La política en El Quijote


A través de algunos de sus más famosos personajes, Cervantes reflexionó en numerosas ocasiones sobre el mundo político de su tiempo, y cuando escribe, hace referencia a cuales eran las características del buen gobierno y las virtudes que gobernantes y gobernados debían tener.

Es un lugar común afirmar que en El Quijote están todos los temas: la libertad, la dignidad, la virtud, el bien, la amistad, la esperanza, el esfuerzo, la paz, la aventura, la acción, la verdad, incluso la Medicina, y también está la Política.

Pero, ¿qué es la Política? Como es sabido, en Grecia, nació lo “político” y la experiencia “política” más original, la democracia. Si bien no existe una forma unívoca de “la política”, sí que hay una evolución histórica en dicha actividad, entendida como el arte de gobernar el cuerpo político. “La Política” ordena, por tanto, lo político.

En general, se puede afirmar que la generación de Cervantes era consciente de que vivía en un mundo en crisis, en un periodo de transformación e incertidumbre económica, social y política. Quizá la idea más importante que se debe resaltar a la hora de analizar el mundo político en el que vivió Cervantes sea la de la complejidad y diversidad de éste.

A través de algunos de sus más famosos personajes, Cervantes reflexionó en numerosas ocasiones sobre el mundo político de su tiempo, y cuando escribe, hace referencia a cuales eran las características del buen gobierno y las virtudes que gobernantes y gobernados debían tener. Por lo demás, él mismo ejerció profesiones directamente ligadas que afectaban al gobierno -soldado en la batalla de Lepanto y recaudador de impuestos- , y durante los últimos años de su vida vivió en la Corte.

La visión que tiene Cervantes de la Política es deudora de su tiempo histórico, asímismo, como lector de los clásicos, y formado en el humanismo renacentista, impregna toda la obra de moralidad. La Política, para el autor de El Quijote, no es “lo práctico”, sino que tiene un intrínseco valor moral.

Recordemos que la acción política tiene dos caras en la época moderna: para Maquiavelo, la política es “lo factible”, se valora por el éxito extrínseco de la operación. 

Para Cervantes, que sigue a Erasmo, la Política es la acción moral, es algo varolable por la acción misma, no por los resultados.

En la Castilla Renacentista se utilizaba el término lo “agible” en contraposición a lo “factible”. La expresión debió ser muy corriente, incluso en el lenguaje cotidiano. Y así, a Sancho “le dijeron que rogase a Dios por la salud de su señor; que cosa contingente y muy agible era venir, con el discurso del tiempo, a ser emperador, como él decía, o por lo menos, arzobispo o otra dignidad equivalente”. Primera parte, cap. XXVI. 

Cervantes, en sintonía con Erasmo, es deudor de la tradición idealista que parte de Platón y que fundamenta la acción política en la ética y la ley. Asimismo, como humanista,  vincula a la política con la cultura, contraponiendo el gobierno con el poder. El énfasis en éste último se inicia en Maquiavelo y alcanza su cénit en Hobbes.

Así, en El Quijote, segunda parte, cap.XXXI, Cervantes nos dice que “...por muchas experiencias sabemos que no es menester ni mucha habilidad ni muchas letras para ser gobernador... (Aquí Cervantes se aleja del gobierno de los sabios de Platón, y llevado de su optimismo antropológico confía en la buena fe de los políticos en sus acciones)... el toque está en que tengan buena intención y deseen acertar en todo, que nunca les faltará quien les aconseje y encamine en lo que han de hacer como los gobernadores, caballeros y letrados, que sentencian con asesor. Aconsejaríale yo que ni tome cohecho ni pierda derecho”.

Tanta es la confianza de Cervantes en el hombre, que El Quijote no cree que la justicia, el orden social, el progreso sean funciones de la autoridad, sino obra del quehacer de individuos que, como sus modelos, los caballeros andantes, y él mismo, se hayan echado sobre los hombros la tarea de hacer menos injusto y más libre y próspero el mundo en el que viven.