Esquelas colgadas en comercios del centro denuncian la 'muerte' de estos negocios

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción

R .I.P. Rogamos una oración para que los comerciantes del centro puedan subsistir

"Lo que demandamos es que habiliten aparcamientos públicos y no solamente para los clientes; nosotros mismos no tenemos sitio para aparcar nuestros coches y nos vemos obligados a estar cambiando el ticket de la hora constantemente", señala Vanesa, una joven empresaria que regenta una tienda de complementos de moda en la calle Miguel Fluiters Y así son muchos los testimonios de los comerciantes de Guadalajara..


Otros manifiestan su descontento por unas obras que incluso obligaron a cortar el tránsito de personas en la plaza Mayor capitalina. "Esos meses en los que ha estado cerrada la plaza del Ayuntamiento han sido un caos. Hemos notado muchísimo el descenso de las ventas. La gente no podía acceder a los comercios ni a pie, ni en coche. Los aparcamientos de zona azul se encuentran ocupados todo el día por camiones y maquinaria", apunta Ricardo, propietario del estudio fotográfico Reyes.


Estos comerciantes aseguran que llegar a las tiendas del casco histórico de Guadalajara se convierte en una odisea diaria para los transeúntes. Por ello, creen que muchos eligen los centros comerciales de la periferia para realizar sus compras. "La mayoría se decanta por los grandes supermercados. Allí no tienen que preocuparse por el problema del aparcamiento. Pese a ello, en esta calle han quitado todas las plazas de parking y te expones a que te pongan una buena multa si estacionas incorrectamente. A mí mismo, el otro día, estuvieron a punto de sancionarme por dejar un minuto el coche en la puerta de la tienda para descargar unos artículos", afirma Claudio, dueño de la emblemática tahona Antonio, sita en Miguel Fluiters.


 



Una iniciativa oficiosa



"Nos reunimos en un bar los empresarios de la zona para charlar sobre el problema. Nuestras reivindicaciones las teníamos claras pero dudábamos en torno a los medios a utilizar", indica Luis, propietario de la joyería Alonso. "Un día paseando por el distrito madrileño de Hortaleza me llamó la atención una esquela pegada con celo en el escaparate de una de las tiendas de la zona. Anunciaba la muerte de los comercios del barrio. Me pareció una medida diferente y llamativa y pensé que podíamos utilizarla nosotros. De esa manera, la propuse a mis compañeros y decidimos, por consenso, aplicarla", aclara el joyero.


A esta iniciativa se han acogido la mayoría de los comercios de la zona contigua a la plaza Mayor y alrededores; sin embargo, otros han optado por mantenerse al margen. "Algunos piensan que es demasiado escabroso colgar una esquela de sus escaparates. En concreto, uno de ellos ha decidido pintar la esquela de color verde para no alertar tanto a los paseantes", bromea Luis Alonso.


La medida parece que ya está dando sus frutos. Los minoristas aseguran que, desde el Ayuntamiento ya se han puesto en contacto con ellos a lo largo de esta semana. Así pues, esperan reunirse pronto con los responsables del Consistorio para llegar a un acuerdo que beneficie a todos.



No es la primera iniciativa



El pasado mes de junio, los comerciantes del centro ya llevaron a cabo una medida similar con la misma finalidad. En aquella ocasión optaron por una campaña de recogida de firmas para exigir una mayor coordinación ante las numerosas obras que se estaban acometiendo en las cercanías de sus negocios y que, según ellos, les estaban perjudicando gravemente. El detonante para tomar esta medida fue el corte del acceso peatonal a la plaza Mayor.

En esta iniciativa también participaron los vecinos de la zona y la Asociación de Comerciantes del Casco Histórico de Guadalajara. Su presidente, Enrique Plaza, calificaba, en aquel momento, las obras como "molestas pero necesarias" y confiaba en que, con la conclusión de las mismas, los comerciantes saliesen beneficiados.Sin embargo, el problema sigue aún sin resolverse.


. Así reza la esquela que algunos empresarios minoristas de la zona centro de Guadalajara han diseñado y expuesto en sus escaparates para denunciar las contingencias que están sufriendo debido a las obras que se están llevando a cabo en la plaza Mayor. Concretamente son los comercios situados en la calle Mayor y Miguel Fluiters los que dicen sentirse más perjudicados. Polvo, ruido y falta de aparcamientos son los principales inconvenientes a los que deben enfrentarse cada día tanto vendedores como compradores de la zona, aseguran.