ETA irrumpe en la campaña electoral con una bomba trampa
01/10/2010 - 09:45

Por: EUROPA PRESS
La Ertzaintza desbarató ayer el primer intento de ETA de cometer un asesinato durante la campaña electoral. La banda terrorista hizo buenas las previsiones del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que el jueves pasado activó en toda España el nivel máximo de alerta antiterrorista y advirtió de que los etarras pretenden cometer un asesinato antes del próximo 9 de marzo, el día de los comicios generales.
La banda terrorista ETA también ha inaugurado la campaña electoral de cara a los comicios del 9-M con sus métodos habituales. A las doce del mediodía de ayer, un artefacto que podría contener entre 3 y 4 kilogramos de explosivos, estalló en un repetidor de telefonía del Monte Arnotegi, a escasos kilómetros de Bilbao. Aunque un comunicante anónimo advirtió de su existencia con horas de antelación, se trataba de una bomba-trampa contra la Ertzaintza, según informó la propia Policía Autonómica, pues explotó cuando el robot artificiero trató de manipularla para su desactivación, sin que se produjesen heridos.
A las 9.00 horas de la mañana de ayer un comunicante anónimo advirtió al servicio de ayuda en carreteras DYA de la colocación de un artefacto explosivo en un repetidor del Monte Arnotegi, en las cercanías del Pagasarri, a escasos kilómetros de la capital vizcaína. El comunicante, que llamó en nombre de la banda terrorista ETA anunció que la bomba estallaría una hora después, sobre las 10.00 horas de la mañana.
En el lugar de los hechos se desplegó un operativo de varias dotacoines de la Ertzaintza, que acordonó la zona cercana al edificio donde se encuentra el repetidor de telefonía del citado monte. Sobre las 12.00 horas, cuando el robot de los artificieros trató de manipular el artefacto explosivo para su desactivación, la bomba estalló levantando una columna de humo blanco que podía verse desde varios kilómetros de distancia y dañando dos canales de las emisoras internas de la Policía Municipal de Bilbao.
Según la Ertzaintza, que, a falta de mayores análisis, estimó que el artefacto estaba compuesto por tres o cuatro kilogramos de explosivo sin determinar, la bomba, introducida dentro de una caja de cartón, era una "trampa" contra los artificieros de la Policía Autonómica, pues disponía de un sistema antimovimiento preparado para estallar en el momento en que fuera manipulada.
En todo caso, no se produjo ningún herido y los daños a la infraestructura del repetidor fueron menores. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras participar en una localidad de Sevilla en un acto de UGT, condenó el atentado y destacó que "sólo la profesionalidad y la inteligencia de la Policía Autónoma vasca han hecho que no cayeran en esa siniestra trampa de ETA". Tras comprometerse a que los responsables de la acción terrorista "serán detenidos y acabarán, como ha pasado en los últimos comandos, ante la Justicia", Rubalcaba subrayó que, una vez que ETA ha roto la tregua, resulta claro que "quiere estar presente, y parece evidente que, tras los sucesivos fracasos que han tenido, tienen excitados sus peores instintos". Por su parte, el secretario general del PP, Angel Acebes, advirtió, durante un mitin en Zaragoza, que mientras ETA "no esté completamente derrotada tiene capacidad para poner bombas y matar". Además, el número dos del PP no dudó en volver a criticar la política antiterrorista del Gobierno y afirmó que Zapatero no dijo a los españoles que iba a cambiar la política antiterrorista y dialogar con ETA.
Lista para matar
La explosión causó importantes daños al repetidor y arrancó el brazo articulado del robot, pero no causó herida alguna a los artificieros, las únicas personas que desde dos horas antes se encontraban dentro del perímetro de seguridad establecido por la Ertzaintza y la Policía Municipal de Bilbao. La detonación, que provocó una densa columna de humo, se oyó desde varios kilómetros de distancia, dejó a la policía local sin varios canales de su sistema de comunicaciones e impidió ver la televisión durante horas a miles de bilbaínos.
Las fuentes antiterroristas consultadas no tienen duda alguna de que ETA buscaba matar a alguno de los policías vascos. Un miembro de la organización terrorista llamó hoy, minutos antes de las nueve de la mañana, a la central de la DYA para anunciar que una bomba estallaría una hora después junto el repetidor del Arnotegi. Sin embargo, el artefacto, colocado en una ventana de la caseta de alimentación eléctrica de la antena, no explotó ni a las diez ni a las once. Solo lo hizo cuando los expertos la movieron. Las primeras investigaciones indican que no explotó a las 10:00 horas porque, en realidad, la bomba no estaba diseñada para estallar a una hora concreta no disponía de temporizador- sino que estaba equipada con un iniciador por movimiento, pensado para activarla en cuanto fuese manipulada por los desactivadores.
A las 9.00 horas de la mañana de ayer un comunicante anónimo advirtió al servicio de ayuda en carreteras DYA de la colocación de un artefacto explosivo en un repetidor del Monte Arnotegi, en las cercanías del Pagasarri, a escasos kilómetros de la capital vizcaína. El comunicante, que llamó en nombre de la banda terrorista ETA anunció que la bomba estallaría una hora después, sobre las 10.00 horas de la mañana.
En el lugar de los hechos se desplegó un operativo de varias dotacoines de la Ertzaintza, que acordonó la zona cercana al edificio donde se encuentra el repetidor de telefonía del citado monte. Sobre las 12.00 horas, cuando el robot de los artificieros trató de manipular el artefacto explosivo para su desactivación, la bomba estalló levantando una columna de humo blanco que podía verse desde varios kilómetros de distancia y dañando dos canales de las emisoras internas de la Policía Municipal de Bilbao.
Según la Ertzaintza, que, a falta de mayores análisis, estimó que el artefacto estaba compuesto por tres o cuatro kilogramos de explosivo sin determinar, la bomba, introducida dentro de una caja de cartón, era una "trampa" contra los artificieros de la Policía Autonómica, pues disponía de un sistema antimovimiento preparado para estallar en el momento en que fuera manipulada.
En todo caso, no se produjo ningún herido y los daños a la infraestructura del repetidor fueron menores. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras participar en una localidad de Sevilla en un acto de UGT, condenó el atentado y destacó que "sólo la profesionalidad y la inteligencia de la Policía Autónoma vasca han hecho que no cayeran en esa siniestra trampa de ETA". Tras comprometerse a que los responsables de la acción terrorista "serán detenidos y acabarán, como ha pasado en los últimos comandos, ante la Justicia", Rubalcaba subrayó que, una vez que ETA ha roto la tregua, resulta claro que "quiere estar presente, y parece evidente que, tras los sucesivos fracasos que han tenido, tienen excitados sus peores instintos". Por su parte, el secretario general del PP, Angel Acebes, advirtió, durante un mitin en Zaragoza, que mientras ETA "no esté completamente derrotada tiene capacidad para poner bombas y matar". Además, el número dos del PP no dudó en volver a criticar la política antiterrorista del Gobierno y afirmó que Zapatero no dijo a los españoles que iba a cambiar la política antiterrorista y dialogar con ETA.
Lista para matar
La explosión causó importantes daños al repetidor y arrancó el brazo articulado del robot, pero no causó herida alguna a los artificieros, las únicas personas que desde dos horas antes se encontraban dentro del perímetro de seguridad establecido por la Ertzaintza y la Policía Municipal de Bilbao. La detonación, que provocó una densa columna de humo, se oyó desde varios kilómetros de distancia, dejó a la policía local sin varios canales de su sistema de comunicaciones e impidió ver la televisión durante horas a miles de bilbaínos.
Las fuentes antiterroristas consultadas no tienen duda alguna de que ETA buscaba matar a alguno de los policías vascos. Un miembro de la organización terrorista llamó hoy, minutos antes de las nueve de la mañana, a la central de la DYA para anunciar que una bomba estallaría una hora después junto el repetidor del Arnotegi. Sin embargo, el artefacto, colocado en una ventana de la caseta de alimentación eléctrica de la antena, no explotó ni a las diez ni a las once. Solo lo hizo cuando los expertos la movieron. Las primeras investigaciones indican que no explotó a las 10:00 horas porque, en realidad, la bomba no estaba diseñada para estallar a una hora concreta no disponía de temporizador- sino que estaba equipada con un iniciador por movimiento, pensado para activarla en cuanto fuese manipulada por los desactivadores.