerra en Europa. En 1516 ve la luz en Basilea Querella Pacis, en ella, Erasmo llama a la reflexión sobre la brutalidad de la guerra condenándola desde todos los puntos de vista incluidos los políticos, y en adelante se muestra como un pacifista convencido.
Erasmo contempla a la guerra como contraria a la naturaleza y en España, Cervantes trata esta cuestión cuando en el capítulo XXXVII de El Quijote, nos dice: “ la paz es el mayor bien que los hombres pueden desear en esta vida “.
En definitiva, aquel irenismo del s. XVI hoy sigue en pie, y no lo hemos olvidado nunca. Erasmo fue la voz que en la Europa de aquel siglo reclamaba los principios de la tolerancia y la paz que finalmente se impondrían en la sociedad contemporánea. Y a través de su brillante y ponderada pluma
contribuyó al despliegue de las ideas de ciudadanía, de libertad y de paz.