España tiene la mejor imagen de América Latina en los últimos 500 años, según un estudio
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El Gobierno recuerda la "positiva inversión intelectual y financiera" de España en esta región
El investigador del Real Instituto Elcano Javier Noya, resaltó la importante mejoría de la imagen de España en América Latina en los últimos años. En su último libro, 'La nueva imagen de España en América Latina', Noya analiza los resultados de las preguntas relacionadas con España incluidas en el Latinobarómetro, un estudio anual demoscópico elaborado en los 18 países de Latinoamérica.
Según Noya, la imagen actual de España en la región es la mejor de los últimos 500 años: un 71 por ciento de los latinoamericanos tiene una buena opinión de nuestro país, frente al 12 por ciento que la tiene mala. Además, España es la potencia externa mejor considerada, por encima de la Unión Europea, de Estados Unidos o China. Noya presentó hoy en Madrid el libro junto al secretario general de Política Exterior para Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Juan Carlos Sánchez; el presidente del Real Instituto Elcano, Gustavo Suárez Pertierra, y la directora de la Corporación Latinobarómetro, Marta Lagos.
El autor advirtió de que este capital positivo acumulado en los últimos años "lo va a necesitar" España debido a la "pinza" que podría formarse en los próximos años con el fin de la bonanza económica y su coincidencia con los bicentenarios de la independencia de las colonias iberoamericanas. "España necesita una estrategia de diplomacia pública que llegue al ciudadano medio defendiendo mirar al futuro y no al pasado y liderar una agenda de progreso", indicó.
La mejora en la percepción --Noya considera que "aún no nos hemos percatado" de la gravedad de la crisis de la imagen de España en América Latina de finales del siglo XX y primeros años del XXI-- coincide curiosamente con la llegada al poder por la vía democrática de gobiernos de signo progresista que están provocando una reestructuración de la región, a pesar de que tradicionalmente los sectores de la izquierda y más desfavorecidos han sido los más negativos en su valoración de España.
Entre los factores determinantes de la consideración de España, Noya cita en primer lugar la cultura, aunque también incluye ámbitos como el político, ya que España está considerada como la potencia que más se preocupa por el bienestar de los latinoamericanos.
Noya también destacó la importancia de la inmigración como ámbito de relación y de transmisión de imagen de España, tanto en el sentido de lo "bien tratados" que dicen ser los emigrantes latinoamericanos en España y la imagen de próspero y rico que difunden de nuestro país, como por la legislación restrictiva con respecto a las migraciones de la que denuncian el intercambio asimétrico que supone que nunca se pusiera límites a la emigración española a América.
INVERSIÓN ESPAÑOLA
Asimismo, Noya estudia la influencia de las inversiones de empresas españolas en América Latina, que ha sido positiva en los últimos años debido al gran crecimiento económico experimentado por la región en los últimos seis años y también a las propias políticas de las empresas.
En ese sentido, el director general de Política Exterior para Iberoamérica, Juan Carlos Sánchez, subrayó que el resultado de la "inversión intelectual y financiera" española en América Latina ha sido una iniciativa muy acertadas, ya que aunque España nunca ha deseado tener el liderazgo de la región al ser un socio extrarregional, sí aspira a una relación de igualdad centrada en lo que describió como el "eje estratégico educación, innovación y desarrollo".
Sánchez indicó que lo más destacable del estudio de Noya es, para él, que España sea percibido como el país más democrático de Europa y restó importancia al sentimiento antiespañol que dividió entre los antiespañoles "de corazón" y los que los son "de ocasión" para intentar eliminar a competidores empresariales españoles.
El autor advirtió de que este capital positivo acumulado en los últimos años "lo va a necesitar" España debido a la "pinza" que podría formarse en los próximos años con el fin de la bonanza económica y su coincidencia con los bicentenarios de la independencia de las colonias iberoamericanas. "España necesita una estrategia de diplomacia pública que llegue al ciudadano medio defendiendo mirar al futuro y no al pasado y liderar una agenda de progreso", indicó.
La mejora en la percepción --Noya considera que "aún no nos hemos percatado" de la gravedad de la crisis de la imagen de España en América Latina de finales del siglo XX y primeros años del XXI-- coincide curiosamente con la llegada al poder por la vía democrática de gobiernos de signo progresista que están provocando una reestructuración de la región, a pesar de que tradicionalmente los sectores de la izquierda y más desfavorecidos han sido los más negativos en su valoración de España.
Entre los factores determinantes de la consideración de España, Noya cita en primer lugar la cultura, aunque también incluye ámbitos como el político, ya que España está considerada como la potencia que más se preocupa por el bienestar de los latinoamericanos.
Noya también destacó la importancia de la inmigración como ámbito de relación y de transmisión de imagen de España, tanto en el sentido de lo "bien tratados" que dicen ser los emigrantes latinoamericanos en España y la imagen de próspero y rico que difunden de nuestro país, como por la legislación restrictiva con respecto a las migraciones de la que denuncian el intercambio asimétrico que supone que nunca se pusiera límites a la emigración española a América.
INVERSIÓN ESPAÑOLA
Asimismo, Noya estudia la influencia de las inversiones de empresas españolas en América Latina, que ha sido positiva en los últimos años debido al gran crecimiento económico experimentado por la región en los últimos seis años y también a las propias políticas de las empresas.
En ese sentido, el director general de Política Exterior para Iberoamérica, Juan Carlos Sánchez, subrayó que el resultado de la "inversión intelectual y financiera" española en América Latina ha sido una iniciativa muy acertadas, ya que aunque España nunca ha deseado tener el liderazgo de la región al ser un socio extrarregional, sí aspira a una relación de igualdad centrada en lo que describió como el "eje estratégico educación, innovación y desarrollo".
Sánchez indicó que lo más destacable del estudio de Noya es, para él, que España sea percibido como el país más democrático de Europa y restó importancia al sentimiento antiespañol que dividió entre los antiespañoles "de corazón" y los que los son "de ocasión" para intentar eliminar a competidores empresariales españoles.