Este sábado será el último baile de Alberto Blecua
Sábado, a las 18.00 horas, en el Palacio Multiusos. Es la gran cita del fútbol sala de la provincia. El Ciudad de Guadalajara se juega el ascenso a Segunda División B. El partido contará con muchos alicientes, entre ellos, la despedida del mítico Alberto Blecua.
Y es que el pívot alcarreño ha decidido colgar las botas. El del sábado será su último baile en este deporte.
Alberto Blecua es una de las leyendas del fútbol sala alcarreño. Comenzó como su trayectoria en categoría cadete con el Gestesa Guadalajara, equipo con el que pudo debutar en la máxima categoría nacional con solo 17 años. Su trayectoria le ha llevado a jugar en Brihuega (con el que logró un ascenso a División de Honor), Fuenlabrada, Rivas, Manzanares, Talavera… y ahora, en el Ciudad de Guadalajara, donde está muy cerca de lograr un nuevo ascenso.
“Me siento muy afortunado de haber podido disfrutar del fútbol sala todos estos años y además cerca de casa donde he podido compartirlo siempre con mi familia y amigos”, dice el jugador y añade que “solo puedo resumir en que me encanta este deporte y jugaría siempre, pero en la vida toca a cambio de tercio y dar la oportunidad a nuevos jugadores que se tienen que desarrollar”
Blecua tiene claro que “despedirse con el ascenso es un final soñado, poder hacerlo dejando al equipo en un nivel que nunca debió perder, mirando hacia el fútbol sala profesional, es donde la ciudad merece tener el equipo”.
Su amplia trayectoria está a punto de concluir. Blecua no oculta que el fútbol sala “lo ha significado todo, mi vida ha girado en torno este deporte”, y explica que “fue mi salvación cuando de joven te dejas llevar por otras cosas y este deporte me hizo ver que o te esfuerzas o la vida te expulsa de tus sueños. Me ha supuesto poder ser profesional en aquello a lo que jugabas en la calle, me ha demostrado el sentido de la competitividad en todas las facetas de mi vida, me ha condicionado todo porque lo consideraba lo primero y lo que determinaba cada año. Me ha hecho conocer a bellísimas personas que forman parte de mi vida, me ha dado la ilusión de poder enseñar todo lo que he aprendido a las nuevas generaciones”. “Lo ha sido todo”, concluye.